Los comerciantes del mercado de abastos del Marrubial, en Córdoba capital, y popularmente conocido como plaza de la Mosca, han exigido al gobierno municipal la reforma íntegra del espacio. Cuando se cumplen 60 años de su inauguración, los tenderos de este mercado de Jesús Rescatado denuncian el estado en el que se encuentra el edificio y aseguran que «este barrio se merece un mercado a su altura, y no lo tiene». Lo cuenta Fermín Martínez, que regenta uno de los puestos de pescado mientras charla con Rafael Quero, propietario de varios locales en la plaza. Ambos coinciden en que el espacio municipal no está en unas condiciones dignas, algo que puede provocar que los clientes no acudan tanto y que, además, no se ocupen los puestos que están ahora mismo vacíos.
Sobre esto último habla Juan Gómez, que es el presidente de los comerciantes de esta plaza, que detalla que el mercado está ocupado a un 70% y buena cuenta de ello lo da la cantidad de puestos vacíos que pueden verse nada más entrar. Ocurre, explica Gómez, desde la pandemia y no han conseguido que se interesen por ellos.
Tanto Gómez, como Martínez y Quero, coinciden en que si se mejoraran las condiciones del mercado, éste sería mucho más atractivo para nuevos negocios. Apuntan a numerosas deficiencias en paredes, techos o elementos, además del propio suelo, donde es fácil escurrirse. Es más, la dueña de un local que estuvo trabajando allí se escurrió y se rompió un brazo, recuerda uno de los tenderos.
El aire acondicionado va aparte. La antigüedad de las máquinas es evidente a simple vista y según relatan Martínez y Quero, el aire suele saltar cuando se alcanzan los 40 grados y hay pocos días de verano en los que no tenga que ir el técnico a arreglarlo.
Proyecto para el espacio
En el mercado se han hecho algunas intervenciones, que más que reformas, los comerciantes califican como «parches». Sobre la mesa, y desde hace años, hay un proyecto de reforma que «en cada campaña electoral nos prometen que van a hacer, pero nunca llega», critica Quero.
«Lo que más necesitamos es que Ayuntamiento le meta mano a esto», explica Juan Gómez, que añade que «nosotros tenemos bien los puestos porque nos gastamos el dinero», pero la imagen general que da la plaza de la Mosca es de cierta dejadez, toda vez, recuerdan allí, que siempre ha tenido fama por su calidad y sus precios, especialmente en el pescado.
Los comerciantes quieren que se ejecute el proyecto planteado para el espacio y en su momento estaban dispuestos a mudarse al nuevo mercado que iba a ubicarse en la antigua farmacia militar de Lepanto, algo que nunca llegó a cuajar. También piden al Ayuntamiento una apuesta por la red de mercados de municipales y que se les trate a todos por igual. Creen que deberían contratarse «a una empresa potente» para hacer campañas de publicidad que lleven a la gente a comprar donde siempre y hacer uso también de las redes sociales para llegar a todo tipo de público.
