El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba iniciará los trámites, la semana que viene, que permitirán cambiar la normativa para que se puedan instalar placas solares en el casco histórico de la ciudad, una demanda vecinal que viene de largo. Así lo han anunciado este martes el presidente de la Gerencia, Salvador Fuentes, y el jefe del departamento de Arqueología, Juan Murillo.

La base, ha incidido Fuentes, en que el casco histórico no se convierta en un museo "sin vecinos", pero también ha dejado claro que la flexibilización de la norma no es "una barra libre" para instalar placas de la forma en que se estime oportuno. Urbanismo acepta así la propuesta presentada por los vecinos que busca alternativas energéticas sostenibles.

Esas propuestas pasan por varias claves, desde zonificar el casco dependiendo de su nivel de protección, hasta modificar el Plan de Especial de Protección del Casco Histórico (Pepch). Además, Fuentes ha anunciado ayudas para aquellas instalaciones que supongan un desembolso mayor, como son las innovaciones más avanzadas y también las que más se mimetizan con el entorno.

Las tres zonas del casco: gris, salmón y rojo

Para aplicar la normativa el casco se dividirá en tres zonas dependiendo, a grandes rasgos, del nivel de protección de sus edificios. La primera zona es la de color gris y aquí bastará con una declaración responsable para poder instalar las placas. Ojo, siempre que no se trate de un edificio catalogado, es decir, que se permitirán los captadores fotovoltaicos en edificios con ordenanza de Zona Renovada. Se seguirá la misma regulación que se usa para la instalación, por ejemplo, de máquinas de aire acondicionados o de antenas telefónicas.

En cuanto a la zona salmón, se trata de entornos conocidos como "no delegados por la Consejería de Cultura". La casuística es más o menos similar que a la zona gris, ya que también hay parcelas catastrales con ordenanza de Zona Renovada y otras de Protección Tipológica. Aquí, para la instalación de placas, será necesario el permiso de Cultura.

Y después está la zona roja,  donde se engloban 120 Bienes de Interés Cultural (BIC) y a la que habría que añadir monumentos, edificios y conjunto catalogados incluidos en el catálogo del Pepch con niveles de intervención de Protección Integral o Protección Estructural, dada la imposibilidad de instalar captores fotovoltaicos con los condicionantes tecnológicos actuales. En los BIC, ha avanzado Fuenes, no se van a instalar placas de ningún tipo. Aquí se busca impulsar medidas de incentivación del ahorro energético mediante programas específicos de subvenciones adaptados a las peculiaridades de sus edificios o explorando otras fuentes de energía limpia como la geotermia o la aerotermia.

Caso por caso y castigar a los incumplidores

Tanto Fuentes como Murillo han incidido en que la complejidad del casco histórico de Córdoba, así como su nivel protección por parte de la Unesco, hacen que la instalación de captadores fotovoltaicas suponga casi que mirar caso por caso. Es un espacio enorme, han insistido, por lo que regular en este sentido "no se puede despachar de un día para otro".

Además, Fuentes ha avanzado que desde la Gerencia se intentará localizar a quienes han instalado placas sin tener permiso para ello con el objetivo de castigar a quienes lo hacen mal y no al revés, es decir, no a los vecinos que siguen a la espera de poder instalar placas y que quieren seguir la norma.

Concentración vecinal

A la misma hora que Salvador Fuentes informaba de los avances en el caso de las placas y el casco, vecinos de esta zona histórica se concentraban frente a la sede de la Gerencia de Urbanismo. La presidencia de la asociación La Medina, Lourdes Martínez, ha incidido en que los vecinos del casco quieren las placas "ya" porque deben tener los mismos derechos que el resto de vecinos de la ciudad.

Según Martínez, además, la normativa de la Unesco no prohíbe la instalación de placas en la zona y entienden, en cualquier caso, que la colocación se tenga que hacer de forma ordenada.

Además, ha incidido en que existen modelos de placas que no causan tanto impacto visual como sí lo hacen desde hace años "los toldos más puestos, las veladores en terrazas de edificios o la cantidad de aires acondicionados o antenas que hay".