PATRIMONIO

El retablo de la calle Lineros ya luce como nuevo tras su restauración

El Ayuntamiento de Córdoba presenta el resultado de la actuación acometida en este rincón del casco histórico que estaba en muy mal estado de conservación

Irina Marzo

Irina Marzo

El retablo de la calle Lineros luce como nuevo después de la restauración llevada a cabo por el Ayuntamiento de Córdoba. La Delegación de Casco Histórico con una encomienda de gestión a la Gerencia Municipal de Urbanismo ha intervenido en este rincón del casco histórico que se encontraba en un muy mal estado de conservación y limpieza. El alcalde, José María Bellido, ha recordado esta mañana que fue una de sus demandas cuando estaba en la oposición y su arreglo fue una de las promesas del Partido Popular para este mandato. "No ha sido sencillo, pero este rincón histórico, querido por muchos, luce con esplendor", apuntó el primer edil.

A falta de la colocación de los faroles --que están terminando unos orfebres-- y de la colocación de una talla de la Virgen de Linares, que ha donado la hermandad, la rehabilitación del retablo está concluida. El teniente de alcalde de Urbanismo, Salvador Fuentes, hizo un llamamiento a la sociedad cordobesa, a la que pidió como hizo ayer en la plaza de la Corredera respeto y colaboración, para que se mantenga libre de actos vandálicos.

El alcalde

José León, Salvador Fuentes, José María Bellido, María Luisa Gómez, Juan Murillo y Rosa Lara, junto al retablo de la calle Lineros. / MANUEL MURILLO

La empresa Dédalo ha acometido la obra que ha contado con un presupuesto de 35.000 euros, a lo hay que sumar el coste del soterramiento del cableado que afeaba la fachada que ya está libre de cables. La delegada de Casco Histórico, María Luisa Gómez, admitió que la intervención era muy necesaria y que ha requerido un importante proyecto de investigación previo, al frente del cual han estado el jefe de Arqueología de la GMU, Juan Murillo, y la arquitecta Rosa Lara.

Una restauración compleja

Ésta última ha explicado hoy que la investigación realizada sobre todo con documentación del Archivo Municipal constató que la imagen actual del retablo se debía, por un lado, a una intervención que hubo en 1937 y que sustituía a la anterior muy deteriorado por los disturbios de la guerra civil; y por otro lado, a una intervención de urgencia practicada en 1998. El estado del retablo antes de esta última actuación era de gravedad, que podría haber sido casi irreversible si no se hubiera actuado. La complejidad de la recuperación se ha debido, sobre todo, a que los problemas que aquejaban al retablo eran obra de la mano del hombre y no del paso del tiempo. Para la restauración del retablo se han empleado las mismas técnicas artesanales que se usaron para construirlo, a lo que se han sumado medidas de conservación preventiva para evitar daños en el futuro, explicó José León, conservador y restaurador de Dédalo.

Detalle de uno de los óleos del retablo de la calle Lineros.

Detalle de uno de los óleos del retablo de la calle Lineros. / MANUEL MURILLO

Carteles de uralita

Si bien se ha respetado la imagen del retablo casi al 100%, hay pequeños cambios como la eliminación de la pintada que informaba de que el retablo era propiedad municipal o la sustitución de las antiguas cartelas, que eran de uralita, por unas nuevas. Además, los lienzos originales se han restaurado y se han cedido al museo Julio Romero de Torres, y se han pintado unas copias. También se ha pintado la cubierta, y se ha llevado a cabo una restauración profunda en el acero y la madera que conforman su estructura.