ENTREVISTA | Inmaculada Nevado Magistrada de la sección tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba

«Una justicia fuerte, con medios, no interesa. Interesa una Justicia lenta»

Inmaculada Nevado, en su despacho en la sección Tercera de la Audiencia provincial de Córdoba.

Inmaculada Nevado, en su despacho en la sección Tercera de la Audiencia provincial de Córdoba. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Pilar Cobos

Pilar Cobos

Próximamente se cumplirá un año desde que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nombró a Inmaculada Nevado (Córdoba, 1972) magistrada de la Sección Tercera de la Audiencia provincial de Córdoba. Titular del juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba durante 16 años, se convirtió en la primera jueza que accedía a la sección Penal de la Audiencia. Es jueza desde 1999 y entre sus destinos anteriores se encuentran el juzgado de Martos 2 (Jaén) y el Mixto 2 de Ciudad Real. Junto a otras actividades formativas, el año pasado realizó una estancia en Eurojust, la agencia de la UE para la cooperación judicial penal, una experiencia que califica como «magnífica». En la entrevista concedida a este periódico, la magistrada asegura que, lejos de las críticas que en ocasiones recibe este sector, «uno es magistrado y se pone la toga y resuelve conforme a Derecho». También reivindica que «las mujeres nos hagamos valer» en los distintos ámbitos de la vida.

En marzo del año pasado fue nombrada primera magistrada en la sección Penal de la Audiencia. ¿Qué ha supuesto el cambio?

Me honra mucho estar aquí. Es como el paso que te corresponde dar en tu carrera judicial. En el Penal 4 estaba fenomenal, sobre todo por el equipo humano. La verdadera esencia de los juzgados y de la Administración de Justicia en general, y eso lo comparto con lo que dice mi presidente siempre (Francisco de Paula Sánchez Zamorano), es que esto se mantiene por la gente que estamos. Porque la Administración de Justicia es la hermana pobre. Sacamos el trabajo por nosotros, por los abogados, los procuradores, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Local. Entre todos, empujamos en un sistema que está como un poco en contra de nosotros, porque no le interesamos a nadie, cuando somos un factor muy importante, porque la gente pone en nuestras manos su vida, su patrimonio, su honor, su indemnidad y libertad sexuales, etcétera. Al principio, me costó acostumbrarme a trabajar en un tribunal colegiado y estar rodeada de hombres. Hablo maravillas de mis compañeros, pero nos tenemos que acostumbrar todos, ellos también, a verte como una igual. No quiero decir que no me vean como una igual, pero a veces hay que sacar un poco el espíritu e imponerse.

A veces se dice que existe cierto machismo en la Justicia. ¿Está de acuerdo?

Sí lo veo, sí, sí. Además, en parte, pienso también que las mujeres somos nuestras propias enemigas, porque tenemos tendencia a cuidar y a alabar a los hombres. Pienso que nunca nos ponemos por delante. A veces hay que proyectarse, darnos a valer.

¿La cultura machista se ve en las sentencias?

Yo no la veo. No comparto esas críticas de personas que se llaman feministas, que feministas estamos muchas, de muchos colores, igual que mujeres. La resolución judicial resuelve temas estrictamente jurídicos, estrictamente técnicos. Es cierto que en Penal es muy importante la valoración de la prueba y muchas veces son valoraciones personales, declaraciones... Pero es una valoración técnico-jurídica. Igual que esto que se dice de que en la ley del ‘sí es sí’ hay que salvar el consentimiento para que a la víctima no se le pregunte si se tuvo que defender. Quizá en Instrucción hay que preguntar las circunstancias, pero en un tribunal de enjuiciamiento, el tribunal no tiene que hablar, tiene que estar eminentemente callado y escuchar.

La sección Tercera está especializada en violencia contra la mujer. ¿Su llegada puede beneficiar a la labor que realiza, aportar una sensibilidad diferente?

Sí y no. Los compañeros llevan tiempo desarrollando la labor de ser la sección especializada en violencia sobre la mujer y por los criterios que mantenemos, y que yo comparto con ellos, no creo que yo aporte algo de más. Últimamente, se nos ataca a los jueces diciendo que tenemos escasa formación. No es cierto. Estamos en continua formación. Tenemos, creo que la mayor parte de la carrera judicial lo tiene, un curso específico de perspectiva de género.

¿Cuántas sentencias se han revisado en Córdoba por la Ley del ‘sí es sí’?

Aquí en la Audiencia hemos revisado bastantes, unas treinta. En palabras del presidente, somos una Audiencia modélica, porque ha dado datos a la prensa, se ha hecho con total transparencia, lo hemos hecho todos los magistrados en consenso. Modificar pena, más de veinte seguro.

¿Habría que volver a revisar sentencias si modifican la ley?

No sabemos lo que van a hacer. Parece que la van a tocar para dejarla un poco como estaba antes de esta reforma, que entró en vigor en octubre. Cinco meses después, la vamos a tocar otra vez. Parece que se van a tocar las penas mínimas, porque las máximas sí que están bastante ajustadas y elevadas en la mayor parte de ellas. No se sabe, pero estos agresores y abusadores sexuales, convictos por estos delitos a los que se les ha modificado la pena, ya no se pueden volver a revisar aunque se endurezcan, porque no lo permite el Código Penal.

Inmaculada Nevado, en su despacho en la sección Tercera de la Audiencia provincial de Córdoba. |

Inmaculada Nevado, en su despacho en la sección Tercera de la Audiencia provincial de Córdoba. | / FRANCISCO GONZÁLEZ

Se ha modificado la pena por malversación. ¿La Audiencia está revisando casos?

Creo que en la sección Tercera los compañeros Yarza (José Francisco Yarza) y Sánchez (Francisco de Paula Sánchez) tienen cada uno una. La sección Segunda no sé si tiene alguno. Lo que hace la reforma, un poco, es una atenuación de la malversación y cambiar una terminología. Lo mismo que se hace con los delitos sexuales, cambia la terminología y ahora todo es agresión sexual. Bueno, mire usted, pero si es que esto ya lo teníamos también antes...

¿El atasco en el Penal 6, de violencia sobre la mujer, afecta a la sección Tercera de la Audiencia?

Afecta porque nosotros somos la sección de violencia de género. Todas sus apelaciones y todos sus asuntos vienen aquí. Cuando se refuerce, tendremos mucho más reparto de asuntos. Será cuestión luego de que nos refuercen a nosotros. Es esencial que ese juzgado se refuerce, porque va señalando por 2025. Lo que hace la compañera, a base de su salud física y mental, es un trabajo inasumible.

En los últimos días de 2022 y los primeros de 2023 estamos conociendo muchos asesinatos de mujeres y parece que una de las medidas adoptadas es el refuerzo de su protección. ¿Qué se puede hacer ante este problema?

Es complicado decir qué se puede hacer que no se esté haciendo. La violencia de género tiene una cobertura legal, policial y jurídica magnífica. Tenemos un SAVA (Servicio de Asistencia a Víctimas), una policía específica, un turno de abogados especialistas y no tienes que tener dinero para pagar ese abogado. Tenemos un juzgado específico de violencia sobre la mujer, un juzgado de enjuiciamiento, una sección de la Audiencia. Conozco el tema muy de cerca, porque mi marido está en la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional, y tienen un grupo de investigación y un grupo de protección. Colabora también con ellos la Policía Local. En los pueblos tenemos a la Guardia Civil, tienen también sus grupos específicos. No sabemos qué falla. Llama la atención que muchas de las fallecidas y de las agredidas nunca denunciaron, pero creo que desde el minuto uno que decidimos denunciar, la cobertura es pionera y única prácticamente en Europa. Todo el mundo pone el acento en la educación y puede que sea eso. No sé qué más se puede hacer, quizá crear más juzgados, que tenemos siempre esta lacra de que somos pocos.

Llama la atención el número de víctimas que se acoge a la dispensa a la obligación de declarar.

Eso ha cambiado últimamente. Ya solo se puede hacer si no has denunciado, si te has acogido a tu derecho a no declarar durante la instrucción y si no te has constituido como acusación particular.

¿Preocupa la violencia de género en menores?, ¿aumenta?

Cada vez se empieza antes en todo. Nuestros niños cada día son más precoces. Aquí solo vemos las parejas en las que él o ella es mayor de edad y la víctima puede ser menor. Hay menores manteniendo relaciones sexuales a muy temprana edad y en la violencia de género se ve también un aumento exponencial, de menores y de mayores de edad que acaban de cumplir la mayoría. Sí hay un aumento de violencia entre menores.

Ha desarrollado gran parte de su carrera en el Penal 4, con macrocausas como la operación ‘Fénix’ de los joyeros, que coincidió además con el juicio por el fraude en cursos de formación. También, en 2008, ordenó el primer derribo de una casa ilegal en el entorno de Medina Azahara. Parece que ha abordado algunas de las cuestiones que más llaman la atención en los tribunales.

Esas causas fueron duras y complejas de montar, de hacer. El primer mes que me turnaron los joyeros y, a la semana siguiente, los cursos de formación, dije «no puede ser», pero pensé «esto es trabajo y, como dice la Biblia, hay que morir matando. Venirse arriba y hacerlo». Todo eso lo hice por el equipo humano que tenía en el juzgado. En el juicio de la operación Fénix se sentaron en el banquillo 96 personas, con empresas y letrados de toda España. Parecía que estábamos organizando una boda. Y luego lo disfrutamos mucho, porque seis meses en una sala con 60 abogados, acabamos haciéndonos amigos y disfrutando el procedimiento. Desde el punto de vista personal fue muy duro y desde el profesional también. Se nos ayudó muy poco.

¿La absolución de los joyeros le dejó un sabor agridulce ?

Eso es una decisión jurídica. A ningún juicio vas con ninguna idea preconcebida. La sentencia tiene un recurso pendiente de resolver por la sección Segunda. La decisión que se tomó es la que considero que en Derecho había que tomar. Cuando no hay prueba suficiente para condenar, hay que absolver.

La sentencia de derribo de la casa ilegal en el entorno de Medina Azahara también fue sonada porque, a pesar de la proliferación de parcelaciones ilegales, Córdoba no estaba acostumbrada a estas decisiones judiciales.

Fue un pie en pared. Después de esa sentencia, mi línea era esa. Estudié el caso y llegué a esa conclusión. Es cierto que luego la Audiencia provincial tenía otro criterio. A partir de ese criterio, eran sentencias estimatorias del recurso del recurrente para no demoler. Pero el Supremo, a partir de 2020, ha dicho que no se demuele en las agresiones ínfimas, pero en el resto hay que demoler. Hay que restaurar el orden jurídico vulnerado.

¿Aparte de estos procedimientos, hay alguno que le haya causado una impresión especial?

Casos ha habido muchos. Uno se hace juez y se pone en modo profesional, como el modo avión de los teléfonos. Te pones un escudito, te adoleces como persona, pero como juez lo ves todo desde un punto de vista profesional. Sí que alguno te toca más que otro. En la última época, a mí me tocó el niño que se ahogó en los Baños de Popea. Creo que está pendiente de recurso de casación. Fue difícil.

Comenta que viene de una familia humilde. ¿Qué le llevó a hacerse jueza?

Yo quería ser periodista. Uno cuando es pequeño va pasando por diferentes etapas. Me definí ya un poco al principio de la carrera. Como uno ve muchas películas, yo quería ser fiscal, el que acusa, el que pregunta. Mi padre me convenció para que hiciera Derecho. Estuve vinculada al departamento de Derecho Penal y me gustaba la carrera judicial.

¿Qué casos se está encontrando en la sección Tercera?

Tenemos, en esencia, delitos contra la libertad sexual. En lo poco que llevo, son el grueso. Fundamentalmente, delitos contra la salud pública y, de vez en cuando, un delito económico, algún delito contra la Seguridad Social.

¿Córdoba es una ciudad segura?

Parece segura. Y yo quiero creer que lo es, pero hay de todo. El índice de criminalidad bajó con la pandemia, pero ahora sigue igual. Hay que andar con cautela.

Se acaba de nombrar un presidente para el Constitucional y parece que la reforma del Consejo General del Poder Judicial sigue dando que hablar. Algunos ciudadanos estamos perdidos, ¿qué opinión le merece lo que está pasando?

Los ciudadanos y los propios jueces y magistrados. Lo que la judicatura en general quiere, primero, es que se desbloquee. Es cierto que en la Justicia un poco más de a pie parece que no nos vemos tan afectados, pero sí que es necesario. Damos una sensación de ser una Justicia descabezada. A pesar de que el CGPJ lleva muchos años sin renovarse y nosotros a diario sacamos nuestro trabajo. A la ciudadanía se le da una imagen que creo que hay que resanar, que subsanar rápido.

¿Comprende que en ocasiones se tenga la visión de que la Justicia está politizada?

Quiero pensar que no está politizada, que los jueces de a pie hacemos nuestro trabajo sin dejarnos llevar como hablábamos antes también de los criterios machistas o de lo que cada uno opine en su vida. Pero la Justicia está sufriendo unos ataques muy injustificados por parte de cierto sector político, no de todos los políticos. Nosotros somos también un poder. Igual que se dice que hay que desjudicializar la política en Cataluña. No, mire usted, el imperio de la ley tiene que estar en todos sitios. Una Justicia fuerte no interesa. No interesa una Justicia con medios, interesa una Justicia lenta, absolutamente garantista, donde todo se recurra.

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