La lucha contra la báscula en Navidad: menús menos calóricos y más ejercicio

La celebración de la Navidad cada vez dura más, con el riesgo de que la báscula marque varios kilos de más tras los Reyes, debido a la acumulación de comidas de las que disfrutan un gran número de cordobeses. La nutricionista del hospital QuirónSalud Córdoba Lourdes de la Bastida y el especialista en Nutrición y Dietética del hospital Cruz Roja Córdoba Francisco Guijarro coinciden en que en estas fiestas es habitual realizar comidas más copiosas y beber más alcohol de lo habitual, aunque recuerdan que existen alternativas de menús menos calóricos, saludables e igualmente apetecibles. Estos dos expertos advierten del perjuicio de tratar de compensar el exceso de calorías con ayunar o comer muy poco en los días posteriores a estos atracones, ya que esta práctica puede afectar a la salud y agravar patologías previas. «Mi consejo es que poco a poco vayamos volviendo a nuestra alimentación habitual, sin olvidar el consumo de frutas, verduras y legumbres e hidratarnos con agua», señala Francisco Guijarro.

«Compensar comidas abundantes con ayuno puede traer graves consecuencias para la salud pues los atracones suponen un desequilibro metabólico que puede provocar una hiperglucemia. Esto puede afectar en especial a pacientes pluripatológicos, con diabetes, hipertensión, enfermedad renal crónica o trastornos de la conducta alimentaria. Además, también puede afectar a la salud mental, fomentando una mala relación con la comida», indica Lourdes de la Bastida.

No olvidar la realización de deporte

«Es aconsejable hacer más ejercicio de lo habitual en estas fechas, siempre adaptado a nuestras circunstancias personales. Podemos ir a visitar belenes o ir a ver alumbrados navideños. Deberíamos como mínimo pasear 30 minutos diarios. De este modo quemamos parte de la gran cantidad de calorías que ingerimos estos días», expone Francisco Guijarro.

Este especialista recuerda que los excesos nocturnos, también asociados a estas fechas, pueden provocar reflujo, digestiones muy pesadas o insomnio. «Aconsejo no tomar grandes cantidades de grasas ni de alcohol para favorecer una digestión más ligera. Además, sería recomendable que pasaran mínimo 2 horas desde la cena hasta que nos vayamos a dormir, para evitar la aparición de reflujo en la medida de lo posible. Si sabemos con tiempo que una noche vamos a cenar más de lo normal, ese día debería hacerse un almuerzo ligero, con verdura y fruta, para que el aporte de fibra nos ayude a estar saciados hasta la cena y reduzca el deseo de comer», añade Guijarro.

Lourdes de la Bastida subraya que «es muy importante que disfrutemos del momento de la comida, masticando bien, comiendo despacio y saboreando los alimentos con las personas que nos acompañan». «Lo más importante es llevar un estilo de vida saludable, intentando que los momentos de ocio sean activos y también aprovechar para descansar y practicar ejercicio», destaca esta nutricionista.

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