a fondo

Andalucía y la innovación

Los foros celebrados en Lucena y Belmez son algunos ejemplos de que la comunidad autónoma innova

Asistentes a las jornadas que tuvieron lugar en Lucena organizadas por el Consejo Social de la Universidad de Córdoba.

Asistentes a las jornadas que tuvieron lugar en Lucena organizadas por el Consejo Social de la Universidad de Córdoba. / Manuel González

Emilio Tuñón

Emilio Tuñón

Los foros celebrados en Lucena y Belmez son algunos ejemplos de que la comunidad andaluza innova. Todavía se encuentra alejada del nivel deseado y queda mucho trabajo por hacer, pero, continuando con el esfuerzo que se está llevando a cabo, el objetivo es alcanzable.

La innovación es esencial para resolver problemas que afectan a la sociedad y para impulsar el crecimiento y la competitividad de las empresas. Además, genera conocimiento, progreso y valor a la sociedad y/o a la empresa. Pero para innovar no basta con tener ideas, seleccionar la más adecuada, desarrollarla y ponerla en práctica, también es necesario que el resultado final del proceso tenga éxito. De no ser así, no se progresa y, por lo tanto, no se innova.

Debido a su importancia, la innovación ocupa un lugar destacado en las agendas de los dirigentes políticos y empresariales, por lo que habitualmente se publican indicadores que proporcionan información relevante que les facilita la toma de decisiones en sus áreas de responsabilidad. Por ejemplo, la Comisión Europea publica el cuadro de indicadores de innovación regional, documento que presenta un análisis comparativo de los resultados de los sistemas de investigación e innovación de 240 regiones europeas, incluyendo Andalucía. Sus 21 indicadores permiten visualizar los diferentes perfiles regionales, comparar ventajas y debilidades relativas e identificar áreas de mejora. De los indicadores se obtiene un índice de innovación que ordena las 240 regiones de mayor a menor puntuación y en el último índice publicado, Andalucía ocupa el puesto 177. No es una buena posición porque innovación es sinónimo de progreso y el bajo nivel innovador de Andalucía muestra una realidad que no deseamos y que puede hacernos pensar en un futuro poco prometedor.

¿Hay buenas noticias? Sí. En los últimos 15 años Andalucía ha mejorado su posición en el índice de innovación en unos 18 puestos. No es un dato exacto debido a las variaciones que con los años se han producido en el número de regiones consideradas y en la metodología utilizada, pero es un indicador que señala hacia donde nos dirigimos.

A nivel personal también percibo que vamos en la buena dirección. No me baso en datos, sino en observaciones y en la participación en actividades como las que han tenido lugar en el último mes en Málaga y en la provincia de Córdoba.

En Málaga tuvo lugar Transfiere, el Foro Europeo para la Ciencia, Tecnología e Innovación. Además de participar como ponente, tuve la ocasión de asistir a paneles temáticos, intercambiar información con empresas y organizaciones innovadoras, y apreciar el elevado nivel de la mayoría de los participantes y de las innovaciones que en algunos casos presentaban. Me gustaría señalar que Finlandia y Suecia, dos países de referencia en temas de innovación en Europa, participaron en Transfiere con universidades, empresas e inversores. También estuvieron representadas por una subsecretaria de estado y un embajador, respectivamente, lo que muestra el renombre alcanzado por Transfiere con sus once ediciones anteriores. Un éxito para Málaga, con impacto positivo en Andalucía y España.

La de Lucena fue una jornada organizada por el Consejo Social de la Universidad

Las actividades de innovación en la provincia de Córdoba tuvieron lugar en Lucena y Belmez. La de Lucena fue una jornada organizada por el Consejo Social de la Universidad de Córdoba (UCO), en colaboración con el Ayuntamiento lucentino. Consistió en dos foros y una charla. El primer foro se centró en innovación, transferencia de conocimiento, emprendimiento, internacionalización del conocimiento y tecnología dual, es decir, la tecnología aplicable a los ámbitos tanto civil como de defensa y seguridad. El segundo foro trató sobre innovación en las áreas de logística y formación, con intervenciones relativas a las oportunidades empresariales relacionadas con la logística que se presentan en la provincia de Córdoba, e información sobre la propuesta del nuevo currículo de Formación Profesional. Por su parte, la charla fue sobre inserción laboral en el ámbito de la defensa y dio a conocer el potencial profesional que presenta uno de los proyectos más innovadores de nuestras Fuerzas Armadas, la base logística del Ejército de Tierra en Córdoba. 

Tras intercambiar opiniones con autoridades locales y universitarias, empresarios y participantes, mi resumen al final de la jornada fue que el concepto de innovación se encuentra bien enraizado en Lucena. Se aprecia una cultura de innovación basada en el emprendimiento, aceptación del cambio, tolerancia al error, gestión del riesgo y aprendizaje continuo, que es la base de la innovación y condición esencial para avanzar en la misma.

La jornada de Belmez la volvió a organizar el Consejo Social de la UCO, en colaboración esta vez con la Escuela Politécnica Superior de Belmez. El tema central fue nuevamente la innovación, dando a conocer al personal académico, empresas y colectivos interesados, las ventajas de una cultura de innovación orientada hacia la tecnología dual.

Los participantes en el foro de Belmez no solo mostraron interés por el concepto de cultura de innovación, si no que en los diálogos posteriores al foro dieron a conocer algunos casos de éxito. Entre ellos quisiera destacar el de una pyme relacionada con el sector de la mecatrónica. Su gerente explicó cómo había modificado la organización, procesos y equipo de la empresa para reparar in situ y en horas lo que antes, incluyendo transporte, tardaba días. Su iniciativa reduce el tiempo de parada del material averiado, disminuye los costes totales del cliente, aumenta el grado de satisfacción del mismo, atrae nuevos clientes, incrementa el radio de actuación de la empresa y le proporciona una ventaja competitiva notable con respecto a otras empresas de su sector. En definitiva, un ejemplo de innovación, principalmente en el área de gestión, que, aunque distinta de la innovación tecnológica, también es necesaria para hacer progresar el conocimiento, la sociedad y las empresas.

Las actividades citadas en este artículo son algunos ejemplos de que Andalucía innova

Todavía se encuentra alejada del nivel de innovación que deseamos y queda mucho trabajo por hacer, pero continuando con el esfuerzo que se está llevando a cabo y aumentando el ritmo de innovación, el objetivo es alcanzable porque hay conocimiento, interés y potencial. 

*Emilio Tuñón es asesor en Logística e Innovación

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