Relajación de las medidas de prevención del covid

La utilización de mascarillas pasa a ser algo «puntual» entre los usuarios del transporte público de Córdoba

Los farmacéuticos apelan a la sensatez y recomiendan su uso si se tienen síntomas

Una usuaria de Aucorsa se desprende de la mascarilla, al salir del autobús.

Una usuaria de Aucorsa se desprende de la mascarilla, al salir del autobús. / A.J. González

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

El fin de la obligatoriedad de las mascarillas, después de casi tres años de pandemia, ha llegado al transporte público. Desde hoy, miércoles 8 de febrero, no será indispensable llevar tapabocas para subir en autobús, tren o coger un taxi. 

El Consejo de Ministros aprobó ayer esta medida que ha entrado en vigor en el día de hoy. Además, de en el transporte público, este elemento protector deja de ser obligatorio en ópticas, centros auditivos y ortopédicos. Su obligación queda limitada al ámbito sanitario, por lo que se deberá seguir llevando en hospitales, centros de salud, clínicas especializadas o farmacias. En las residencias de mayores se ha establecido que el uso es obligatorio para trabajadores y no para usuarios. 

Desde de que se flexibilizó el uso de mascarillas en exteriores y, posteriormente, en interiores, la demanda de este producto ha caído en picado y, actualmente, la compra es un hecho puntual. Algo que han notado en gran medida las empresas productoras de mascarillas como la lucentina Efficold, que comenzó a fabricar, con cuatro máquinas, funcionando a varios turnos, dedicadas a este producto en 2020, «cuando la disponibilidad de mascarillas era un problema y sus precios se habían disparado en el mercado». Desde entonces, «hemos tenido que ir ajustando la producción a la baja progresivamente», señala el director general de Efficold, Manuel Pastor, quien asegura que «no es rentable fabricar» y que, como es lógico, la demanda «bajará aún más al ir quitándose la obligatoriedad de uso».

Según los datos aportados por Efficold, en el año 2020 cerca del 15% de las ventas de la empresa se corresponden con las mascarillas, el año 2021 ya bajó muy sustancialmente al 1%, al igual que el año pasado. «No es una línea de futuro para nosotros ya que no se ha producido, por parte de las autoridades europeas, la protección de esta industria básica. En el año 2020 tuvo un impacto muy positivo en nuestra cuenta de P&G, posteriormente ha sido insignificante en cuanto a las mascarillas se refiere», ha aclarado Pastor. Aún así la empresa cordobesa ha aprovechado su introducción en este tipo de mercado «para potenciar una gama de productos de frío y otros para el sector Biomédico, farmacéutico y laboratorios por el que si estamos apostando seriamente», ha detallado el director de la empresa. Además, desde el principio de la producción, Efficold ha orientado gran parte de su venta al sector profesional, por lo que, en este sentido, seguirán distribuyendo aunque siga descendiendo la demanda. 

Las farmacias, son otro de los sectores directamente relacionado con la venta de este producto, como lugar de venta de productos sanitarios, que también ha sido participe de la evolución de la demanda y uso del tapabocas. Además, como lugar sanitario, las farmacias siguen conservando la obligatoriedad de mascarillas para clientes y trabajadores.

Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba apuntan que «la venta de mascarillas se ha visto disminuida desde que se flexibilizó su uso, no es comparable con el inicio», afirma el secretario general del Colegio, Antonio Ortega, quien, a falta de cifras exactas, asegura que las ventas «han disminuido muchísimo», pues «las ventas con la pandemia eran acordes a esa demanda». Pero, en este sentido, no es algo que preocupe a los farmacéuticos, pues cuentan con este producto «para dar un servicio al público pero no da beneficio, desde que llegó nunca lo hemos puesto para sacar beneficio», ha añadido Ortega. 

No obstante, a pesar de que este elemento deja de ser obligatorio en la mayoría de espacios públicos, desde las farmacias de Córdoba apelan a la responsabilidad, precaución y sensatez de la ciudadanía, para que siga usando este elemento cuando tengan síntomas de covid o gripe. «Ojalá sigamos concienciándonos de que el covid no se ha ido, continúa, tenemos que ser responsables para que se use cuanto tengas síntomas», especifica Antonio Ortega, quien aclara que es importante su utilización en farmacias, pues muchos clientes llegan a las mismas con alguna enfermedad.

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