Patrimonio

El Cabildo completa la restauración de la capilla de San José y del segundo machón de la Mezquita-Catedral

Ambas construcciones sufrían graves problemas de humedad

Así luce la capilla de San José en la Mezquita-Catedral tras su restauración

Manuel Murillo

Adrián Ramírez

Adrián Ramírez

El Cabildo de Córdoba ha presentado este martes las obras de restauración de la capilla de San José de la Mezquita-Catedral, así como del segundo machón del Patio de los Naranjos. Estos trabajos, realizados por el equipo de arquitectos y restauradores del Cabildo, han contado con un tiempo de ejecución de seis y siete meses respectivamente, además de un presupuesto total de 176.500 euros. Durante el acto de presentación, el canónigo obrero del Cabildo Catedral, Pedro Soldado, ha destacado la importancia de estas obras que "se han llevado a cabo con un gran mimo" y "conscientes de la responsabilidad que entrañan todas las operaciones en un monumento como este".

En líneas generales, tanto la capilla como el machón (que se trata de un pilar de piedra que actúa como contrafuerte para sostener el muro oriental del Patio de los Naranjos) adolecían de serios problemas de humedad "que ponían en riesgo su estructura", ha señalado Soldado, quien también ha recalcado que "la restauración se ha llevado a cabo utilizando los mismos materiales que en la construcción original". Por último, el canónigo ha recordado que la actuación en el citado contrafuerte forma parte de unas obras que se extienden por todo el muro oriental del patio, y que ya se trabaja en el tercero de los cuatro machones totales situados en este lado del monumento.

Trabajos en la capilla de San José

Esta capilla, situada en uno de los espacios adosados al muro oriental del templo, data de la primera mitad del siglo XVI y, según ha explicado Francisco Solano, arquitecto del proyecto. "Durante las labores de mantenimiento realizadas 2022 se observó que una filtración de agua había afectado especialmente a la parte interior del retablo y procedente del muro sobre el que se apoyaba", ha comentado Solano. El exceso de humedad, ha proseguido Solano "se debía a la porosidad del muro y la falta de filtración adecuada". Para paliar esto, se ha trabajado en garantizar la estanquidad e impermeabilidad del espacio, para lo que se utilizaron morteros de cal idénticos a los originales, además de limpiar los muros.

Respecto al retablo, la restauradora Anabel Barrena ha lamentado que este se encontraba "en un estado de extrema degradación", especialmente la parte inferior y la figura, que representa a San Pedro arrodillado junto a Jesucristo, que está atado a una columna. La recuperación se ha centrado en la protección de la policromía, que sufría alteraciones importantes, la recuperación del colorido de la obra, el tratamiento en laboratorio de la misma y la reposición de los elementos faltantes con material origina. Todo ello se ha rematado con una capa de barniz "para evitar daños futuros", ha comentado la restauradora. Además, el retablo en su conjunto sufría de "graves daños", ha incidido Barrena, en el sistema de anclaje.

Obras en el segundo machón

En lo referente a la labor realizada en el segundo machón, este de nuevo, adolecía de "un evidente estado de deterioro que hacía peligrar la estabilidad del conjunto", ha lamentado Francisco Solano. Para paliar esto, "se han analizado con detenimiento el estado de los sillares de piedra que componen la estructura", ha insistido el arquitecto, y se ha limpiado y rellenado con morteros de cal las zonas en mejor estado y sustituyendo los sillares peor conservados por otros de los mismos materiales. Toda la actuación se ha basado en "la fidelidad al sistema constructivo original" y "la corrección de las causas que han llevado a su deterioro", ha resumido Solano.

Estado del tercer machón, sobre el que ya se trabaja.

Estado del tercer machón, sobre el que ya se trabaja. / MANUEL MURILLO

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