SUCESOS

Una mujer herida grave en una explosión de gas en el Parque Figueroa

Dos bloques han sido desalojados mientras los bomberos comprueban los daños | La vivienda está siendo apuntalada tras quedar devastada

Una explosión de gas sacude al Parque Figueroa

Manuel Murillo

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Una deflagración de gas en el número 10 del pasaje Marino Jerónimo Cabrera, en el barrio del Figueroa de la capital de Córdoba, ha dejado una mujer herida que, tras ser estabilizada en el lugar de los hechos, ha tenido que ser evacuada al Hospital Reina Sofía. Al parecer, la víctima sufre quemaduras graves. El pronóstico es reservado.

Los primeros avisos llegados al servicio de Emergencias 112 alertaban de que varias personas habían quedado atrapadas en un edificio. Fuentes cercanas han confirmado que los vecinos de los domicilios superiores a la planta afectada, un segundo, han tenido que saltar entre terrazas para poder salir, porque los escombros han colapsado una escalera.

Sin embargo, la única persona afectada de gravedad es una mujer de 57 años, que residía en la vivienda devastada junto a su marido y su hijo, que, según parece ser, en esos momentos no se encontraban allí. Otras personas han presentado heridas leves como cortes y ataques de ansiedad a causa del grave incidente.

Estructura en buen estado

Las primeras hipótesis apuntan a que ha sido la explosión de una bombona de butano la causante del suceso, que ha afectado seriamente a toda la segunda planta y a algunos domicilios contiguos, lo que ha provocado el desalojo de los vecinos de los bloques número 8 y 10.

Pese a la potencia de la explosión, la estructura del edificio no presenta ningún tipo de riesgo estructural, según ha explicado Daniel Muñoz, jefe del servicio de bomberos de Córdoba. "El edificio está completamente consolidado, son cuestiones de daños en tabiquería", ha asegurado.

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Será, a partir de ahora, turno de la Policía Nacional, que ya ha desplazado a la zona para establecer las primeras pesquisas de la investigación que esclarezca cómo se ha producido la explosión.

Los bomberos, por su parte, se han dispuesto a apuntalar el inmueble afectado. Junto a la estabilización, han iniciado un trabajo de desescombro que permita a algunos vecinos del bloque volver a sus viviendas, con excepción de quienes habitan en la segunda planta, compuesta por la afectada y otras tres, y algunos colindantes.

Vecinos en la calle

Emergencias 112 recibió varias llamadas alrededor de las 20.30 horas y puso en alerta a Policía Local, Policía Nacional y equipos sanitarios. La zona ha permanecido acordonada y son cientos los vecinos que se han aglomerado en el lugar, en medio del lógico revuelo que se ha originado en la zona.

Los vecinos de los bloques 8 y 10, principales afectados, han tenido que ser desalojados y quienes se encontraban fuera de sus domicilios del resto de números han tenido que esperar durante horas en la calle, ya que, por motivos de seguridad, los agentes de la autoridad han impedido el paso.

A última hora de la noche, la mayoría de ellos han podido volver a sus pisos, con excepción de quienes residen en la segunda planta del bloque 10 y algunas viviendas colindantes que entrañan más riesgo.

A estas personas, según ha explicado el alcalde de Córdoba, José María Bellido, quien se ha desplazado a la zona, se les reubicará esta noche. "Estamos trabajando ya para que si alguna de las familias que no puede volver no tiene alojamiento, desde servicios sociales le proporcionemos mientras tanto", ha destacado. El edil, además, ha indicado que, al parecer, ni el hijo ni el esposo de la mujer se encontraban en el interior.

El alcalde ha acudido al lugar de los hechos para interesarse por lo ocurrido y conocer el estado de los afectados.

El alcalde ha acudido al lugar de los hechos para interesarse por lo ocurrido y conocer el estado de los afectados. / MANUEL MURILLO

Impacto y desesperación

La fuerte explosión ha generado un gran impacto entre los vecinos de la zona y quienes pasaban por allí. Alrededor del cordón policial, cientos de ellos se han aglomerado durante toda la noche mientras ponían en común sus historias.

En la calle de atrás, los residentes observaban, bajo un manto de cristales en la acera, el trabajo de los bomberos en el interior del edificio. Las ventanas han volado y han caído a unos 30 metros de distancia, yendo a parar al edificio de enfrente. Desde el exterior podía apreciarse la conexión entre las dos viviendas colindantes a través de un tabique hundido.

"Bendito sea Dios que me ha salvado la vida", dice una septuagenaria mientras observa la escena. Ella, relata, pasaba por el pasaje posterior cuando ha escuchado una explosión tan fuerte que no puede definirla. Las ventanas han caído tras ella. "Si a mí me cae todo eso...", balbucea con un rostro serio y la mirada perdida entre el tumulto.

No es de extrañar, ante tales hechos, que las manos fueran al corazón durante los primeros instantes y los ojos estuvieran desencajados en los rostros atónitos. En la calle principal, los familiares de la víctima han vivido con angustia unas primeras horas en las que no han podido acceder a la ambulancia en la que estaba siendo estabilizada. Finalmente, la ambulancia ha puesto rumbo al Hospital Reina Sofía.