mercado inmobiliario

El alojamiento estudiantil se encarece un 10% el próximo curso en Córdoba

El alquiler de pisos para estudiantes sube de media entre un 10% y un 15% | Las tres residencias de la Universidad de Córdoba también sufren la inflación

Un joven consulta un anuncio de un piso de alquiler en una facultad de la Universidad de Córdoba.

Un joven consulta un anuncio de un piso de alquiler en una facultad de la Universidad de Córdoba. / A. J. GONZÁLEZ

Noelia Santos

Noelia Santos

Los estudiantes universitarios que vivan en Córdoba el próximo curso deberán pagar en torno a un 10% que lo que se venía pagando hasta ahora. Todo dependerá del tipo de alojamiento que escojan (piso o residencia) y de las características de cada uno de estos espacios. Lo que sí está claro es que la inflación afecta tanto a los alquileres como a los modelos universitarios residenciales.

La presidenta del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Córdoba, Ana Moreno, explica que el alquiler de pisos se encarecerá entre un 10% y un 15% y esto afectará a todas las tipologías, incluidos los inmuebles que suelen ponerse a disposición de estudiantes y que salen en alquiler por habitaciones. Un piso tipo para universitarios, detalla Moreno, se va a situar en una horquilla de entre 500, 550 y 575 euros en total, pagando cada inquilino algo menos de 200 euros.

En cuanto a las zonas donde se ubicarán, van a ser las tradicionales, las de siempre. Por un lado, siempre tienen tirón los barrios que están cerca de la estación de trenes porque dan comodidad a aquellos estudiantes que se tienen que desplazar hasta el campus universitario de Rabanales. También hay movimiento de estudiantes en el Parque Cruz Conde y Ciudad Jardín dada su cercanía con la facultad de Medicina y Enfermería, mientras que la avenida de Barcelona es zona residencial, junto a la Magdalena y San Lorenzo para aquellos que estudian Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Córdoba (UCO).

Ana Moreno detalla, sobre las calidades que suelen tener estos inmuebles, que cada vez los inquilinos suelen ser más exigentes. Lejos de esa concepción que se pueda tener de dejadez por parte de los estudiantes, estos piden ciertas calidades en los pisos que van a ocupar y que van desde cocinas cada vez más equipadas hasta, y esto es esencial, la oportunidad de contar con un buen servicio de conexión a internet.

Son pisos más o menos grandes, de tres o cuatro habitaciones porque de ser de dos cuartos ya no sería tan rentable. Estos últimos, los pisos con dos habitaciones, son poco habituales, detalla Moreno, que señala que sí puede haber alguno donde vivan sobre todo hermanos. Lo que no cambia en este mercado es la exigencia de un avalista por ser chavales que, en la mayoría de ocasiones, solo estudian y no tienen ocupación laboral. En el 99% de los casos, apunta la presidenta del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, siempre están los padres avalando que se va a poder pagar ese alquiler.

En cuanto a los arrendadores, es cierto que alquilar pisos de tres y cuatro habitaciones por cuarto sale más rentable económicamente. Moreno apostilla, eso sí, que son pisos que se quedan vacíos durante una temporada, mínimo julio y agosto, pero en ocasiones se suman junio y septiembre, por lo que también hay que hacer cálculos para ver si esa rentabilidad al final sale a cuenta.

Cartel de "se alquilar" en un piso de Córdoba.

Cartel de "se alquilar" en un piso de Córdoba. / A. J. GONZÁLEZ

Inmobiliarias

En cuanto a la forma a la que estos estudiantes acceden a esos pisos, las inmobiliarias no suelen ser el modelo más extendido. Lo explica el presidente de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Córdoba (Asaicor), José Vaquero, que detalla que suele ser un mercado de «migración interna», es decir, que si un estudiante se va a ir del piso suele avisar a otros que tengan interés en quedárselo. Al igual que la presidencia de API, Vaquero señala como zonas de interés para el alquiler estudiantil aquellas que están más cerca de las facultades, pero no coincide al ser preguntado por el precio de dichos alquileres ya que, en su opinión, no van a subir con respecto al año pasado y se van a situar en niveles similares.

Vaquero sí apunta hacia esa mayor exigencia que tienen los estudiantes con la casa en la que van a vivir durante el curso y explica que hay oferta suficiente para atender la demanda que hay de estos pisos en Córdoba. Es más, el presidente de Asaicor cree que existe más oferta que demanda porque suele haber pisos que se sacan al mercado y que no cuentan con las condiciones que exigen los universitarios. En este punto, el presidente de Asaicor recuerda que hay que mantener en condiciones óptimas los inmuebles, sean para el público que sean.

Las residencias suben un 5%

En cuanto a las residencias universitarias, las de la UCO suben este año sus precios una media de un 5,2%. La Universidad tiene tres alojamientos para estudiantes, la Residencia Universitaria de Belmez, la de Lucano y el Colegio Mayor Nuestra Señora de la Asunción. Las tres han subido este año sus precios. La de Belmez cuesta 136 euros al mes y antes eran 130 (tiene 15 plazas para dar servicio a estudiantes de la Politécnica). En Lucano hay tres tipos de alojamiento: alojamiento con dormitorio, cuarto de baño, cocina y salón comedor (237 euros, antes 206); tres dormitorios, salón-comedor, cocina, aseo y servicio (195, antes 187) y alojamiento con cuatro dormitorios con salón-comedor, aseo, trasero, servicio y cocina (182 euros, antes 174). En cuanto al colegio mayor de la Asunción, que incluye en sus precios servicio de comida, además de limpieza de habitaciones y cambio de ropa de cama y baño, la habitación individual vale 719 euros (antes 685) y la doble cuesta 688 (antes 654).

Estudiantes en el colegio mayor de la Asunción.

Estudiantes en el colegio mayor de la Asunción. / A. J. GONZÁLEZ

Otra residencia que hay en Córdoba, en este caso privada, es la de Puertanueva. Se trata de un modelo de residencia universitaria algo distinto al que se tiene en la cabeza, como comenta su director, Miguel Ángel Peña. «Hay tiempo para todo», dice Peña, pero el estudiante que opta por esta residencia (donde además de universitarios hay opositores que ya han vivido ahí y mantienen su plaza) se caracteriza por tener un ritmo de estudio fuerte, exigente, y suelen pertenecer a carreras «difíciles», como pueden ser Veterinaria, Ingeniería Agrónoma o dobles grados. Peña señala que eso se nota en que muchos de sus estudiantes suelen ser primeros de su promoción y mantienen el ritmo porque se quedan varios años o incluso toda la carrera en la residencia. Para el próximo curso tienen 35 plazas disponibles a un precio de 840 euros (hay que sumarle el 10% de IVA), cuando antes eran 790. En esta residencia ofrecen habitaciones individuales y dobles con cuarto de baño y climatización propia, pensión completa todos los días de la semana, lavandería, limpieza de habitación, clases de idiomas, internet y uso de bicicletas gratuito, además de la posibilidad de poder seguir continuando con la formación fuera de las clases.

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