AVE de Córdoba a Málaga: 15 años de un trayecto histórico

Hace 15 años, un tren S-103 llegó a Córdoba, a las 11.25 horas, procedente de la estación de Atocha (Madrid), para hacer historia. Los viajeros a bordo eran poco corrientes aquel 23 de diciembre de 2007. Periodistas, empresarios y responsables de Adif y Renfe rodeaban a las figuras de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente, entonces, del Gobierno y a la ministra de Fomento Magdalena Álvarez. En la capital cordobesa, aguardaban el ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos; el presidente de la Junta de Andalucía por entonces, Manuel Chaves; y la alcaldesa de Córdoba aquel año, Rosa Aguilar. Durante la siguiente hora, viajarían a Málaga para inaugurar la conexión de alta velocidad entre capitales. 

El AVE Córdoba-Málaga supuso un importante paso en las conexiones ferroviarias españolas. Salvando la barrera que se alzaba entre el Valle del Guadalquivir y la Costa del Sol, al fin se consiguió ir más allá de Antequera y unir la ciudad malagueña con Madrid, haciendo de Córdoba un centro neurálgico entre destinos. Desde entonces, 12,6 millones de personas han parado en Córdoba, aprovechando el servicio que une la capital de España con Sevilla y Málaga, según los datos facilitados por Renfe.

El proyecto de una década

El 24 de diciembre de 2007, el servicio -con el que también se puso fin a los Talgo- acogió a los primeros viajeros de a pie. A las 6.35 horas partió el primer tren desde Málaga y llegó a la estación cordobesa una hora después. La costa malacitana pasaba, desde ese momento, a estar a 55 minutos para los cordobeses. Para los madrileños, el viaje se reducía a dos horas y media. Con la puesta en marcha de esta conexión, se habilitaron siete vehículos diarios. Y, dos meses más tarde, se lanzó el servicio Avant con paradas en Puente Genil, Herrera y Antequera.

Pero, antes de aquella histórica inauguración y de los primeros recorridos, hizo falta una década de planificación y 2.400 millones de euros de inversión para completar el tramo entre el municipio antequerano y la capital de provincia. Hasta 10.000 trabajadores y 120 empresas participaron en un proyecto que implicó la construcción de numerosos viaductos, hasta ocho subterráneos y tres estaciones nuevas.

Gran expectación

El estreno causó tal expectación que, antes de su puesta en marcha, Renfe vendió 30.000 billetes. La nueva línea ponía a disposición de la población 7.350 plazas (incrementadas a 8.600 los viernes). Previamente, la empresa de transporte publicaba un informe sobre el impacto positivo de la alta velocidad ferroviaria Córdoba. El 93% de los cordobeses valoró positivamente la mejora que estos servicios implicaban para el turismo.

De esta forma, la ciudadanía acogía de brazos abiertos la nueva oportunidad que el AVE a Málaga conllevaba en todos los sentidos. El primer día de funcionamiento, 2.700 personas ocuparon los asientos de los vagones. El día 25, a pesar de la reducción del servicio por Navidad, se alcanzaron los 3.000 usuarios. Estas cifras suponían duplicar el uso respecto a la misma fecha del año anterior.

Desde la fecha, Córdoba afianzó aún más su situación estratégica en las conexiones ferroviarias del sur del país. A los trayectos desde la ciudad cordobesa con Sevilla y Málaga, hay que sumar los itinerarios con Ciudad Real, Puertollano, Puente Genil y Antequera, cuyos viajeros habría que sumar a los 12,6 millones que se han contabilizado en los últimos 15 años procedentes o con destino a las capitales andaluzas. 

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