Curiosidades de Córdoba
La joya artística de Córdoba que pasa desapercibida pese a estar en plena Judería
Con la Sinagoga y la Mezquita comparte algunos de sus rasgos más característicos
La Mezquita-Catedral es la estrella del casco histórico de Córdoba. Sin embargo, la Judería, que en sí es un monumento, está plagada de rincones imprescindibles para conocer la historia y el arte de una ciudad rica en cultura. La Sinagoga, la Puerta de Almodóvar, el Zoco municipal, museos y esculturas, callejas y rincones con duende... Entre todo este entramado histórico-artístico hay una joya que pasa prácticamente desapercibida.
Precisamente, este lugar guarda un estrecho vínculo con dos de los monumentos principales de Córdoba. Con la Sinagoga y la Mezquita comparte algunos de sus rasgos más característicos. Al estar algo escondido y pertenecer al edificio de una de las facultades de la Universidad de Córdoba, puede escapar del radar de quienes pasean por la Judería para admirar sus rincones.
Arte mudéjar
Por inercia, al llegar a la plaza del Cardenal Salazar es habitual ir a parar a Deanes o la plaza de Maimónides, sin caer en la cuenta de que, entre ambas plazas, girando por la calle Averroes, se llega a uno de los mejores ejemplos del arte mudéjar de Córdoba: una capilla en una iglesia inacabada, en una facultad que fue un hospital. Casi nada.
Se trata de la capilla de San Bartolomé, uno de los frutos de las tres culturas y un lugar de rezo de gran singularidad. Su historia, como puede intuirse, es larga. Habría que remontarse a 1391, cuando el asalto a la Judería conllevó la dispersión y la conversión de los judíos cordobeses. Aquel barrio acabó bajo dominio cristiano y, en este, se erige la iglesia de San Bartolomé, tomando el nombre del mismo. El templo abrió sus puertas a finales del siglo XIV, pero en el XV se completó con la incorporación de una capilla funeraria.
Un tesoro de capilla
Aquella sociedad multicultural de la Córdoba medieval influyó en la construcción y en la decoración de un espacio que, si bien sigue un modelo gótico, presenta detalles de inigualable valor que reflejan las atípicas características de dicho tiempos. La iglesia nunca se terminó, pero la capilla es un tesoro abierto. Conserva la solería del siglo XV: una composición de ladrillos vidriados y zócalos alicatados con formas geométricas, siguiendo la técnica que vistió a la Mezquita, al Alcázar de Sevilla o a la Alhambra.
Las yeserías, arte que dominaban los alarifes y que también está presente en la Mezquita-Catedral, son muestra del mejor arte mudéjar. Lacería y ornamentos vegetales se alternan con alabanzas a Alá inscritas en cúfico y nasjí. Como curiosidad, en 1935 apareció una colección de azulejos nazaríes con escenas alegóricas que permanece bajo resguardo en el Museo Arqueológico.
En un edificio singular
La capilla se encuentra en el edificio de la Facultad de Filosofía y Letras, que antiguamente albergaba el hospital del Cardenal Salazar. Esta construcción en sí misma también resulta admirable. Se levantó, como actualmente se conoce, en 1704 y se convirtió en uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil del siglo XVIII.
Rodeando el edificio, un pórtico gótico da acceso, desde la calle Averroes, a la joya mudéjar. Un singular espacio que, pese a las reformas que ha sufrido a lo largo del tiempo, guarda el encanto y la riqueza de la Córdoba antigua.
- La Lotería del Niño deja al menos 400.000 euros en la capital, Fuente Palmera, Peñarroya y Palma
- Una niña cordobesa, primera de España en curarse de una grave inmunodeficiencia tras recibir una terapia pionera en Europa
- El mercado medieval y el Carnaval abren el calendario de fiestas 2025 en Córdoba
- La Navidad en los poblados chabolistas de Córdoba, entre la chapa, el frío y la miseria
- Juanma Moreno inaugura la escultura del 4D realizada por Belmonte en Las Tendillas
- Córdoba teñida de blanco: 15 años de una nevada histórica
- Las pinturas descubiertas en la macsura de la Mezquita de Córdoba serán recuperadas
- La marca de moda Benetton cerrará el 31 de enero sus tiendas de Córdoba