Sucesos y tribunales

Las defensas de los detenidos en la macrooperación contra el hachís recurren el encarcelamiento

El líder del grupo en Córdoba, conocido como 'El Rambito' está en libertad con cargos | Consideran un agravio que dos de los presuntos implicados estén libres

Dos agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional muestran el alijo de drogra intervenida.

Dos agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional muestran el alijo de drogra intervenida. / A.J. GONZALEZ

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Las defensas de ocho de los diez detenidos en la macrooperación contra el tráfico de drogas, denominada Califa Truck, han recurrido el auto de ingreso en la cárcel dictado por el juzgado de guardia la pasada semana sobre ocho de ellos, dejando a dos en libertad.

Las fuentes consultadas indican las defensas consideran que la puesta en libertad de dos de los presuntos implicados, tras analizar el informe del ministerio fiscal, es "un agravio comparativo", respecto a los demás presuntos integrantes de la banda. Señalan las mismas fuentes que los letrados no tuvieron a su alcance las diligencias necesarias para poder articular su defensa. En el caso está decretado el secreto de las diligencias y la operación, según han apuntado, sigue abierta, sin que se descarten nuevas detenciones.

Entre las dos personas que la jueza puso en libertad con cargos figura, según las fuentes consultadas por este periódico, el presunto cabecilla de la red que actuaba entre Córdoba y Málaga, que reside en la capital cordobesa, que cuenta con antecedentes policiales, y que es conocido como El Rambito. Las fuentes consultadas indican que a sus órdenes trabajaban otros siete de los detenidos en la ciudad, que era utilizada por el grupo delictivo, en el que también hay algunas personas de nacionalidad extrajera, como centro logístico.

La operación fue desarrollada conjuntamente por la Guardia Civil y la Policía Nacional de Córdoba en colaboración con unidades y efectivos de otras provincias y se saldó, además de las detenciones, con la incautación de 22 toneladas de hachís. Según informaron los máximos responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil de Córdoba, junto con la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, se trató del operativo más importante desarrollado en el territorio cordobés y también uno de los alijos de droga de mayor envergadura.

Aunque la mayor parte de la banda desarticulada tenía la base de actuaciones en Córdoba, la droga intervenida se encontraba en una nave de la localidad malagueña de Mollina, donde el hachís estaba camuflado con papel celofán rojo simulando ser tomates.