ECONOMÍA

La agricultura lastra la creación de empresas en Córdoba

Los servicios y la construcción incorporan 182 sociedades, y el campo y la industria pierden 1.215 | La cifra de trabajadores, en máximos pese a anotar una reducción durante el ejercicio 2022

Recogida del olivar en Baena.

Recogida del olivar en Baena. / MIGUEL PÁRRAGA

Pilar Cobos

Pilar Cobos

El año de la inflación récord, de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, de la crisis energética y de la huelga de transportistas que paralizó el país, 2022, ha finalizado con sabor agridulce para el tejido productivo de Córdoba. Pese a todas las circunstancias desfavorables que siguieron a los peores momentos de la pandemia de coronavirus, la actividad económica ha resistido, aunque finalmente se ha visto afectada por otro escenario negativo: la mala cosecha de la aceituna y la sequía.

De este modo, el ejercicio ha cerrado con 26.836 empresas inscritas en la Seguridad Social en Córdoba (este dato no incluye a los autónomos), lo que ha supuesto una pérdida de 1.033 sociedades en un año, un descenso del 4% en términos porcentuales, que se ha debido principalmente a la agricultura (1.192 cierres) y a la industria en menor medida (23). Con este resultado, la provincia regresa a los niveles de empresas inscritas del año 2015. 

Sin embargo, la información de la Seguridad Social también pone de relieve que la construcción ha sumado 50 empresas en los últimos doce meses y los servicios, 132. 

La tendencia al crecimiento se refleja, asimismo, en la creación de empleo. Estas sociedades tenían contratados a 212.179 trabajadores el año pasado y este es el segundo dato más alto de los últimos ejercicios después de los 213.343 profesionales registrados en 2021 (ahora hay 1.164 menos). 

Las contrataciones

Así las cosas, el sector servicios ganó el año pasado 3.899 profesionales (tiene 130.053 registrados en la Seguridad Social); la construcción, 940 (12.149), y la industria, 492 (32.336). La agricultura y la ganadería, en cambio, perdieron 6.495 trabajadores (cuentan con 37.641), por lo que su fuerte bajada del empleo no pudo ser contrarrestada por los incrementos anotados en otras actividades en la provincia. Pese a todo, Córdoba tiene ahora más empleados contratados que antes del covid y que en los años previos a la última crisis económica.

Empresas y trabajadores inscritos en la Seguridad Social.

Empresas y trabajadores inscritos en la Seguridad Social. / CÓRDOBA

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El secretario general de UPA, Miguel Cobos, afirma que son dos, fundamentalmente, los motivos que explican la evolución del sector agrario en el último año. En primer lugar, la disminución de la cosecha de la aceituna, porque «muchas empresas son del olivar y hemos tenido una reducción del 50% en la producción, con lo que algunas se habrán dado de baja», refiere.

El responsable de UPA recuerda que «mantener la empresa activa cuesta dinero», ya que es necesario abonar gastos como los de gestión relacionados con Hacienda y los del plan de prevención de riesgos laborales, que cuesta unos 250 euros. «Una pequeña empresa, entre gestión y pagos quizá tiene un gasto de 500 euros al año. Optas por darla de baja porque ese año no va a tener actividad, no tendrá que contratar a trabajadores por la sequía y la disminución de la cosecha», detalla. «Al darte de baja, no tiene esas obligaciones», valora.

De otro lado, Miguel Cobos indica que «la reforma laboral (que entró en vigor en marzo del año pasado) puede que haya tenido algunas consecuencias. Ya no se pueden hacer tantos contratos como antes y si se contrata a los mismos trabajadores, hay que hacerlos fijos discontinuos. Pero creo que se ha optado por asumir esta responsabilidad», admite, restando importancia al cambio normativo. 

Juntos a los efectos de la sequía y otros factores en el olivar, el secretario general de UPA recuerda que la menor dotación de riego ha motivado una reducción de la superficie cultivada de ajo. Si Córdoba habitualmente ha sembrado unas 3.000 hectáreas de media, este año se han sembrado unas 2.000, y «esto también supone que haya habido menos empresas con ajos sembrados», destaca. 

En último lugar, Miguel Cobos señala que la bajada de la producción en los cítricos ha sido menor. «Este es un cultivo de regadío y, aunque ha habido menos dotación y cosecha, los efectos se han notado más en el tamaño de los frutos que en la propia disminución de la cosecha», explica.   

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El sector agrario y, en mucha menor medida, la industria han protagonizado la pérdida de tejido empresarial en Andalucía y España durante 2022. Al igual que ha ocurrido en Córdoba, el número de empresas inscritas en la Seguridad Social enmarcadas en estas actividades (excluidos los autónomos) se ha reducido y esto ha llevado a que el país cierre el año con 1.329.897 sociedades en total, lo que ha supuesto un leve descenso interanual y 2.493 empresas menos en términos absolutos. Andalucía tiene ahora 260.650 sociedades en los distintos sectores y estas son un 2% menos que en 2021, por lo que han desaparecido 4.209 empresas en cifras absolutas.

En el caso de la comunidad autónoma, durante los últimos doce meses han sumado empresas Sevilla, que tiene ahora 55.486 (+50); Málaga, que cuenta con 56.337 (+776); Huelva, 14.583 (+108); Cádiz, 31.780 (+216), y Almería, 30.221 (711). 

Por otra parte, el número de sociedades inscritas en la Seguridad Social ha bajado en 2022 en Córdoba, que está a la cola de Andalucía con 26.836 negocios (-1.033); Granada, que tiene 29.805 (-683), y Jaén, con 28.514 (-4.034). 

Acerca de la evolución del número de trabajadores contratados, la estadística manifiesta que en España hay 14.965.303, un 3% más que en 2021, y en la comunidad autónoma hay 2.339.497, un 1,4% más.

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