Ictus

Resiliencia ante una enfermedad que «llegó para quedarse»

Miguel Ángel Arenas plasma en su libro el testimonio personal de una experiencia de autoaprendizaje que ha sido un punto de inflexión en su vida

Miguel Ángel Arenas presenta hoy ‘Llegó para quedarse. Diálogo con mi ictus’.

Miguel Ángel Arenas presenta hoy ‘Llegó para quedarse. Diálogo con mi ictus’. / Víctor Castro

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

18 abril del 2023, a las 8.45 horas. Como cualquier día, Miguel Ángel Arenas estaba en el Colegio Salesiano San Luis Rey de Palma del Río, impartiendo clase a sus alumnos, cuando sufrió un ictus hemorrágico, una enfermedad que le he hecho ser «resiliente», que ha sido un punto de inflexión en su vida y que ha llegado «para quedarse», como cuenta en el libro que hoy presenta en la Diputación de Córdoba con motivo del Día Mundial del Ictus y bajo en amparo de la Asociación Cordobesa de Daño Cerebral Adquirido (Acodace) de la que forma parte.

«Yo noté como la pierna perdía consistencia, fuerza y sensibilidad y automáticamente salí del aula», relata Arenas al recordar como comenzó a notar lo que le estaba ocurriendo aquel día. Sin perder el conocimiento, fue capaz de tranquilizar a sus alumnos, bajar la escalera y llegar hasta el despacho del subdirector. «Le dije: ‘Creo que me está dando un ictus, deberíamos irnos al centro de salud’. Intenté tener la máxima serenidad posible porque sabía que si me ponía nervioso iba a ser peor», explica el profesor que, tras ser revisado por el personal sanitario en el centro de salud de Palma del Río, fue derivado al Hospital Universitario Reina Sofía. Un tac confirmó el diagnóstico de los profesionales de Atención Primaria: un ictus hemorrágico.

Positividad para afrontar el proceso

Tras este episodio permaneció 72 horas en la unidad de ictus, antes de ser hospitalizado y sufrir una crisis epiléptica fruto del accidente cerebrovascular que había sufrido y que le dañó parte del cortex cerebral. Tras unos días ingresado volvió a casa y comenzó lo que fue «un proceso de recuperación resiliente con una actitud positiva», como él mismo lo define.

«Desde el primer momento lo acepto, lo asumo con cotidianidad. La enfermedad es así, forma parte de la vida y yo sabía que si me lo tomaba de forma resiliente los anillos (familia, compañeros, amigos) lo iban a recibir así mejor y así lo hice», apunta.

Tras unos meses de recuperación, trabajo médico, mucha fisioterapia y diálogo interno, el 2 de septiembre se volvió a incorporar a su puesto de trabajo en el colegio. Volvió a trabajar con una nueva enseñanza y un nuevo libro con el que leer a sus alumnos: Llegó para quedarse. Diálogo con mi ictus, la obra que hoy, con motivo del Día Mundial del Ictus, verá la luz. 

De este episodio le han quedado secuelas como cierta debilidad en la pierna o episodios de fatiga mental, pero también vivencias y enseñanzas. Es por ello que -confiesa- «me siento obligado a dar testimonio de lo ocurrido, porque soy afortunado, puedo contarlo y es una deuda que yo tengo». 

Con este libro quiere, además, eliminar «el sesgo psicológico» de la palabra enfermedad, abordando este término «con naturalidad porque al fin y al cabo, la enfermedad forma parte de la vida».

Como parte de esta filosofía, Miguel Ángel Arenas también forma parte de otros proyectos como una iniciativa del Hospital Reina Sofía para dar testimonio a familiares de enfermos que necesitan oír una historia esperanzadora para seguir y avanzar. Todo encaminado a que su enfermedad ayude y siga aportando, como parte de su vida.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents