Recogida neumática

Las indemnizaciones reclamadas por vecinos, de unos 120.000 euros por habitáculo

Francisco Carmona afirma que «quizá se tenía que haber hecho una reflexión bastante más concienzuda» sobre la implantación de la recogida neumática de basura

Obras para implantar la recogida neumática de basura.

Obras para implantar la recogida neumática de basura. / CÓRDOBA

Pilar Cobos

Pilar Cobos

Desde el año 2022, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anuló el Plan Especial de Recogida Neumática de Residuos Sólidos, se ha apuntado al coste millonario de esta decisión para el Ayuntamiento de Córdoba por las posibles reclamaciones de afectados que ya han abonado y ejecutado las obras que posibilitarían este sistema.

En este sentido, la patronal de la construcción, Construcor, estimó entonces que unas 8.000 viviendas de la zona de Poniente disponían (o lo harían próximamente) de las instalaciones. Según recuerda ahora su secretario general, Francisco Carmona, el fallo del TSJA conllevó la suspensión de las obras en viviendas posteriores. De su parte, Rehabilita Córdoba (RECO) calculó que cada propietario habría abonado una media de 4.000 euros más por contar con este sistema. 

El abogado Manuel Carrasco, socio de Lanvèrt, explica que las reclamaciones que están presentando comunidades de vecinos a las que representan recogen una indemnización media de 120.000 euros por habitáculo (la habitación donde se depositan los residuos), para compensar el gasto de la obra civil y la valvulería.

Apunta, no obstante, que las cantidades pueden variar en función de factores como el número de depósitos de basura ubicados en el residencial, el lugar de la instalación (en el sótano o en locales que dan a la vía pública) y el coste de la demolición de estos espacios que, finalmente, no pueden utilizarse.

Un intento fallido de modernizar el sistema

Echando la vista atrás, Francisco Carmona opina que «quizá se tenía que haber hecho una reflexión bastante más concienzuda de la oportunidad de implementar esa infraestructura», con la que se pretendía transportar la basura de manera subterránea y evitar los contenedores y camiones de recogida.

Así, alude a circunstancias como la última crisis económica y las nuevas exigencias en materia de eficiencia energética para apuntar que «el cuestionamiento que ya hicimos en su día (por parte de Construcor) adquiere mayor rango de razón, aunque también el paso del tiempo nos hubiera podido situar en la situación contraria», admite. En esta línea, el secretario general de la patronal de la construcción señala que «imagino que Sadeco, que es una empresa muy proactiva en la mejora de la recogida y selección de residuos, consideró que era una apuesta desde el concepto de la modernidad».

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