RESTOS ROMANOS

La muralla de San Fernando, a la espera de un proyecto de viviendas

La propiedad está pendiente de recibir la licencia para la intervención | El objetivo es conservar el BIC y edificar unos ocho inmuebles

Vista del estado actual de la muralla ubicada en la calle San Fernando.

Vista del estado actual de la muralla ubicada en la calle San Fernando. / MANUEL MURILLO

Pilar Cobos

Pilar Cobos

La intervención para restaurar y conservar la muralla romana desplomada en octubre de 2019 en la calle San Fernando se encuentra pendiente de obtener la licencia de la Gerencia Municipal de Urbansimo. Para ello será necesario que, previamente, la comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía dé luz verde al proyecto, ya que esta muralla (de la que se vieron afectados unos ocho metros con el incidente) es un Bien de Interés Cultural (BIC). Desde entonces, desde la calle solo se pueden ver unas vallas y una construcción apuntalada.

El espacio permanece cerrado hasta la ejecución de la intervención.

El espacio permanece cerrado hasta la ejecución de la intervención. / p. cobos

El arquitecto de este proyecto es Rafael Castelló. La actuación incluirá la edificación de una construcción de tres plantas en las que se distribuirán unas ocho viviendas de pequeño tamaño. Estos inmuebles podrían destinarse a alojamiento turístico en un futuro, aunque en principio su uso es el de vivienda.

El proyecto ya se encuentra elaborado y a la espera de obtener el permiso del Ayuntamiento de Córdoba. Una vez que lo reciba, los trabajos podrían comenzar en tres o cuatro meses y el plazo de ejecución será, previsiblemente, de alrededor de un año.

Estas viviendas se ubicarán junto a la muralla, pero no adosadas a ella. Por esto, los restos romanos podrán verse, aunque no desde la vía pública, ya que se encuentran remetidos, lo que quiere decir que entre la muralla y el acerado se ubica una edificación. Como se ha referido, cuando esta se ejecute se restaurarán y conservarán los restos romanos.

Los propietarios de este suelo lo son también de la gran casa de los marqueses de El Carpio y, de hecho, técnicamente, la muralla se encuentra bajo el jardín de esta propiedad.

En octubre de 2019, después del derrumbe, el jefe del Servicio de Arqueología de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Juan Murillo, y el entonces gerente, Luis Valdelomar, consideraron fundamental que se edifique el solar. Murillo recordó que «la ley de Patrimonio establece que es deber de los propietarios del suelo en los que se encuentran estos bienes de interés cultural su correcto mantenimiento y conservación».

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