DÍA MUNDIAL DE LA ENFERMEDAD

Antonio Cubero (paciente con párkinson) ha aprendido a afrontar la vida con temblor

La mitad izquierda del cuerpo de este cordobés marcha a un ritmo más lento que la derecha | Ha sido derivado desde el hospital Reina Sofía a Sevilla para recibir una estimulación cerebral profunda

Antonio Luis Cubero fue diagnosticado de párkinson en 2016 en el hospital Reina Sofía. Intenta estar activo con aficiones suyas, como la cría de pájaros.

Antonio Luis Cubero fue diagnosticado de párkinson en 2016 en el hospital Reina Sofía. Intenta estar activo con aficiones suyas, como la cría de pájaros. / MANUEL MURILLO

M.J. Raya

M.J. Raya

Al cordobés Antonio Luis Cubero Sosa, de 60 años, le diagnosticaron párkinson en 2016 en el hospital Reina Sofía, después de acudir sin éxito en muchas ocasiones a su médico de cabecera por no encontrarse bien. Antonio apunta que él trabajaba como operario de mantenimiento de ascensores y empezó a notar que no tenía la misma fuerza a la hora de hacer las cosas, sobre todo con la mitad izquierda de su cuerpo, que iba a un ritmo más lento que la derecha.

Cuando por fin consiguió ser derivado al Reina Sofía, solo con ver su forma de caminar, la doctora María Teresa Cáceres le comunicó que, aunque se le realizarían pruebas, con toda probabilidad padecía párkinson. Para Antonio fue duro saber que sufría esta patología, pero al menos ya pudo conocer lo qué le pasaba, porque le generaba mucha ansiedad no poder realizar su trabajo como antes.

Además, su mujer y su hijo llevaban tiempo notando que la expresión de su cara había cambiado, como si su rostro siempre estuviera enfadado, uno de los síntomas de esta enfermedad, junto a los temblores, cambios en el habla, entre otros. 

Usuario de la asociación de pacientes Aparcor

Antonio es usuario de la Asociación Cordobesa de Párkinson (Aparcor), con la que colabora, e intenta que su día a día sea lo más activo posible, entre la cría de pájaros, su huerto y la rehabilitación. Este paciente, que está "muy satisfecho" de la atención que recibe en el Reina Sofía, está pendiente de que en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla le realicen próximamente una intervención consistente en una estimulación cerebral profunda, por la que le introducirán unos electrodos, para tratar de que disminuyan los temblores, dolores y problemas de movilidad que presenta.

Para este tipo de tratamiento, los pacientes candidatos de la sanidad pública son derivados desde el Reina Sofía, fundamentalmente al Virgen del Rocío de Sevilla. Al margen de esta operación, Antonio diariamente toma diversa medicación y cuenta desde hace poco con una bomba de apomorfina, que le administra de forma continua el tratamiento y contribuye a reducir las complicaciones motoras de su dolencia.

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