Análisis
La implicación de toda la ciudad como clave para atajar la realidad de los barrios pobres
La Universidad de Córdoba y la Loyola llevan años ejecutando proyectos en los barrios más desfavorecidos. La clave, dicen, está en escuchar a la vecindad, en la complicidad del resto de barrios y en una apuesta decidida por parte de la administración
Decir que en el Guadalquivir, en Las Palmeras o en Sector Sur no se ha hecho nada para paliar su situación de pobreza, que un año más se ha visto reflejada en la publicación de Indicadores Urbanos del INE, sería faltar a la verdad. Las administraciones llevan años intentando aplicar medidas para revertir la situación de estos barrios, que se encuentran entre los más pobres de toda España, pero o no se ha dado con la tecla o la tarea es hartamente complicada.
También ha sido esencial el trabajo de las universidades, tanto de la de Córdoba como de la Loyola. Precisamente, del Instituto de Investigación en Políticas para la Transformación Social de la Loyola es director Antonio Sianes, califica la situación como «una lacra absoluta», señalando que «ningún gobierno, de ningún color, porque ya ha habido alternancia suficiente, está sabiendo meterle mano a este tema». Sin embargo, Sianes insiste en que esto no es solo cuestión de voluntad política, un concepto que califica como «vacío» porque «decir que existe o no existe dicha voluntad no va a cambiar nada».
El profesor de Ciencia Política y de la Administración cree que el asunto es mucho más complejo y preguntarse cómo hemos llegado a esta situación requeriría de muchos análisis y de interpretar todas las lecturas que se estimen oportunas. Sí recuerda que «en cualquier ciudad del mundo es muy fácil que se segregue y que se creen barrios periféricos» y ahí es donde se ubica la población menos integrada.
«El día a día hace que nos acostumbremos a vivir con que hay gente que, dependiendo del código postal, pueda tener una vida u otra», continúa Sianes, que alude a la necesidad de que se implique toda la ciudad en provocar un verdadero cambio. «Requiere años de compromiso y de una vinculación de toda la ciudad», agrega, recordando que las cosas «no van a cambiar solas» y que, en definitiva, las problemáticas que pueda haber en estos barrios «hay que distribuirlas». De ahí que haga falta que toda la ciudad se implique, y no solo la población de estas zonas. «Como ciudadanos de Córdoba, en ese reparto de costes y beneficios también sacamos nuestro balance. Si hay voluntad política, no lo sé. Si la hay ciudadana, me lo pregunto también», manifiesta.
La Loyola ha ejecutado diversos proyectos en estos barrios, desde la realización de diagnósticos de la situación, hasta la recuperación de la historia y el valor de estas zonas hasta impulso a la auto organización de los vecinos y vecinas.
Hablar con los vecinos
La Universidad de Córdoba tampoco se ha quedado atrás en este sentido, sobre todo en el trabajo que está haciendo en Las Palmeras con In-Habit. Mar Delgado es la coordinadora de este proyecto y ha trabajado mano a mano con los vecinos y vecinas de Las Palmeras. Este trabajo es la clave para Delgado, que apunta que lo necesario es «entender al barrio, entendiendo su realidad» y no llegar diciendo: «aquí estamos nosotros». Bajo el paraguas de In-Habit se construyó un merendero en el barrio, algo que puede parecer simple, pero que es lo reclamaban los vecinos. Delgado recuerda que les dijeron que no tenían un sitio para reunirse y de ahí salió la idea. «Tienen sus ideas y conocen bien lo que quieren», insiste la coordinadora de In-Habit.
También considera Delgado que «no todo es cuestión de dinero», porque ellos, sin exceso de inversión, han conseguido sacar adelante varios proyectos y que en ellos se implique la vecindad. Sí ve necesaria voluntad política y entender al barrio, así como abordar el problema «de forma integral, no a trozos». «Esto hay que creérselo, porque no puedes llevar muchos planes y muchas cosas y que al final queden en nada», añade.
Por parte de las administraciones públicas, también se desarrollan programas, y no son pocos. Aunque la mayoría de ellos tienen que ver con ayudas y subvenciones, que no terminan de convencer a los vecinos. En cualquier caso, son intervenciones desde muchas delegaciones, desde servicios sociales hasta ayudas a la rehabilitación de viviendas.
- La Sacristía se defiende: asegura que sus montaditos de pringá se consumieron en una casa de hermandad fuera de su establecimiento
- Facua hace público que la taberna La Sacristía es el bar investigado por la intoxicación de los montaditos de pringá
- La Cofradía del Rabo de Toro, indignada por la imagen de Córdoba en el programa de Chicote
- 44 personas afectadas en Córdoba por una intoxicación alimentaria tras comer montaditos de pringá
- Y tras el frío vuelve la lluvia (y mucha) a Córdoba: estos son los días con precipitaciones
- Roban unas mil perdices por valor de 10.000 euros en una granja de Córdoba
- El Zoco incorporará tres marcas internacionales, recuperará los cines y tendrá una parte de salud y belleza
- El origen de la intoxicación se vincula a montaditos de pringá servidos en un local durante un cumpleaños