Este pasado fin de semana arrancó la Primera División Femenina -la Liga F- con una excelente noticia para las jugadoras. Suben sus sueldos. Les costó una huelga que afectó al inicio del campeonato, que se abrió una jornada más tarde de lo previsto, porque primero tuvieron que resolver el «partido de los despachos». Lo jugaron los sindicatos, la patronal de la Liga y los clubs, que llegaron a un acuerdo para establecer el salario mínimo de las futbolistas. Tras la enésima reunión entre patronal y sindicatos en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) y con un parón que secundaron todos los equipos, llegó, por fin, el acuerdo. Serán 21.000 euros lo que las jugadoras de la Primera División femenina cobren la presente temporada y esta cifra se aumentará 1.500 euros el segundo año y 1.000 más el tercero, en un acuerdo vigente hasta 2025.
Se trata de la máxima categoría del fútbol femenino, la competición que alberga a las campeonas del mundo y a estrellas del nivel de Alexia Putellas -Balón de Oro- o al campeón de Europa, un Barça que domina el torneo. En ella figuran en esta Liga cuatro cordobesas: Rocío Gálvez (Real Madrid), Lucía Moral Wifi (Atlético de Madrid), Natalia Montilla (Betis) y Alba Cerrato (Sevilla).
En la Primera División masculina -la Liga EA Sports-, los sueldos van a otro nivel: 186.000 es el salario mínimo, aunque el sueldo medio del jugador está en un millón. Hay cuatro cordobeses en la élite: Pepe Reina y Alfonso Pedraza (Villarreal), Antonio Raíllo (Mallorca) y Antonio Blanco (Alavés).
En Segunda División masculina, el salario mínimo está en los 93.000 euros, mientras que en la Primera Federación, división en la que milita el Córdoba CF, el sueldo medio ronda los 35.000 euros.
Un dato referencial. En el Barça, el jugador mejor pagado es De Jong (37’5 millones al año) y su homólogo en el femenino es Alexia Putellas, que gana 0’8. A partir de ahí, calculen.