Las oportunidades sí existen. En la actualidad, el acceso al mercado laboral se ha convertido en un reto para los jóvenes. Las ofertas de trabajo son limitadas y se demanda una gran experiencia previa. Además, la situación se agrava en los colectivos más vulnerables. Desde la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Córdoba se trabaja para hacer frente a este desafío con la creación de diferentes itinerarios de formación y el empleo.

Las asociaciones elegidas se ubican en aquellos barrios que tienen más cercanía con la necesidad y realidad de los jóvenes.

Y es que, el organismo trabaja conjuntamente con distintas entidades sociales. Lo hace a través de convenios. «Las asociaciones realizan itinerarios de inserción sociolaboral, un acompañamiento integral a los jóvenes y buscan la empleabilidad a través de acuerdos con empresas para, posteriormente, hacer prácticas», han explicado desde la Delegación. Estos proyectos, que se denominan segunda oportunidad, están dirigidos a los jóvenes que se encuentran en riesgo de exclusión o que, por diversos factores, no han podido completar su formación.

Las alumnas se reunen con una empresa.

¿Qué barrios y entidades colaboran con la Delegación de Juventud?

  • Fundación Marcelino Champagnat, barrio de la Fuensanta.
  • Fundación PRODE, personas con discapacidad.
  • Cáritas, en toda la ciudad de Córdoba.
  • Asociación Estrella Azahara, barriada de las Palmeras.
  • Fundación Don Bosco, barrio del Guadalquivir.
  • Cáritas Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, Parque Figueroa.

Fundación Marcelino Champagnat

Las acciones formativas que imparte la Fundación Marcelino Champagnat están destinadas a la inserción sociolaboral. Las personas que se inscriben son, preferentemente, jóvenes de entre 16 y 30 años. «La mayoría de jóvenes que vienen a los cursos no tienen formación o le está costando mucho insertarse laboralmente», ha explicado Raúl Fernández, coordinador de la entidad. Los últimos cursos subvencionados por la Delegación han sido de hostelería y de ayudante de comercio.

Un joven de la Fundación Marcelino Champagnat en sus prácticas.

Además, los itinerarios están constituidos en bloques de 240 horas. En primer lugar, se trabajan las competencias personales: cómo hacer un currículum, realizar búsquedas de empleo o trabajar la autoestima. Posteriormente, las aptitudes específicas. «Una persona especialista en el sector da una formación para que los jóvenes aprendan el oficio», ha destacado Fernández. Y por último, los alumnos realizan las prácticas, de 80 horas, que sirven para capacitarlos laboralmente y para crear contacto con las empresas.

«Ese apoyo se nota. Nos permite, sobre todo, poder lanzar muchas acciones formativas».

Raúl Fernández - Coordinador de la fundación.

Los jóvenes reciben las formaciones de inserción sociolaboral.

Fundación PRODE

La Delegación de Juventud y Fundación PRODE han desarrollado, conjuntamente, dos proyectos de inserción laboral. Con el primero de ellos, en 2021, se pretendía mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad mediante dos acciones formativas. Por un lado, con el curso de operaciones básicas de restaurante y bar y por otro, con el de operaciones básicas de cocina. En cada una de las enseñanzas se han especializado diez jóvenes cordobeses.

Una de las acciones formativas de Fundación PRODE.

El segundo proyecto, en 2022, formó a diez jóvenes con discapacidad intelectual y también, a diez personas en riesgo de exclusión social. De esta forma, se pusieron en marcha dos acciones formativas de limpieza en espacios abiertos e instalaciones industriales. «Para nosotros, lo que supone la Delegación de Juventud es sentirnos acompañados y sobre todo, tener una alianza para trabajar codo con codo, para conseguir que las personas que están en una situación más desfavorecida tengan una oportunidad de encontrar un hueco en el mundo laboral», ha resaltado Jesús García, director general de Fundación PRODE.

«Solamente forman parte de la población activa el 36% de las personas con discapacidad».

Jesús García - Director general de la fundación.

Proyecto de empleabilidad de Fundación Prode.

Cáritas Córdoba

Cáritas Córdoba y la Delegación de Juventud iniciaron su relación hace tres años. «Nos están apoyando en un proyecto de mejora de la empleabilidad. Consiste en el acompañamiento, orientación e intermediación laboral y está destinado a menores de 30 años», ha informado Ana Belén Espinar, responsable de proyectos de empleo de Cáritas. Las formaciones están relacionadas con el sector de la hostelería e incluyen el certificado de profesionalidad. 

Una joven recibe atención individualizada.

Para la asociación, la financiación de estos convenios es esencial para ayudar a los colectivos más vulnerables. También a los jóvenes de Córdoba que se encuentran en riesgo de exclusión social. «Al final, el proyecto tiene resultados de inserción, de incorporación y de posibilidades de encontrar un trabajo o formalizar un contrato», ha añadido Espinar.

«Sin ese apoyo económico no podríamos desarrollar estos proyectos concretos».

Ana Belén Espinar - Responsable de proyectos de empleo de Cáritas.

Curso formativo de operaciones básicas de hostelería y bar.

Asociación Estrella Azahara

Proyectos enfocados a incentivar a la población juvenil de la barriada de las Palmeras, ese es el objetivo de la Asociación Estrella Azahara, que lleva más de cinco años trabajando con la Delegación de Juventud. «En principio, intentamos realizar iniciativas que llamen la atención de la población juvenil, adaptándonos a sus necesidades y a lo que demanda la población joven», ha relatado Alba Aranda, directora de la entidad. 

Los alumnos de la Asociación junto a Cintia Bustos y Vicente Martín.

Además, con estas acciones formativas se pretende mejorar la capacitación profesional. También se desarrollan unos itinerarios individualizados donde se trabajan unos objetivos y se marca un plan. «Y lo que hacemos, sobre todo, es trabajar las competencias personales y las competencias para el empleo. El único fin es que los jóvenes encuentren un empleo y puedan insertarse en el mercado laboral», ha recalcado Aranda.

«Gracias al apoyo de la Delegación podemos dar salida a todas las necesidades que nos plantea esta población».

Alba Aranda - Directora de la entidad.

Los jóvenes reciben las acciones formativas.

Fundación Don Bosco

Con el proyecto de la Fundación Don Bosco se pretende conseguir que, los jóvenes de entre 13 y 16 años del distrito sur de Córdoba con especiales dificultades y riesgo de convertirse en absentistas, se adapten y continúen con su formación académica. En este sentido, se previenen situaciones de abandono prematuro. «En concreto, en el desarrollo del proyecto se han derivado al mismo un total de 23 menores, comprendiendo los cursos 2021/2022 y 2022/2023», ha detallado Antonio Herrera, director territorial en Córdoba.

Alumnos de la Fundación Don Bosco.

Asimismo, los alumnos participantes se encuentran matriculados en los institutos de la zona. «Se mantiene la coordinación continua con ellos desde su inicio, realizando las derivaciones al proyecto según la detección de las necesidades que se vayan detectando en el alumnado de los centros educativos; así como durante todo el desarrollo del proyecto para dar la mejor respuesta a cada situación», ha añadido Herrera. De igual modo, la iniciativa contempla actuaciones con las familias de los menores.

«Tener el apoyo de la Delegación significa poder llevar a cabo un proyecto que contempla dar respuestas ajustadas a las necesidades específicas que nos demandan».

Antonio Herrera - Director territorial en Córdoba.

Alumnos y profesoras de Don Bosco.

Cáritas, Parroquia Nuestra Señora de la Asunción

Cáritas, de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción del Parque Figueroa, ha llevado a cabo con la Delegación de Juventud diversas formaciones. Para ello, se han elegido diferentes ámbitos de actuación como la hostelería, jardinería, agricultura ecológica o albañilería, entre otros. «Va a depender del sector empresarial que haya en Córdoba y de la mano de obra que haga falta», ha señalado María del Carmen Galán, coordinadora del proyecto de inserción laboral Samaría de la parroquia. 

Fin del día de clausura del curso y entrega de diplomas.

El último itinerario de formación y empleabilidad ha sido con Gastrobar Macsura. «Han hecho curso 25 personas y de esas 25, se han quedado trabajando 12. Gracias a este proyecto estamos ayudando a personas con necesidades», ha indicado Galán. La organización colabora con los sectores más desfavorecidos y con jóvenes que tienen dificultades para acceder al mercado laboral, ya sea por edad o por falta de estudios. 

«Es una ayuda inestimable. Sin esa ayuda no podríamos llevar a cabo nuestro proyecto de ayuda laboral y de formación».

María del Carmen Galán - Coordinadora del proyecto de inserción laboral Samaría de la parroquia.

Fin de la jornada formativa de Cáritas.