Qué maravilla informativa (si no, créanme, hay que inventar) estrenar curso político y semana municipal con una reunión, aunque sea informal, de ministros de Agricultura de la Unión Europea. El socialista Luis Planas convirtió durante tres días Córdoba en epicentro del agro y de las técnicas genómicas aplicadas a la agricultura y, de paso, atrajo a centenares de agricultores y ganaderos que protestaron contra las políticas verdes de la UE y pidieron ayudas para luchar contra la sequía y los productos de terceros países. Un 2x1 periodístico que congregó, además, a 600 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que dejaron como el jaspe las alcantarillas. ¿Quién da más?
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski (pronúnciese el apellido como el del protagonista de Monstruos S.A.: Guasousqui) felicitó a Planas y le dijo chapó en polaco por la visita a Montilla, la cata de aceite (a 8 euros el litro, oiga) y el espectáculo de Caballerizas. Pero nada de esto impresionó a la consejera del ramo de la Junta de Andalucía, la popular Carmen Crespo, que lamentó que no se hablara de sequía, tachó de «oportunidad perdida» la reunión y puso como un ropón al señor ministro. Ambivalencias que tiene la política.
Por cierto, que igualito le pasó a ella, a la consejera andaluza, con el anuncio que vino a hacer en Córdoba de la conexión de Cerro Muriano con la red de agua de Emacsa, de la que ahora se emprenden los trámites para su inicio, aunque sin fecha aún de comienzo de la obra. Para el alcalde, José María Bellido, el tema es una excelente noticia, un bombazo, un notición; para el portavoz del PSOE, Antonio Hurtado, sencillamente propaganda y la tercera vez que el PP vende la moto sin empezar la actuación.
En el Ayuntamiento hay aires de inicio de curso e ilusión, sobre todo entre los concejales que se estrenan. También, qué remedio, se respira ya el tradicional adanismo de los políticos recién llegados que creen hollar la superficie de Marte al pisar por primera vez moqueta en Capitulares, o de quienes piensan aún que en sus redes sociales pueden seguir relatándonos los pormenores domésticos de sus vidas privadas sin correr ningún peligro. ¡Cuidadín con lo que venden los señores capitulares que luego todo se sabe!
Además de los adanes y las evas de la Corporación, ha hecho acto de presencia la oposición silente en el periodo estival. Vacaciones Santillana para tutti le monde. Todos silentes excepto Hurtado que ha dado este verano cinco titulares al día, a un ritmo en el que agotará los temas municipales antes de que finalice el mes de octubre. Por cierto que uno de sus temas preferidos, la tala de árboles y la proliferación de alcorques vacíos, ha tenido respuesta municipal: el delegado de Infraestructuras, Miguel Ruiz Madruga, ha prometido un plan director del arbolado para tener una radiografía de lo que hay y diseñar una estrategia para plantar más y mejor.
Los púgiles de Vox también se han estrenado con un hook de derecha o extrema derecha, según se mire, contra el que fuera su compañero de filas, Julián Urbano. El delegado de Fiestas y Tradiciones --que era del PP, se pasó a Vox y regresó al PP para ir en la lista de Bellido-- ha prometido hacer «la mejor cabalgata de Reyes de la historia de Córdoba» y para ello ha sacado a licitación un contrato de un millón de euros que con toda probabilidad se adjudicará a la empresa Grupo Mundo (responsable de los conciertos de la plaza de toros y de la cabalgata de Málaga), porque es la única que se ha presentado. A sus excamaradas de Vox el contrato les genera muchas dudas y, aunque no dicen que haya «irregularidades», sospechan hasta del «copia y pega» del pliego de contratación. «47.000 ojos» prometen tener el 5 de enero mientras dure la cabalgata para comprobar si además de cuadruplicar el presupuesto se ha cuadruplicado la calidad del desfile. A pesar del boxeo de salón, Vox se abstuvo en la votación de los presupuestos municipales para mostrar su buena fe y mejores deseos al equipo de gobierno popular. Cal y arena como siempre.
Con 9 meses de retraso, el lunes se aprobaron las cuentas de 2023 (468 millones de euros), lo que permite a Bellido salvar los muebles del gasto corriente y destinar 23 millones a inversiones que, aunque no podrán ejecutarse por el poco tiempo que hay hasta fin de año, podrán incorporarse como remanentes al presupuesto del próximo, que será más cortito y ya no contará con fondos de la UE.
Otro trámite que se espera quede resuelto el martes (hay reunión de la junta de compensación) es la resolución de las alegaciones presentadas por los Martínez-Sagrera al proyecto de redacción de la base logística del Ejército. Esta resolución es indispensable para avanzar en la cesión de los suelos de La Rinconada (todavía en manos del Ayuntamiento y de la Junta) a Defensa, que no podrá iniciar la obra adjudicada a una empresa cordobesa (redoble de tambor) hasta no disponer de ese derecho de superficie. Se abre el telón y se ve el inicio de un bonito curso municipal