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Un tablao, dos restaurantes y un hotel: el plan de la Guía Michelín para enamorarse de Córdoba

La web recorre los rincones mágicos de Andalucía para disfrutar del flamenco y del buen comer

Visitantes en la calleja de las Flores de la Judería.

Visitantes en la calleja de las Flores de la Judería. / A.J. GONZÁLEZ

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Un tablao, dos restaurantes y un hotel. No necesitas más para disfrutar de un plan perfecto. Buscando el flamenco y el buen comer, la Guía Michelín ha publicado una guía breve para perderse por la Andalucía más auténtica, desde Ayamonte hasta Córdoba, pasando por Jerez de la Frontera y Sevilla. En Córdoba, Michelín propone un encuentro con el cante jondo en la Judería.

Hay que adentrarse en el Casco Histórico para encontrar el templo del flamenco que ha encandilado a Michelín. Tomando la Mezquita-Catedral como referencia, a escasos veinte metros, siguiendo la calle Cardenal González, encontraremos una plaza mozárabe. La plaza Alhóndiga, conocida como 'plazuela de los gitanos' entre los cordobeses, es uno de los rincones claves en la historia del flamenco cordobés.

Un tablao con mucho arte

Allí, en un edificio con más de un siglo de antigüedad, abre sus puertas el tablao El Jaleo. Michelín nos transporta hasta este centro, donde cantaores y bailaores protagonizan espectáculos de enorme valor artístico. El Jaleo sirve de escenario a importantes premios de flamenco, pero semanalmente mantiene una agenda interesante para asistir a música y baile en vivo. "Cuando lo vives cerca de ti, a pocos metros, el espectáculo te envuelve", aseguran desde el establecimiento. Y prometen que "el flamenco ya nunca volverá a ser lo mismo para ti".

La Judería siempre ha sido un escenario mágico en el que dejarse encantar por la mística cordobesa. Con el flamenco como excusa, la Guía Michelín aprovecha para recomendar dos restaurantes y un hotel con los que completar una experiencia única en Córdoba.

Dos restaurantes y un hotel

Embelesados por el arte jondo, Michelín nos invita a terminar de enamorarnos de las raíces cordobesas con la gastronomía tradicional. A pocos minutos andando desde el tablao, la primera propuesta es Casa Pepe de la Judería. Bocados clásicos, un patio cordobés y una buena terraza permiten disfrutar de una placentera experiencia para los sentidos.

Una pareja comiendo en Casa Pepe de la Judería.

Una pareja comiendo en Casa Pepe de la Judería. / Casa Pepe de la Judería.

Tratando de buscar un contraste para aquellos más atrevidos y que quieran una cita "de lujo" con la comida, la guía propone una visita a Noor. El restaurante con tres estrellas del chef Paco Morales es todo un viaje a la cocina andalusí, a los orígenes más remotos de la gastronomía local. Además, se atreven a recomendar un plato: naranjas del barrio con azahar, almendra frita y aceite.

El chef Paco Morales termina de servir a un a comensal en su restaurante Noor.

El chef Paco Morales termina de servir a un a comensal en su restaurante Noor. / JUAN M. NIZACHENCHO MARTÍNEZSÁNCHEZ MORENOEFE

El día se completa con una noche en un edificio del siglo XVI. A diez minutos andando desde el tablao flamenco, el Hotel Viento 10 es, según Michelín, el lugar idóneo para acabar de la mejor manera la ruta cordobesa en busca del buen flamenco, del buen comer y, cómo no, del buen dormir.

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