Reportaje

'Solecito', paseos y turistas caracterizan el día de Navidad en Córdoba

Mientras el centro vivía un despertar tranquilo, la Judería mantenía el habitual trasiego de visitantes

Ambiente del día de Navidad en Córdoba

Víctor Castro

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Uno de los indicadores de que una fiesta nocturna ha sido un éxito es ver si en la mañana siguiente, aunque el lugar esté limpio, los zapatos se siguen pegando al andar. Eso es exactamente lo que ocurría este miércoles navideño en la Plaza de la Corredera de Córdoba poco después del mediodía. Tras un espectacular baldeo del espacio donde miles de personas celebraron la ‘tardebuena’, el emblemático e histórico recinto se presentaba tranquilo, con apenas una terraza abierta (eso sí, llena) y otras que empezaban con el movimiento de colocación de veladores. El suelo, todavía húmedo, se mostraba cariñoso con los viandantes.

El resto de la ciudad representaba, una vez más, su ambivalencia y multiculturalidad. El centro, donde la luz nocturna es el atractivo fundamental y donde en la tarde de la Nochebuena el bullicio (la bulla, más bien), las celebraciones y los encuentros fueron las características fundamentales, en la mañana de Navidad era el sol el más buscado. Hijos y nietos paseando a sus familiares mayores que disfrutan del astro rey con las piernas cubiertas con su manta correspondiente; otros que caminan al ritmo que le marca su canino acompañante y no pocos eran los que se miraban la muñeca para comprobar las pulsaciones mientras corrían con la intención de quemar algunas de las calorías consumidas en exceso la noche anterior. Cruz Conde, el Bulevar del Gran Capitán o La Tendillas eran las zonas más “paseadas” por los cordobeses a esas horas, en las que algunos buscaban un lugar donde desayunar.

En torno a la una de la tarde, las atracciones que acompañan al busto de Antonio Gala ya estaban algo más animadas y rodeadas de progenitores y abuelos esperando que el menor de turno suba o baje del aparato en cuestión para poder tomarse la primera del día.

Hacia el casco histórico

A medida que el viandante se dirige hacia la zona histórica de la ciudad, tomando la más transitada de las vías que bajan hacia la Mezquita, Jesús María (que va cambiando de nombre en sus distintos tramos), el tipo de público es distinto. Y sus idiomas. Franceses, italianos, ciudadanos orientales y alguno con pinta de Cocodrilo Dundee buscan los rincones más bellos del Patrimonio de la Humanidad cordobés. Algunos en los autobuses City Sightseening (los rojos sin techo arriba) ven lo fundamental de la ciudad a vista de pájaro (o de paloma que vuela más bajo), otros se dejan llevar por los mapas del GPS del móvil y las recomendaciones del TripAdvisor para buscar donde comer. Si es con terraza y da el "solecito", lleno garantizado. El problema está en que este miércoles festivo no todos los negocios han abierto, pero muchos sí. Algunos porque dependen de los turistas, otros porque hay cordobeses que, tras la larga jornada de cocina de la Nochebuena, han preferido descansar y “que nos lo pongan todo”, como apuntaban un par de amigas que caminaban por la calle Gondomar. Por Cruz Conde, otra cordobesa se sinceraba por el móvil y reconocía lo que harán la mayor parte de los ciudadanos españoles hoy: “vamos a comernos lo que no nos comimos anoche”. Tal cual.

"Solecito", paseos y turistas caracterizan la mañana del día de Navidad en Córdoba

Los turistas, protagonistas de las calles de Córdoba en la mañana de Navidad. / Víctor Castro

El corazón turístico

Abajo, en el Patio de los Naranjos, el ambiente era bullicioso, pero sin excesos. Grupos de personas llegadas desde todos los lugares del mundo, con diversos tonos de piel, distintas creencias y procedencias se rendían ante el emblema histórico, artístico, cultural y patrimonial de la ciudad, captando con cámaras y móviles la belleza de la Mezquita Catedral en fotos que a estas horas ya estarán, como el propio prestigio del monumento, en todos los rincones del mundo.

Y muy cerca de allí, el espacio más soleado de cuantos se pueden visitar este miércoles, el Puente Romano, que ha concitado el interés de quienes han decidido pasar estos días en Córdoba y apoyar la espalda (de medio lado) en el pretil para que “se vea el arco, que es muy bonito”. Después, a comer, que es el otro gran atractivo de este milenario núcleo de población del Sur de España.

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