Entrevista | Francisco Manuel Espejo Jiménez Presidente de la Asociación de Conservadores y Restauradores (ACRE)

«La masificación de los centros históricos se debe regular»

Desde julio de 2020 este fernannuñense de 37 años, doctor en Patrimonio, se encuentra al frente de ACRE, una asociación profesional nacional que vela por la correcta restauración y conservación del relevante patrimonio artístico y natural que existe en el país, a la vez que lucha para que la profesión de conservador- restaurador sea la solicitada para controlar el trabajo de preservación de bienes y para actualizar la Ley de Patrimonio

Francisco Manuel Espejo Jiménez | Presidente de la asociación de conservadores restauradores de España

A. J. González

M.J. Raya

M.J. Raya

-En las últimas semanas se han conocido casos en Córdoba de daños contra el patrimonio, que afectaron al retablo de San Rafael de la calle Lineros, recientemente restaurado, y al retablo cerámico del Resucitado en la plaza del Conde de Priego. ¿Son demasiado habituales estos atentados?

-Sí. Desde que accedí a la presidencia de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE) en julio de 2020 ya son más de 400 cartas las que nuestra asociación ha enviado a distintas administraciones, organismos, diócesis, hermandades u otras entidades para trasladarles la necesidad de que cuenten con un conservador-restaurador titulado cuando quieran restaurar un bien de interés patrimonial y para que en los procesos selectivos para estos trabajos y en las oposiciones se tenga en cuenta la existencia de nuestra profesión. La primera carta como presidente de la ACRE la dirigí a la Diputación de Córdoba para exponerle que nuestra asociación mostraba su malestar por el hecho de que varias restauraciones de imágenes de la iglesia de la Merced se habían encargado a un imaginero y no a un conservador-restaurador, por lo que ese trabajo no podía considerarse una restauración, sino un repintado. Sin embargo, en las últimas ayudas que ha convocado la Diputación de Córdoba para la restauración del patrimonio sacro sí se incluye que dichas peticiones de ayudas necesitan del proyecto de un conservador-restaurador, por lo que algo se ha avanzado.

-¿En qué ámbitos se producen más daños patrimoniales y mala praxis en la conservación y restauración?

-Tenemos frentes abiertos en distintos ámbitos para concienciar sobre nuestra disciplina. Daños y mala praxis en la conservación y restauración del patrimonio religioso ha habido muchos casos y es que, en bastantes ocasiones, se consideran las iglesias y otros edificios religiosos solo como la carcasa de fuera y no se cataloga su interior como bienes protegidos. Eso puede abrir la puerta a que personas sin la cualificación adecuada puedan intervenir en dichos bienes, sin que se pueda denunciar porque existe un vacío legal. Solo se podría denunciar si el autor de ese bien estuviera vivo y alegara que su obra ha sufrido un atentado contra el derecho a la propiedad intelectual. Por eso, nuestra asociación demanda que se registren de forma adecuada también los bienes interiores, con el permiso adecuado, y con un proyecto a cargo de profesionales adecuados. Un último caso de mala praxis se ha visto en una ermita de la provincia de Soria, por el negativo resultado del repintado de unos angelotes barrocos y del color de las paredes de la iglesia, que ya no es el original blanco, sino blanco y salmón.

El presidente de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE), Francisco Manuel Espejo Jiménez.

El presidente de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE), Francisco Manuel Espejo Jiménez. / A. J. González

-Entonces, ¿casos como el del famoso ‘Ecce Homo’ de Borja se siguen produciendo?

-Aquella llamada de forma errónea fallida restauración del Ecce Homo, cuando en realidad fue una mala praxis, por desgracia sí sigue produciéndose. Artesanos y escuelas taller han querido impulsar la figura del especialista en restauración y no estamos en contra de los artesanos, pero sí nos oponemos a que intervengan en restauración. Más de una escuela taller, por no contar con la debida supervisión ni estudio de un bien, ha realizado supuestas restauraciones, en algunos casos irreversibles o no del todo acertadas, como pasó en el Palacio Ducal de Fernán Núñez hace décadas. -

«Ha habido muchos casos de mala praxis en la conservación y restauración del patrimonio religioso»

-¿La lista de bienes patrimoniales que corren el riesgo de desaparición o deterioro cada vez está más engrosada?

-Está, por un lado, la Lista Roja del Patrimonio, que es un listado creado por la asociación española sin ánimo de lucro Hispania Nostra, que recoge distintos bienes que se encuentran muy deteriorados (algunos de ellos en Córdoba), y, al margen de ese registro particular, existen varias figuras oficiales de protección, como son las distintas categorías de Bienes de Interés Cultural (BIC), los bienes inventariados y los elementos patrimoniales registrados por cada ayuntamiento. Como se invierte muy poco en investigación, los bienes a proteger en los pueblos que se desconocen son incontables y son a su vez los más vulnerables, porque son susceptibles de que cualquier persona pueda intervenir en los mismos.

«La tasa turística es positivo que se cobre si luego se reinvierte ese dinero en conservación»

-¿Están suficientemente castigados los delitos contra el patrimonio o existe mucha impunidad?

-Los castigos por las infracciones contra el patrimonio deberían ser mucho más graves. No se puede quedar cualquier daño impune porque abre la veda a que cualquiera lo haga. Por ejemplo, ir por el campo con un detector de metales no está permitido porque fomenta el expolio, pero se sigue viendo. Tampoco se puede llegar a un yacimiento, excavar si no se es arqueólogo y quedarse con lo que uno vea debajo del suelo.

-¿Cree que existe la suficiente preocupación por parte de las instituciones en España por conservar el patrimonio? ¿Se cuenta con una adecuada legislación?

-Entendemos que las administraciones públicas y privadas, sobre todo a través de fundaciones, sí tienen preocupación por conservar el patrimonio, pero luego depende de la formación de las personas que están al frente de los organismos y de si hay más buena fe que eficacia. Por otro lado, la Ley de Patrimonio, que data de 1985, lleva mucho tiempo obsoleta. La reforma de esta ley siempre queda aplazada en los distintos cambios de gobierno. Esa nueva ley tendría que incorporar mejoras, entre las que se incluye regular la profesión y cometidos del conservador-restaurador, para que pasemos a una categoría superior y no dependamos de un arquitecto, sino que trabajemos en la misma línea. Muchos licenciados en Bellas Artes son artistas, pero si no tienen el itinerario de conservador-restaurador, pues no son conservadores. Los conservadores y restauradores tenemos una base científica muy grande porque tenemos que conocer muchos componentes que intervienen en las restauraciones. No somos enemigos de pintores, escultores o imagineros, cada uno tiene una función. Sin embargo, se da con mucha frecuencia que las cofradías encargan mejoras de sus imágenes u otros enseres a imagineros, pintores o escultores y estos lo que hacen es repintar dichos bienes. Se han dado casos de imágenes que eran de un siglo y parece que son del actual siglo. Si le quitas a una imagen la pátina del tiempo no puede seguir siendo del siglo que se supone que era. Desde ACRE hacemos mucha labor pedagógica de mandar información advirtiendo de que puede pasar esto, pero hay cofradías que, por desconocimiento a lo mejor, o porque entienden que no contratando a un conservador-restaurador se van a ahorrar dinero, no miden las posibles consecuencias negativas. Los licenciados con especialidad o itinerario en Conservación-Restauración estamos excluidos de muchos procesos selectivos a nivel estatal. Desde el Plan Bolonia conviven las antiguas titulaciones (diplomatura de las escuelas superiores y licenciaturas) con los actuales grados de universidades y escuelas superiores, y es necesario homologar las titulaciones. A nivel legislativo, solamente en la comunidad de Canarias se reconoce al conservador-restaurador como el profesional que debe intervenir en los procesos de conservación-restauración. En Andalucía se recoge que sea un técnico competente, así como en algunas otras comunidades autónomas.

«Los castigos por las infracciones contra el patrimonio deberían ser mucho más graves»

-¿Es partidario de limitar el turismo para conservar el patrimonio?

-Sí. Se debe regular la masificación de los centros históricos, no solo por el bien patrimonial, sino por la calidad de vida ciudadana y para evitar que se conviertan estas zonas en parques temáticos, formados por pisos turísticos y franquicias.

-¿Cobrar una tasa turística podría ayudar a conservar mejor el patrimonio? Por otro lado, ¿se debería cobrar entrada en todos los museos y monumentos?

-La tasa turística es positivo que se implante si se reinvierte luego ese dinero en conservación. Con respecto a cobrar por entrar a museos y monumentos, veo bien que la población local no pague, pero que sí lo hagan los visitantes.

«Estoy colaborando en la restauración del Palacio Ducal de Fernán Núñez, sobre todo de bienes»

-Simultaneando su trabajo como profesor de Secundaria, de Universidad (en la UCO, UNED y Granada), más la presidencia de ACRE, está participando también de lleno en la puesta en valor y restauración del Palacio Ducal de Fernán Núñez por parte del Ayuntamiento. ¿Cómo marcha esta intervención?

-Estoy colaborando en la restauración del Palacio Ducal de Fernán Núñez, especialmente en la recuperación de bienes y he intervenido en algunas piezas. Asimismo, he participado en el convenio de cesión de bienes del Palacio de Fernán Núñez de Madrid, así como en la intermediación de varias donaciones y realización del inventario de bienes religiosos custodiados en la iglesia de Santa Marina de la localidad para su reubicación. Por otro lado, he reclamado que se pueda recuperar lo antes posible el acueducto que llevaba el agua al Palacio, que con las lluvias de la pasada Semana Santa resultó muy deteriorado.

Francisco Manuel Espejo, doctor en Patrimonio, durante la entrevista.

Francisco Manuel Espejo, doctor en Patrimonio, durante la entrevista. / A. J. González

-¿Cuáles son sus monumentos favoritos?

-De Fernán Núñez, el Palacio Ducal; de Córdoba capital, la Mezquita, de la provincia, el castillo del Belalcázar y también el de Montemayor (el mejor conservado de la época medieval); y del mundo, son muchos, pero entre ellos las villas paladianas de Italia.

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