Diario Córdoba

Casas de Córdoba con señorío

Córdoba cuenta con una colección de edificios con historia que han sobrevivido al paso del tiempo gracias, en parte, a su transformación en centros de cultura

Texto: Araceli R. Arjona / Fotografía: F. González y A.J. González / Diseño: M.A. Castro
Balconada de la actual escuela de Arte Dramático y Danza.

Balconada de la actual escuela de Arte Dramático y Danza.

«Córdoba conserva muchas más casas principales de las que la gente cree, aunque pocas de las que han llegado hasta nuestros días son monumentales de verdad si se comparan con las conservadas en otras ciudades como Cádiz o Sevilla». Según Gonzalo Herreros, doctor en Historia y Patrimonio por la Universidad de Córdoba además de estudioso de la genealogía y la nobleza asentada a lo largo de los años en la ciudad califal, en el siglo XIX y XX, con la llegada del desarrollo económico y sin demasiado criterio, muchas de esas casas que habían sido levantadas por familias adineradas y aristócratas se destruyeron para construir bloques de pisos o abrir nuevas arterias urbanas como la calle Nueva (Claudio Marcelo), conservando en algunos casos apenas la fachada.

Calle Claudio Marcelo.

Calle Claudio Marcelo.

Palacio de Orive.

Palacio de Orive.

Pese a todo, aún pervive un buen puñado de palacetes y casas señoriales bien conservadas, muchas de las cuales acabaron en manos de instituciones públicas que, tras convertirlas en centros educativos o culturales, han conseguido salvarlas de la piqueta y le han permitido llegar en buen estado hasta nuestros días. Aquí recogemos algunos ejemplos.

Balcón de la casa de los Díaz de Morales.

Balcón de la casa de los Díaz de Morales.

Casa nobiliaria de los marqueses del Carpio.

Casa nobiliaria de los marqueses del Carpio.

1. Palacio de los Fernández de Mesa


En la calle Blanco Belmonte número 14 se encuentra el palacio de los Fernández de Mesa, también conocido como de Las Quemadas. Se trata de una casa con dos patios porticados que data de mediados del siglo XVII, aunque fue remodelada por última vez en el siglo pasado, cuando se convirtió en Escuela Superior de Arte Dramático y Danza. El inmueble fue residencia de la familia Fernández de Mesa, que en el siglo XVIII heredaría el marquesado de Villaseca, siendo propietarios a la vez de esta casa y del hoy llamado palacio de Viana. Cuando se marcharon a vivir a El Carpio, el edificio pasaría a manos de los condes de Las Quemadas, que la reformaron y dejaron su huella impresa en el escudo de armas que se encuentra en la escalinata principal.

Escudo de armas.

Escudo de armas.

Aunque esta familia compró el inmueble y lo remodeló, lo cierto es que vivieron muy poco tiempo en él. Según el historiador Gonzalo Herreros, en los años 30 del siglo pasado el palacio fue adquirido por José López Laguna, un rico propietario de Fernán Núñez y su esposa, que residieron en ella medio siglo, hasta que la viuda la vendió a principios de los años 80 al Ministerio de Cultura. Aunque no pesa sobre ella ninguna leyenda urbana, el historiador señala que en una genealogía familiar de los Fernández de Mesa se recoge que uno de los hijos del marqués murió ahogado en el pozo de la casa


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil
  • Siglos: XVII al XX
  • Época: moderna-contemporánea
  • Ubicación: calle Blanco Belmonte

2. Palacio de los Páez de Castillejo


Recorrer el Museo Arqueológico de Córdoba no solo invita a descubrir los restos expuestos en el mismo sino a imaginar cómo sería la vida en el palacio de los Páez de Castillejo, el ejemplo más antiguo conservado del Renacimiento cordobés y «la mejor casa de Córdoba en el siglo XIX, el único edificio civil que se fotografiaba por su belleza singular», asegura el historiador Gonzalo Herreros. De imponente fachada, esta casa señorial de dos plantas y tres patios fue diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz II en el siglo XVI, pero es reflejo de la mezcla de culturas de Córdoba, ya que se levanta sobre unas casas mudéjares pertenecientes al alfaquí Ybrahim Ben Nacer, cuya propiedad fue otorgada por Fernando III tras la conquista de la ciudad en 1236 a Martín de la Cerca.

Vistas del patio y del mosaico romano de la escalera principal.

Vistas del patio y del mosaico romano de la escalera principal.

Más tarde, a través de herencias y ventas entre familias nobles, la casa pasaría a los Páez de Castillejo en el siglo XIV, una familia de gran influencia social y política en la época. En el siglo XV, la casa se fue ampliando, según explicó con motivo de la última restauración de la fachada la directora del Museo Arqueológico, María Dolores Baena, anexionando otras casas próximas y realizando obras como la escalera monumental obra del cantero mayor de la catedral. Convertida ya en casa palacio, en 1569 albergaría la boda del duque de Medina Sidonia y la hija de la princesa de Éboli. 


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil
  • Siglo: XVI
  • Época: moderna
  • Ubicación: plaza de Jerónimo Páez-Calle marqueses del Villar

3. Palacio de los condes de Torres Cabrera


Los señores de Torres Cabrera tuvieron desde el siglo XVI sus casas principales en el mismo lugar que hoy ocupa el palacio que lleva su nombre. La familia obtuvo el condado en 1658 por merced del rey Felipe IV a don Juan Francisco Fernández de Córdoba y Argote. Tres siglos más tarde, según el historiador Gonzalo Herreros, el noveno conde de Torres Cabrera, un importante cacique, ocuparía además el puesto de alcalde de Córdoba, diputado, senador y gobernador civil del partido conservador. Fue él quien concluyó la reforma de la casa iniciada en 1847, como se lee en la cancela de la entrada, y quien recibió al rey Alfonso XII en su salón de espejos.

Salón de los espejos.

Salón de los espejos.

Antes de la Guerra Civil, la familia vendió la casa, que fue alquilada y transformada en colegio de los Hermanos Maristas. Acabada la guerra, Rafael Cruz Conde, exalcalde de Córdoba, la adquirió y en ella vivió junto a sus dos hijos, que también serían alcaldes de Córdoba en época franquista. De ellos pasó en herencia a sus descendientes, que aún la poseen.

Rafael Cruz Conde.

Rafael Cruz Conde.

Como curiosidad, Herreros destaca el hecho de que en su interior conserva mosaicos romanos y el brocal de pozo de 1665 en el que se apareció la Virgen de la Salud, que da nombre a la Feria de Córdoba. También apunta que la parte trasera del palacio da a un callejón de finales del siglo XIX «que se bautizó después con el nombre del teniente Julio Albornoz y Martel, nieto del conde, caído en la Guerra de Marruecos como otros miles de jóvenes españoles».


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil (residencia privada)
  • Siglo: XVII
  • Época: moderna
  • Ubicación: calle conde de Torres Cabrera

4. Palacio de los Villalón/Orive


El Palacio de los Villalón se construyó en 1560 y constituye «uno de los mejores ejemplos del Renacimiento cordobés», diseñado por la saga de arquitectos de los Hernán Ruiz. Los Villalón fueron una familia de ricos artesanos en el sector comercial y textil y, según relata el historiador Gonzalo Herreros, «hicieron fortuna en tiempos de los Reyes Católicos y Carlos V hasta convertirse, sin poseer título nobiliario alguno, en una de las más adineradas de la ciudad». Beatriz de Villalón se casó en el siglo XVII con el caballero extremeño Fernando de Orive Salazar, enlazándose así ambos apellidos. 

El estilo renacentista se plasma en cada detalle del edificio.

El estilo renacentista se plasma en cada detalle del edificio.

En 1921 la compró la familia García Courtoy que la habitó hasta finales del siglo XX, cuando la compró el Ayuntamiento. Sede de la Delegación de Cultura, «se cuenta de ella la leyenda del corregidor de la casaca Blanca asociada a don Carlos Ussel y la espeluznante desaparición de una hipotética hija suya llamada Blanca, pero ninguno de los elementos del cuento tiene relación alguna con esta casa ni con sus ocupantes», sentencia Herreros.

Blanca, hija de don Carlos Ussel, protagonista de la leyenda.

Blanca, hija de don Carlos Ussel, protagonista de la leyenda.

La peculiaridad de esta casa, aclara, es que el pequeño jardín trasero del inmueble fue unido en el siglo XX con el huerto colindante del convento de San Pablo, dando lugar a un parque urbano. Tanto el parque como el refectorio del convento, transformado en sala de eventos, han tomado el nombre de Orive aunque nunca fueron propiedad de la familia.


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil
  • Siglo: XVI
  • Época: moderna
  • Ubicación: plaza de Orive-calle Villalones

5. Casa de los Díaz de Morales


La calle Muñices recibe este nombre por la familia más importante que moró en ella a finales de la Edad Media, los Muñiz de Godoy (los Muñices), pertenecientes a los conquistadores de Córdoba en 1236. Un matrimonio entre familias de renombre uniría a los Muñices con los Díaz de Morales en el siglo XVII. De ellos se conserva el escudo en la fachada del edificio, de estilo neoclásico.

Escudo de los Díaz de Morales.

Escudo de los Díaz de Morales.

La casa, ubicada en pleno barrio de la Magdalena, destaca por la austeridad de sus formas y por el patio de recibo que daba acceso a los visitantes. Según el historiador Gonzalo Herreros, este palacete «alojó en 1782 al príncipe Carlos de Borbón, futuro Carlos X de Francia y hermano del malogrado rey Luis XVI». El célebre Teodomiro Ramírez de Arellano, autor del libro Paseos por Córdoba, vivió y murió también en esta calle, en una de las casas de enfrente, tras contraer matrimonio con una dama de la familia, Rafaela Díaz de Morales y Pérez de Barradas. El padre de Rafaela, Rafael Díaz de Morales, «fue el último regidor de Córdoba e hizo pruebas de nobleza para tener su asiento en el Ayuntamiento de Córdoba antes de la supresión de este tipo de cargos con la llegada del régimen liberal y constitucional en el siglo XIX»

Colegio público San Lorenzo.

Colegio público San Lorenzo.

En 1982, la casa fue expropiada y convertida en el colegio público San Lorenzo, que sigue abierto en la actualidad. 

Distintas estancias de la casa.

Distintas estancias de la casa.


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil
  • Siglos: del XVIII al XIX
  • Época: moderna-contemporánea
  • Ubicación: calle Muñices

6. Palacio de los marqueses del Carpio


Otro de los palacios que asaltan al visitante en su recorrido por el casco antiguo de Córdoba se encuentra en la calle San Fernando (conocida popularmente como la calle de la Feria). Se trata de una casa fortaleza situada junto al arco del Portillo que constituye la casa nobiliaria más antigua de la ciudad. Fechada en el siglo XV, perteneció a la familia Méndez de Sotomayor, que recibieron primero el título de señores del Carpio y después el de marqueses.

Parte de la almena de la fortaleza.

Parte de la almena de la fortaleza.

Recibieron algunas posesiones en el repartimiento realizado por Fernando III con la misión de vigilar la ciudad tras la conquista de 1236, de ahí su estética militar, el torreón y su ubicación, en el límite entre la Villa y la Axerquía.

Torreón.

Torreón.

En el siglo XVII, el V marqués del Carpio contrajo matrimonio con la hermana del gran conde-duque de Olivares, lo que acabaría por unir estas dos familias y, un siglo después, sumarlas a la poderosa casa de los duques de Alba, que poseyeron esta residencia hasta su venta en 1856. De todas las descritas, esta es la única que continúa en manos privadas y no es visitable. El inmueble, cuya configuración se transformó en el siglo XX con la compra de varios solares, cuenta con un patio interior de estética neoárabe y restos de una casa romana halladas en la última reforma. En 1933, los nuevos dueños encargaron la construcción de una piscina y mejoras en la estructura, además de la puerta de acceso abierta a la calle San Fernando.

Detalles de la fortaleza.

Detalles de la fortaleza.


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil (privada)
  • Siglos: del XV al XX
  • Época: medieval-contemporánea
  • Ubicación: calle San Fernando

7. Palacio de los marqueses de Benamejí


El barrio de Santiago alberga el palacete romántico de los marqueses de Benamejí, un edificio decimonónico con tres patios y un jardín compuesto por varias construcciones de distintos periodos artísticos que fue reformado durante diez años por el arquitecto Rafael de Luque, quien dio por concluida la intervención en 1874.

Acceso al patio.

Acceso al patio.

José Diego Bernuy, caballero de una familia de ascendencia judeoconversa de Burgos, que llegaría a hacerse con una gran fortuna, recibió el título de marqués de Benamejí por Carlos II en 1675 después de que la familia comprara el señorío de Benamejí. En la fachada, destaca el historiador Gonzalo Herreros, «se pueden ver los escudos de Bernuy (dos barcos con remos) y de los Aguayo (tres ondas de agua)».

Los escudos de Bernuy y de los Aguayo.

Los escudos de Bernuy y de los Aguayo.

Fue de ellos, de los Aguayo, de quienes heredaron las casas, donde tiempo atrás nació Vicente de los Ríos, historiador y célebre cervantista.

Placa conmemorativa de Vicente de los Ríos.

Placa conmemorativa de Vicente de los Ríos.

Los marqueses no llegarían a disfrutar mucho tiempo de la casa, ya que, asediados por las deudas, tuvieron que hipotecarla y abandonarla a finales del siglo XIX. Según Herreros, fue en esta casa y «en ese ambiente de aristocracia decadente de Córdoba donde Pío Baroja recreó su novela La feria de los discretos». Poco después se abriría en el edificio la Escuela de Artes y Oficios Dionisio Ortiz, que sigue funcionando como centro de enseñanza en la actualidad.


FICHA DESCRIPTIVA

  • Construcción: civil
  • Siglo: del XVIII
  • Época: moderna
  • Ubicación: calle Agustín Moreno
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