Curiosidades

¿Sabías que la moneda de un país se llama córdoba?

Su nombre es un homenaje a Francisco Hernández de Córdoba, un militar y conquistador español clave en la historia y desarrollo de Nicaragua

Imagen de un córdoba nicaragüense.

Imagen de un córdoba nicaragüense. / BANCO CENTRAL DE NICARAGUA

Adrián Ramírez

Adrián Ramírez

Córdoba

Dólares, euros, pesos… y también córdobas. Desconocido por muchos, la ciudad da nombre, desde hace más de un siglo, a la moneda de un país, Nicaragua. El origen de este se encuentra en el conquistador Francisco Hernández de Córdoba, clave para el desarrollo de la por entonces colonia española y que sentó las bases del actual país centroamericano. Su creación supuso un paso histórico para su desarrollo y modernización.

El Córdoba nicaragüense

El córdoba es la moneda oficial de Nicaragua desde 1912, cuando el país abandonó el peso nicaragüense, en curso desde su independencia en 1821. La introducción del córdoba nicaragüense fue una de las medidas más representativas de la historia de un país que ese año enfrentaba profundos cambios.

La creación del córdoba supuso un paso importante en la modernización de Nicaragua

El 29 de julio de ese año estalló una sublevación liderada por el general Luis Mena y apoyada por los sectores conservadores y liberales del país. Los rebeldes se hicieron con Granada y León, principales ciudades, triunfando así su revolución. Un año antes, Estados Unidos había reconocido el país 90 años después de su independencia de España. La revolución liberal-conservadora contó con el apoyo de los norteamericanos y, entre las medidas para relanzar la economía, se apostó por la creación de una nueva moneda que diera confianza y estabilidad al país. El 25 de agosto comenzó la transición del peso nicaragüense al Córdoba, marcando así el inicio de una nueva etapa.

Billete de un millón de córdobas por ambos lados.

Billete de un millón de córdobas por ambos lados. / BANCO CENTRAL DE NICARAGUA

¿Quién fue Francisco Hernández de Córdoba?

La elección de este nombre es un homenaje al legado que dejó el descubridor Francisco Hernández de Córdoba en el país de Centroamérica. Hernández de Córdoba nació en Córdoba en 1475, tal y como indican los registros, algunos de los cuales señalan que era natural de Cabra. Era un militar que decidió embarcarse en la aventura del descubrimiento del Nuevo Mundo y en 1511 puso rumbo a las indias, año en el que llegó a Cuba. Seis años más tarde, realizó una segunda expedición con dos barcos. El objetivo era explorar los territorios occidentales a la isla, siendo el primer español que recorrió la costa del Yucatán, actual México. Posteriormente, atravesó todo el sur del continente hasta llegar a la actual Panamá en 1524. Allí tomó el control de la zona con celeridad, lo que supuso un paso importante en la expansión del Imperio español.

Retrato de Francisco Fernández de Córdoba.

Retrato de Francisco Hernández de Córdoba. / MUSEO DEL PRADO

Ya asentado en Panamá, Hernández de Córdoba fundó las ciudades de Granada y León, que se convirtieron en las principales localidades de la zona. Estas fueron claves primero para consolidar el control del Imperio español en Centroamérica, y después para la fundación de Nicaragua. Granada rápidamente se convirtió en un importante centro administrativo, además de un punto de intercambio comercial y cultural. La localidad fue clave para la independencia del país, ya que en ella se desarrollaron los principales movimientos de insurrección. Por su parte, León se transformó en uno de los principales centros de administración colonial.

Hernández de Córdoba creó las estructuras gubernativas y administrativas que facilitaron el control de la zona

El militar cordobés creó las estructuras gubernativas y administrativas que facilitaron el control de la zona y la explotación de recursos naturales. En el plano urbanístico, diseñó ciudades que integraban plazas e iglesias, además de asentar las bases del crecimiento urbano y la organización social sobre la que sustentarían las bases de la Nicaragua independiente.

Imagen de la Catedral de Granada, en Nicaragua.

Imagen de la Catedral de Granada, en Nicaragua. / EFE

Su figura siempre ha sido reivindicada en el país, aunque no ha estado exenta de polémica, especialmente en lo referido a sus conflictos con otros conquistadores, y a los métodos utilizados contra las comunidades indígenas. 

Hernández de Córdoba murió decapitado en la ciudad nicaragüense de León en 1526, precisamente tras un conflicto con otro colonizador, Pedrarias Dávila.

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