La temperatura media puede subir 4,8 grados en Córdoba a causa del cambio climático

El anteproyecto del Plan Municipal Contra el Cambio Climático de Córdoba, aprobado ayer por la Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Córdoba como proyecto de normativa municipal, incluye una evaluación de riesgos y vulnerabilidades que hace referencia, entre otras cuestiones, a los efectos que el calentamiento global tendrá en el municipio en las próximas décadas.

El plan contra el cambio climático recoge 80 medidas valoradas en más de 63 millones

El documento destaca que «desde 1975, la provincia ha registrado hasta 29 olas de calor, de las que 17 se han producido desde 2001». De este modo, adelanta que «existe una clara tendencia al alza en las temperaturas medias que oscilan entre +1,3 grados centígrados y +1,5 grados a 2040, dependiendo del escenario».

El trabajo detalla que, «para final de siglo XXI, la tendencia es bastante más complicada. Mientras que para el escenario más optimista se esperan temperaturas medias por encima de +2,7 grados, en la peor de las situaciones la temperatura media puede llegar a suponer +4,8 grados» respecto a la registrada en el periodo de observación (1991-2000).

Mayores, barrios y sombras

Además, matiza que «se proyectan subidas algo mayores en la campiña sur sureste del municipio y en el entorno de la capital», y agrega que «el aumento de las temperaturas estacionales es más evidente en los periodos primaveral y otoñal, lo que corrobora un aumento del periodo estival ocupando parte de estas estaciones».

Acerca de los impactos del cambio climático, también recuerda que «Córdoba se puede considerar, históricamente, una ciudad propensa a importantes inundaciones». Junto a otras consecuencias, destaca que «en un escenario de reducción de precipitaciones y aumento de las temperaturas, se estima que se producirán con más frecuencia sequías (...) que reducirán la disponibilidad de recursos hídricos, lo que provocará tensiones entre los diferentes sectores por el recurso agua. En cuanto a la calidad de las masas de agua superficiales, tenderá a empeorar, lo que requerirá de un mayor coste en potabilización. Los incendios forestales son uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta el territorio», concluye.

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