Capuchinos vuelve a ser el epicentro del Viernes de Dolores en la antesala de la Semana Santa

La plaza de Capuchinos vuelve a ser el epicentro del Viernes de Dolores. Desde primeras horas de la mañana se han ido formando en ella las tradicionales colas a la puerta del santuario de la Virgen de los Dolores para visitar y felicitar a la 'Señora de Córdoba'.

Una Pasión única: lee aquí el especial sobre la Semana Santa de Córdoba y provincia

Durante la mañana se han sucedido las misas en el santuario, siendo la de las 11.00 en la que la hermandad ha celebrado la fiesta de regla, estando presidida por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, y a la que han asistido numerosas autoridades. El obispo, en su homilía, ha recordado que "María es madre de verdad, no es una maternidad rebajada sino directa”, aludiendo al significado de la palabra “madre” que, como ha indicado, “no siempre es bien empleada, más aún cuando en la actualidad se permite que una madre mate a su hijo en su seno materno”.

El obispo de Córdoba ha incidido en las miles de personas que encuentran en María ese amor maternal, esa fuerza que se necesita cuando algo falla, porque “María es madre más que nunca y a alla le pedimos que nos proteja, que proteja a los que viven en la residencia de San Jacinto, a las hermanas de la Consolación que cuidan a los residentes”. Al hilo de esto, ha subrayado la importancia de cuidar a los enfermos y ancianos, pidiendo que se extremen los cuidados y cariños hacia ellos.

Asimismo, el prelado ha insistido en la necesidad de revisar nuestro interior, porque “estos días santos son días de recapacitar interiormente y ver a dónde se dirigen nuestros pasos”. “La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo es el punto de la fe cristiana”, ha recordado al tiempo que ha explicado el significado de la religión cristiana que, según el pastor de la diócesis, “no es la religión del sufrimiento, puesto que este viene por nuestra condición cristiana y pecadora, sino la religión del amor”. “La vida cristiana no es placentera, sino un camino de amor en el que hay que asumir las dificultades que lleve consigo pero con amor, de la mano y del corazón de María. Por eso, pedimos que ella nos mire con corazón de madre siempre”, ha afirmado.

El obispo, aprovechando su visita a Capuchinos, ha acudido a saludar a la Virgen de la Paz y Esperanza, que se encuentra en besamanos en Capuchinos así como a Jesús de la Sangre preparado para su vía crucis, que tendrá lugar esta noche.

Una antesala de la Semana Santa que se vivirá con intensidad en casi todos los puntos de la ciudad, donde más de una docena de hermandades de penitencia tienen programados otros tantos actos entre vía crucis, besapiés y besamanos a sus respectivos titulares.