Dos empresas, Ingeniería de la Construcción Cordobesa y Lorquimur, han presentado ofertas para acometer la obra de terminación de la puesta en valor del Templo Romano de Córdoba. La intervención cuenta con un presupuesto base de licitación de 751.919 euros incluidos impuestos y un plazo de ejecución de ocho meses.
El pliego de condiciones recoge que el contrato se ejecutará en su totalidad en el año 2023 y se encuentra financiado con cargo a fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea Next Generation.
La intervención prevé la recuperación de la pronaos del templo con el objeto de permitir el acceso a la explanada anterior. Además, se construirán una escalinatas para que los visitantes puedan acceder a ese espacio haciendo un recorrido por el lateral del Ayuntamiento y se retomará la imagen del podium en el ladrillo para mostrar esa cota original. Asimismo se recuperará la cimentación donde existen restos y se construirá el centro de interpretación en la planta baja de Capitulares.
El proyecto es el mismo que se redactó cuando la obra del Templo Romano iba a acometerse a través del Plan Turístico de Grandes Ciudades. Aquella iniciativa quedó parada por problemas con la empresa adjudicataria y hubo que resolver en 2021 aquel contrato, un proceso siempre tedioso para las administraciones.
Como explicó en su día Carmen Chacón, arquitecta del Servicio del Proyectos de la Gerencia, la reforma ha sufrido algunas dificultades, como el hecho de que el Templo Romano esté en una «zona delicada» que contiene varias actuaciones arqueológicas inconclusas o la crisis de materiales y suministros, que obligó a actualizar el proyecto que ya estaba redactado.