María Valenzuela: «Estudio con una amiga conectada por el ordenador, así no estamos solas, paramos cada dos horas y charlamos»

María Valenzuela tiene 23 años y el pasado mes de julio acabó el doble grado de Educación Primaria Bilingüe de Inglés y Filología Inglesa en la UCO, después de presentar el Trabajo Fin de Grado. Con un C1 en inglés, desde que empezó la carrera, sabía que quería opositar así al terminar ni siquiera buscó trabajo en la privada y se puso a estudiar directamente. «Lo que no tenía claro era si opositar a Primaria o a Secundaria y Bachillerato, pero hice las prácticas en un colegio y allí descubrí mi vocación, me encantó trabajar con los niños y me decidí rápido», asegura convencida. De momento, no ha salido la oferta de plazas para el año próximo, pero María no pierde ni un minuto. Estudia todos los días salvo los sábados y festivos importantes de forma disciplinada, de 8.30 a 14 horas y de 16.30 a 20 horas. «Empecé en septiembre y calculo que en junio tendré el examen», señala, «que lo apruebe no significa que tenga plaza porque habrá gente con cursos y tiempo de trabajo por delante, por eso voy a hacer un máster a partir de octubre y unos cursillos que dan puntos». La mayoría de sus amigas de carrera están opositando como ella. Para María, lo peor de las oposiciones es «tener que estudiar tantas horas seguidas porque a veces se hace pesado». Para evitarlo, «estudio conectada con una amiga por el ordenador, yo en Posadas y ella en Córdoba, así no estamos solas, paramos cada dos horas y charlamos». En sus ratos libres, va al gimnasio y aprovecha su único día libre de la semana para salir con los amigos. «Opositar es un trabajo duro, pero es lo que quiero y espero conseguirlo en el menor tiempo posible». 

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