INCLUSIÓN SOCIAL

Ousmane estudia, trabaja y sueña con ayudar a jóvenes conflictivos

Joven guineano de 22 años, llegó en patera a España con 16 después de un año trabajando en Argelia y actualmente hace prácticas con Fundación Samu

Ousmane, joven guineano de 22 años, actualmente hace prácticas con Fundación Samu.

Ousmane, joven guineano de 22 años, actualmente hace prácticas con Fundación Samu. / A.J. González

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Ousmane es guineano, tiene 22 años y llegó en patera a España con 16 después de un año trabajando en Argelia para ahorrar lo suficiente para pagar el pasaje. Desembarcó en Motril y de ahí lo mandaron a Granada y luego a Córdoba, donde ha vivido en un centro de protección hasta que cumplió 18 años. Su objetivo inicial era ir a Francia por el idioma, «pero empecé a estudiar y aunque al principio solo entendía matemáticas porque los números son iguales en todas partes, luego fui hablando y conociendo personas hasta sentirme como en casa», asegura, hasta que decidió que no merecía la pena empezar de cero en otro sitio. «Cuando cumples 18 años, es un agobio porque no sabes qué va a ser de ti», explica, «en el centro te tratan como un niño y de repente, ya tienes que ser adulto». 

En su proceso de formación, hizo un curso de cátering y se fue por los bares con el CV hasta que el bar El Pimentón le dio una oportunidad. «Primero hice prácticas y luego otro programa, pero no venían mis papeles, pero el dueño esperó hasta poder contratarme», afirma agradecido. A la vez que trabaja, como camarero o pinche de cocina, estudia un grado de Integración Social que le permite vivir como estudiante, aprobándolo todo, en el Colegio Mayor la Asunción.

«Yo fui quien estrenó este programa y no sabía cómo sería porque en verano y vacaciones tengo que buscar otro sitio, pero estoy bien, este es mi último año y mi objetivo es encontrar un piso», comenta decidido. Mientras tanto, hace las prácticas con Fundación Samu, donde están encantados con él por su esfuerzo y dedicación. «Me gustaría trabajar como educador social con jóvenes conflictivos en centros de reforma, en la cárcel... es mi sueño», explica. Empeño no le falta.  

Suscríbete para seguir leyendo