ATENCIÓN SOCIOSANITARIA

Residencias y centros de día de Córdoba no encuentran personal cualificado

Las empresas del sector advierten del déficit de enfermeros, auxiliares, médicos y gerocultores | Alertan de la huida de profesionales al SAS porque la retribución es más elevada que en la privada

Residencias y centros de día alertan de las dificultades para contratar personal cualificado.

Residencias y centros de día alertan de las dificultades para contratar personal cualificado. / Manuel Murillo

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La atención a mayores y personas con discapacidad que se ofrece en residencias y centros de día de Córdoba, principalmente a través de empresas privadas con plazas conveniadas con la Junta de Andalucía, no atraviesa un buen momento. El principal motivo es la acuciante falta de personal cualificado al que contratar, una realidad que según la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste) no es exclusiva de Córdoba o de Andalucía sino que se está reproduciendo en toda España. Según la asociación, que representa a 75 residencias y 47 centros de día andaluces, «existe un grave problema de falta de profesionales en el sector sociosanitario, por lo que reclamamos un Pacto de Estado sobre el modelo de cuidados que necesita nuestro país con una auditoría que identifique las carencias existentes con el fin de diseñar un sistema de cuidados sostenible para los próximos años». La situación, recuerdan las empresas, es especialmente delicada en territorios como Córdoba, con una población especialmente envejecida. Según Aeste, los perfiles que más cuesta encontrar son «enfermeros, médicos, auxiliares y gerocultores», de ahí que planteen la necesidad de «aumentar el número de profesionales que se forma en las universidades y agilizar los tiempos de homologación de titulaciones». 

"Faltan profesionales y hay huida al SAS porque ofrece mejores honorarios"

En Córdoba, la presidenta de Fepamic, Sara Rodríguez, confirma los problemas que están teniendo para emplear a trabajadores formados, lo que les ha llevado a acelerar su oferta formativa, generando oportunidades de empleo «a mayor rapidez de lo que formamos». A la escasez de profesionales se suma, detalla, «la huida de ese personal que se va cualificando al SAS", lo que complica aún más que las empresas privadas puedan contratar a los trabajadores que necesitan para atender a sus usuarios. El motivo de esa huida es «que el SAS ofrece honorarios más altos que la empresa privada», indica Rodríguez, que recuerda que «aunque ha habido subidas en el precio de las plazas concertadas, la dotación que recibimos no nos permite competir con los sueldos de la administración». Y eso a pesar de que en muchos casos, «se ofrecen mejoras salariales por encima de convenio para retener al personal, lo que obliga a buscar ingresos extra para que las cuentas cuadren. Según la presidenta de Fepamic, «hay que apostar por la orientación laboral al sector sociosanitario» y mejorar la dotación por plaza conveniada. 

La directora de la residencia Vitalia de Alcolea, Valle Carrillo, coincide en que la situación es cada vez más delicada. «Hace años, teníamos enfermeros y auxiliares que estaban en la pública y doblaban después en la privada, lo que nos permitía contar con personal, pero la mayoría de la gente ahora no quiere eso», señala, al tiempo que insiste en que «las residencias y centros de día privados no pueden competir con el SAS para atraer personal porque nuestro convenio está muy por debajo de las condiciones laborales que se ofrecen en la pública». Sin embargo, la inmensa mayoría de las prestaciones de servicios que prevé la ley de dependencia la realizan empresas privadas, ya que apenas hay residencias o centros de día públicos.

Las empleadas de hogar suplen el déficit de personal en las casas

Las necesidades crecientes de atender a personas mayores en casa han disparado la demanda de servicios a domicilio. Son muchas las familias que, a la espera de recibir la prestación por dependencia que les corresponda, acuden a empresas privadas para contratar el servicio. Una de estas empresas de Córdoba es Wayalia. Según su director, Luis Pastor, además de ofrecer el servicio directo con profesionales, actúan como agencia de contratación reclutando a personas aptas para el cuidado de mayores, asesorando jurídicamente a las familias y a los trabajadores. «Tenemos dos modalidades de servicio, una con trabajadores cualificados y otra con empleadas de hogar que tienen mucha experiencia, pero carecen de la titulación necesaria». Como prestadores de servicio, no las pueden emplear, pero los particulares sí las pueden contratar para atender a sus mayores en casa. «El 90% de los contratos que los servicios que se nos solicitan son de este tipo», explica, «además de que el salario por convenio es algo más bajo que el de un auxiliar de clínica, porque no están titulados, las familias se aseguran de que van a recibir siempre a la misma persona». La diferencia salarial entre un titulado y una empleada de hogar es de unos 70 euros netos mensuales, explica Pastor, que afirma que cada mes cierran en torno a 25 contratos de este tipo con empleadas de hogar. «La mayoría son mujeres, aunque también contamos con algunos hombres».

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