Diario Córdoba

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Crónica política

Inflando la cerbatana

El líder de la oposición acaba sin piedad con la tregua de los 100 días en Córdoba, mientras el alcalde busca ‘remedios’ naturales para echarle un pespunte a la paz

¿El balance? Depende de la pipa que usted se fume

El alcalde, José María Bellido, en la inauguración de ‘Remedios. Por los caminos ancestrales’. MANUEL MURILLO

En 100 días, Napoleón perdió un imperio y el mundo ganó una canción de Abba (¡My, my, at Waterloo, Napoleon did surrender, oh yeah!). Gloria al cuarteto nórdico en este veroño infernal. En Córdoba, a los 100 días, Antonio Hurtado, jefe de la tribu socialista, puso fin a la frágil tregua, infló la cerbatana con una ligera hinchazón de sus mofletes y lanzó el dardo venenoso con un estilo que hasta envidiar pudiera la portavoz de Vox. Hurtado, que se ha dedicado todo el verano a tirar chinitas al escaparate popular, ha querido subrayar esta semana la ruptura de relaciones diplomáticas (ah, ¿las había?) con el gobierno municipal, y ha dicho que no se sentará con el alcalde ni para hablar de «acuerdos de ciudad», ni para echarse un gintonic.

Hurtado evita la foto con José María Bellido y despacha los primeros tres meses de gobierno con críticas a las externalizaciones/privatizaciones (en Cultura o en museos, y en la contratación de un call center para Capitulares), y con denuncias a los nutridos fichajes del alcalde de directivos y personal de confianza. Tantos fichajes, dice Hurtado, que podría montarse un cuadro flamenco, un equipo de rugby y un coro gospel con todos ellos. También serían suficientes para rellenar, si hiciera falta, Dios no lo quiera, un estand de Fitur, que lo mismo se nos queda libre por un exceso de licitaciones.

El alcalde esquivó la cerbatana socialdemócrata con un relato optimista de sus 100 días y no sé cuantas noches desde su investidura (la de su jefe, Alberto Núñez Feijóo, ya saben ustedes que no salió adelante). Antes, se entiende que para inspirarse, acudió a la presentación de la nueva exposición del Centro de Creación Contemporánea de Córdoba (C3A), Remedios. Por los caminos ancestrales, en la que hasta pareció dispuesto a colocarse el uniforme arapahoe, probar la ayahuasca y fumarse la pipa de la paz (a las fotos, no retocadas por inteligencia artificial, nos remitimos).

Después de relajarse en la performance cultural, el regidor hizo balance de su gestión. Un recuento tan expansivo que habiendo prometido hacer 14 medidas en los tres primeros meses de gobierno, dio por ejecutadas 33. ¡Ole las matemáticas! La nómina de retos exhibidos solo la esbozo aquí porque es larga y no quiero aburrirles: quinta bajada de impuestos, aprobación del presupuesto, cesión de suelos a Defensa para la base logística del Ejército, licitación del Pabellón de la Juventud, inicio de las obras del tanque de tormentas, aprobación de 176 plazas de peón que sacará Sadeco, y así hasta 33. Bellido también incluyó en su relato planes e intenciones y haber dejado Córdoba limpia y escamondá, a excepción del problemilla de las ratas del Realejo, que siguen campando a sus anchas, y de algunos patios de colegio con jaramagos amazónicos de varios metros de altitud (prometido también un plan de actuación integral de 5,7 millones en centros escolares de titularidad municipal). Para la oposición, todo marketing; para el gobierno, todo esplendor.

Apuntar que queda en el tintero que la empresa adjudicataria del espectáculo nocturno del Alcázar -monumento al que desde el viernes se accede por la Ribera y que ha ganado notablemente en esplendor y accesibilidad- adapte el monumento a los requisitos técnicos para poder volver a ofertar Naturaleza encendida. Raíces, lo que parece que no ocurrirá ¡hasta mayo o junio!

Tampoco se acaban de solucionar los problemas ocasionados por el cierre del centro médico de El Higuerón, que a pesar de ser un asunto que compete a la Junta de Andalucía (SAS), vecinos y oposición lo achacan al alcalde en exclusiva. Lo que, por contra, ha logrado desatascarse de manera milagrosa son dos problemas que llevaban coleando desde el mandato anterior. La concejala Cintia Bustos, al frente de Recursos Humanos, ha puesto fin a lo que era un obstáculo insalvable hace cuatro años: contratar a ordenanzas municipales para las porterías de los colegios públicos, en lugar de guardias de seguridad; y alcanzar un acuerdo con Policía Local y Bomberos para el cobro de la productividad, lo que despeja el horizonte al menos a dos años vista. Así, entre remedios naturales, raíces y cerbatanas, hemos concluido la semana municipal.

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