Recoger, reciclar y reutilizar. El círculo de las tres erres que mueve la economía del reciclaje en Córdoba sigue ganando adeptos. Según informa Sigaus (la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión de aceites industriales usados en España), el año pasado se recogieron 1.737 toneladas netas de aceite industrial usado recogido en Córdoba, en torno al 10% del total de Andalucía.
El destino de ese aceite, que se recoge principalmente en talleres mecánicos, establecimientos multimarca, multiservicios y concesionario, pero también en la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, se reparte entre la producción de nuevos lubricantes y la valorización energética. En concreto, según fuentes de Sigaus, el 90% sirve para producir nuevos lubricantes, lo que reduce notablemente el consumo de petróleo y la emisión a la atmósfera de CO2. Por su parte, un 5% se usa en la valorización energética para producir un combustible parecido al fuel óleo.
Ese 5% de aceites usados que no se destinan a regeneración se someten a un proceso de descontaminación con procesos físicos y reactivos químicos para convertir el aceite en un combustible que después es utilizado en centrales térmicas, cementeras, papeleras y equipos marinos.
Casi 1.500 productores fueron atendidos en 3.800 recogidas realizadas durante 2022 por Sigaus, que recoge la mitad del total de aceite recuperado en Andalucía y cuenta con un sistema de gestión de este residuo peligroso.
Del total de toneladas recogidas en 69 municipios de Córdoba el 28% procedían del medio rural. La recuperación del residuo en este entorno, según Sigaus, «es muy importante, ya que la mayoría de zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental se encuentran en el ámbito rural.
De las 709 toneladas de aceite usado recogido en espacios protegidos, 43 se entregaron en Córdoba. Asimismo, se recuperaron 25 toneladas de aceite procedente de recursos hídricos como ríos, lagos o embalses de Córdoba. También es especialmente relevante la retirada en este entorno para evitar que contamine el aire, donde puede permanecer duante años, dañando el entorno acuático.
Los responsables de Sigaus destacan la variedad de actividades que producen este tipo de residuo, lo que complica su recogida, ya que es necesario acudir a un número importante de núcleos para retirar este material de desecho.
Según el director general de Sigaus, Eduardo de Lecea, «el aprovechamiento del aceite usado de nuestros coches y máquinas no solo evita el impacto ambiental de un residuo peligroso como este sino que reduce el uso de una materia prima no renovable como el petróleo», lo que cobra una mayor importancia en el actual contexto de crisis. Asimismo, permite «un importante ahorro económico, ya que los procesos para obtener los productos de segunda generación consumen menos energía y emiten menos gases de efecto invernadero que los procesos tradicionales».
Madre Coraje recoge 20.628 litros de aceite
Madre Coraje es una de las entidades que recoge en Córdoba el aceite vegetal usado en las casas (girasol, oliva, orujo...) a través de los 33 contenedores instalados en la capital y algunos municipios como Posadas o Almodóvar del Río. Según fuentes de la entidad, la participación ciudadana permitió reciclar el año pasado 20.628 litros de aceite usado, lo que supuso un incremento del 8,6% respecto al año anterior.
A diferencia de otras provincias en las que parte del aceite usado en la cocina se destina a la producción de jabón, el 100% del que se recopila en Córdoba se vende para la producción de biodiésel. El dinero que se obtiene se reinvierte en proyectos de la entidad, que trabaja en la mejora de las condiciones de vida de colectivos en riesgo de exclusión y en la prevención de emergencias causadas por fenómenos climáticos adversos en comunidades andinas y mozambiqueñas. La organización anima a colaborar y recuerda que «un litro de aceite contamina 1.000 litros de agua».
Además de los contenedores azules de Madre Coraje, instalados en gasolineras, el aceite usado para cocinar se recoge todavía en algunos pequeños comercios de la ciudad para su transformación en jabón y también se puede depositar también en los cinco ecoparques de Sadeco. La empresa de saneamientos recomienda almacenar el aceite usado en botes o botellas bien sellados para su despósito posterior en los contenedores.