SEMANA DEL DONANTE

30 años de trasplantes de hígado infantiles en Córdoba: la feliz historia de Paula y Marta

Paula, que tiene 6 años, necesitó un primer injerto de hígado con solo 8 meses y un segundo a los 9 meses. En la actualidad, hace una vida normal

Marta fue derivada desde Huelva a Córdoba para recibir un trasplante hepático con solo 13 años y hoy ya tiene 19. Anima a la donación y a cuidar al "amigo" que es su nuevo hígado

Marta, que recibió un trasplante de hígado hace seis años, junto a sus padres, en el hospital Reina Sofía.

Marta, que recibió un trasplante de hígado hace seis años, junto a sus padres, en el hospital Reina Sofía. / MANUEL MURILLO

M.J. Raya

M.J. Raya

Paula Navarro Bey y Marta Contreras Cáceres son dos de las personas que en 30 años de trasplantes hepáticos infantiles realizados por el hospital universitario Reina Sofía se han beneficiado de este tipo de injerto en Córdoba. Paula tiene 6 años y, debido a una atresia de las vías biliares que presentaba, requirió un trasplante con apenas 8 meses. Eva, madre de Paula, señala que la situación de su hija era tan grave, que apenas le daban tres semanas de vida cuando fue derivada al hospital Reina Sofía desde Marbella, que es donde vivía esta familia, actualmente residente en San Fernando (Cádiz).

Paula, en un tiempo récord porque la vida se le escapaba, recibió el 25 de abril de 2017 un primer trasplante, gracias a la donación de vivo que le hizo una tía paterna. Sin embargo, surgieron una serie de complicaciones y en el Reina Sofía tuvieron que poner a la pequeña de nuevo en código cero. De nuevo, se necesitaba un doble milagro. Primero, surgió la donación de una persona fallecida, que posibilitó que esta pequeña pudiera ser de nuevo trasplantada el 28 de mayo y, en segundo lugar, esta niña pudo reponerse de una complicada recuperación, en la que, según su madre, no dejaba de perder sangre.

Los cirujanos que participaron en ese segundo trasplante, entre ellos el doctor Pedro López Cillero, que hizo todo lo posible e imposible para que la operación fuera exitosa, no se explicaban días después cómo pudo sobrevivir.

Paula (que ha recibido dos trasplantes de hígado con solo 6 años de vida), junto a sus padres y hermano, en Córdoba, donde acaba de pasar revisión.

Paula (que ha recibido dos trasplantes de hígado con solo 6 años de vida), junto a sus padres y hermano, en Córdoba, donde acaba de pasar revisión. / CÓRDOBA

Una dura recuperación

Tras el segundo trasplante, vino otra etapa. Paula no tenía ni un año de vida y requirió atención temprana para recuperar los estímulos perdidos debido a tanto tiempo ingresada. Incluso tuvo una complicación renal, que le obligó a estar en diálisis, aunque esto ya se solucionó. Tardó más tiempo que cualquier niño en aprender a andar o comer, pero en la actualidad sus padres se encuentran algo más tranquilos, pues como añade su madre, Paula hace una vida normal, va a su colegio y es "una niña muy resolutiva, positiva y cariñosa", quizás porque tuvo que permanecer mucho tiempo más recluida y vigilada debido a su situación de salud.

Esta familia se encuentra muy agradecida a los dos donantes que ayudaron a su hija a sobrevivir dos veces y también a todos los profesionales del Reina Sofía, centro en el que Paula pasa revisión cada seis meses, que se han volcado en la atención de su hija, en especial los doctores Juan José Gisbert, Jesús Jiménez, Pedro López Cillero, entre otros.

Paula, junto a sus padres y hermanos, en Córdoba, la ciudad que la ha visto renacer dos veces, a pesar de su corta edad.

Paula, junto a sus padres y hermanos, en Córdoba, la ciudad que la ha visto renacer dos veces, a pesar de su corta edad. / CÓRDOBA

La historia de Marta

Marta recibió también un trasplante de hígado casi en la misma época que Paula, aunque ella tenía 13 años cuando en 2017 requirió el injerto y ahora tiene 19. Por motivos que aún se desconocen, Marta, que llevaba unas semanas encontrándose mal, entró en fallo hepático y desde su Huelva natal, pues es de Isla Antilla, fue derivada al hospital Reina Sofía en código cero.

Marta Contreras Cáceres, junto al Monumento al Donante del hospital Reina Sofía.

Marta Contreras Cáceres, junto al Monumento al Donante del hospital Reina Sofía. / MANUEL MURILLO

Una generosa donación permitió que fuera trasplantada el 12 de mayo de 2017 y hoy en día cursa el grado de Publicidad y Relaciones Públicas. Marta, junto a sus padres Bella y Manuel, ha aportado su testimonio a favor de la donación en la jornada que el hospital Reina Sofía ha organizado para conmemorar 30 años de trasplantes hepáticos realizados por este centro.

"Tenemos un amigo en nosotros" (en referencia a la donación recibida)

Marta ha enviado mucho ánimo a todas aquellas personas, en especial menores de edad como era ella cuando recibió el injerto, que se encuentran en lista de espera en estos momentos de un órgano y a los que están trasplantados como ella les ha instado a que se cuiden porque "tenemos un amigo en nosotros" (en referencia al regalo que les hizo en su día un donante generoso). Esta joven ha resaltado que hace una vida normal y que no tiene ningún reparo en mostrar la cicatriz que le quedó tras el trasplante, porque para ella es un motivo de orgullo.

Bella, la madre de Marta, muy emocionada, ha recordado lo duro que fue vivir aquellos días en los que su hija estuvo tan grave y el verano posterior al trasplante, por el temor a que pudiera surgir alguna complicación. "Fue algo inesperado. Mi hija se pone mala y en 20 días ya había recibido un trasplante. Nos sentimos muy agradecidos al donante y a todos los profesionales que la atendieron y siguen cuidándola", ha añadido.

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