La Herencia by El Pisto: llevar la taberna en las venas

Cuando uno es hijo, nieto y bisnieto de tabernero existen muchas posibilidades de que algo de esa inquietud acabe permeando la piel e inoculando el virus del mostrador.

Ese es el caso de Rafa, Luis y Javi López Salazar, tres hermanos que, tras conocer por su familia la singular actividad tabernera, han decidido poner en marcha su propio negocio en homenaje a sus abuelos, Pepe y Loli, que durante 50 años regentaron la taberna El Pisto. Por sus venas corre también sangre de otro emblemático local, la casa de Paco Acedo.

Con esos mimbres y los conocimientos adquiridos han puesto en marcha ‘La herencia by El Pisto’. 

En San Pedro

Tras buscar por varios lugares de la ciudad han recalado en uno de los más señeros barrios cordobeses, San Pedro. Junto a su iglesia y en lo que todavía es la Casa de Galicia, estos jóvenes taberneros han iniciado una andadura en la que aseguran que, manteniéndose fieles a las raíces, abren otra nueva línea de trabajo.

 «No podemos olvidar de dónde venimos», apuntan, pero también tienen claro que en una ciudad tan competitiva y con tabernas con tanta tradición y buen hacer era necesario aportar algo nuevo.

Por eso, y aprovechando que su cocinero, Tomás Closa, tiene una fructífera trayectoria profesional, además del salmorejo, las berenjenas, el pisto o el rabo de toro, de los de toda la vida, el cliente que se decante por La Herencia hallará otros manjares como los chicharrones, el foie con amontillado, el paté o el tartar de salchichón. 

Vinos de Montilla-Moriles y Galicia

A todo ello hay que unir que al mantenerse la sede de la Casa de Galicia en el mismo inmueble, no queda más remedio que incorporar a la carta algunas de las especialidades de aquellas tierras. Como buena taberna que se pretende ser, no faltan los vinos de Montilla-Moriles, a los que también se han unido los precedentes de Galicia, para que la oferta sea todavía más completa, si cabe.

La Taberna La Herencia by El Pisto apenas lleva abierta una semana y sus promotores aseguran que han tenido muy buen recibimiento por el vecindario y otros clientes se acercan a descubrir «una taberna nueva» apuntan, al tiempo que aclaran que «también vienen muchos turistas que van de paseo por la ciudad, les llama la atención y entran a la taberna».

El local ofrece varios espacios donde disfrutar de sus tapas y comidas, la terraza junto a la iglesia, la taberna propiamente dicha, con la barra y sus mesas altas y un par de salas con mesas bajas, para un rato más reposado a la luz de un fino. 

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