Sucesos

Un barrio bajo la sombra de tres atracos

Cae el presunto atracador de tres establecimiento, que dio el jueves un golpe en un supermercado de Avenida Virgen de los Dolores

En el barrio se respira intranquilidad y otros comerciantes denuncian intentos de robo con anterioridad

Personas entran y salen del supermercado atracado el jueves en Poniente.

Personas entran y salen del supermercado atracado el jueves en Poniente. / Manuel Murillo

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

"¡Al suelo, al suelo!", fueron las únicas palabras que recuerda. Ella siguió esa orden y se tumbó en las baldosas frías mientras un hombre de corta talla, ocultando el rostro tras un pasamontañas y empuñando una pistola, trasteaba en la caja registradora.

Sus ademanes nerviosos, sus temblores y su poca atención hicieron que la empleada de un establecimiento situado en el barrio de Poniente de la capital de Córdoba que fue víctima de un atraco en el pasado mes de abril se creara una imagen muy determinada del ladrón. "¡¿Dónde está el dinero?!", gritó el atracador. Ella, asustada, indicó el mostrador a un palmo del encapuchado. Varios fajos de billetes, tras hacer caja a primera hora de la tarde, destacaban en el cristal.

Esos momentos, que hoy la empleada lleva con humor, le han costado meses de terapia psicológica por la ansiedad que sufre a raíz de ello. Es, además, el segundo atraco que vive en primera persona en su trabajo. Dos años atrás, un hombre se abalanzó sobre ellas a punta de navaja.

Un atraco en el supermercado

Cerca, los rumores hablan de un nuevo atraco. Y todos estos recuerdos vienen a la cabeza de una de las víctimas anteriores. El jueves por la tarde, el mismo hombre, presuntamente, entró a un supermercado de la zona siguiendo el mismo modus operandi, con pistola y tapado, para llevarse el botín de la caja a una hora parecida, cuando la calle estaba vacía.

La encargada del supermercado, que acababa de empezar su turno, vio acercarse al susodicho. Entró y salió como si nada, pero con un poco más de dinero. Eran apenas las 16.30 horas y, en el exterior, nadie se percató. Ni siquiera en los establecimiento colindantes notaron movimientos extraños, más allá de la sorpresa que generó que cerraran la tienda el resto de la jornada. Las trabajadoras, en su momento, indicaron que se trataba de "un problema de caja".

Ellas, por suerte, nunca habían vivido una experiencia así. Cuando el atracador salió y vieron que las tres estaban bien, llamaron a la Policía Nacional, que se hizo cargo del caso. Abierta una investigación, los agentes de la Policía Judicial acudieron al establecimiento para revisar las cámaras, recabar huellas y buscar todas las pistas posibles para dar con el autor.

Un rastro conocido

En el Cuerpo Nacional de Policía tenían datos suficientes para sospechar quién podía estar detrás del golpe: el lugar y el modus operandi coincide con atracos consumados meses atrás en otros dos establecimientos comerciales. Siguiendo ese rastro, los agentes han logrado dar con el presunto autor de los tres robos violentos.

Pero, pese a la noticia positiva, en el barrio se respira intranquilidad. "El barrio está fatal", lamentan desde uno de los establecimientos afectados. Y apuntan a tirones y robos constantes en la zona sur del barrio de Poniente, donde trabajan y conviven. Allí, este viernes no se habla de otra cosa.

Tanto es así, que desde otra tienda confirman otro intento de robo meses atrás que vinculan al mismo tipo. El encargado, decidido a mostrar pruebas de ello, visualiza en su teléfono móvil un vídeo de sus cámaras de seguridad en el que se aprecia a un individuo dirigirse a él, entre las 21.00 y las 22.00 horas, cuando estaba a punto de echar el cierre.

Según esta víctima de ese intento de robo, el susodicho se acercó con dinero en la mano para pedirle dinero. Él mismo, que percibió cómo temblaba, se acercó hasta el individuo y lo acompañó a la salida, sin mediar más palabras.