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La asociación San Rafael de Alzheimer Córdoba no se acogerá al concurso de acreedores

Los socios dan una oportunidad a la actual dirección, que trabaja en un plan de reestructuración, ante el déficit económico, que esperan tener listo a mitad de enero

Asamblea de la Asociación San Rafael de Alzheimer Córdoba, este martes.

Asamblea de la Asociación San Rafael de Alzheimer Córdoba, este martes. / Óscar Barrionuevo

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

La residencia de la Asociación San Rafael de Alzheimer Córdoba no se acogerá al concurso de acreedores planteado por los socios. Este martes, en la segunda asamblea celebrada este mes para tomar una decisión sobre el futuro de la residencia, la mayoría ha votado contra la opción de dejar el mando a un administrador concursal, dando, de esta forma, una oportunidad a la actual dirección de que encauce el déficit económico que afecta a la entidad. El presidente de la asociación, Rafael Luque, ha asegurado que su equipo trabaja en un plan de reestructuración que esperan tener listo a mitad de enero.

Por su parte, Javier Serrano, familiar de uno de los pacientes y socio, ha explicado que se ha tratado de una asamblea complicada, con posturas enfrentadas que finalmente han concluido en la búsqueda de nuevas fórmulas para hacer frente al problema deficitario. Serrano era partidario, como expuso en la anterior reunión, de acudir a un administrador ya que, en su opinión, la dirección es responsable de haber llegado a esta situación.

Participantes en la asamblea de la asociación San Rafael de Alzheimer Córdoba, este martes.

Participantes en la asamblea de la Asociación San Rafael de Alzheimer Córdoba, este martes. / Óscar Barrionuevo

En cifras, el déficit de la institución se eleva a 140.000 euros. Las instalaciones se inauguraron en 2016, con una acreditación por parte de la Junta de Andalucía de 23 plazas. Ahí comienza el problema, puesto que es inferior a los 30 cupos que suelen tener estos centros y eso ha hecho, según ha explicado Luque en diversas ocasiones, que el servicio sea menos eficiente. Con la factura que ha pasado la pandemia y ahora la inflación, la residencia se encuentra en un momento crítico.

Ante esta situación, la necesidad lleva a buscar fuentes de ingresos. Sin embargo, de no conseguirse, las otras medidas planteadas eran convertirla en un centro de día con 70 plazas, subir el precio de las tarifas -una posibilidad que, según Serrano, habría ahuyentado a un par de familias- o, en último lugar, cerrar el centro. Luque, en todo momento, se ha opuesto a esta última opción. Y, en ese sentido, los socios también han apoyado que siga adelante una institución, como la calificó Serrano, tiene un "gran potencial" y es "muy necesaria".

El tiempo y el plan en el que la dirección trabaja dirán qué es del futuro de este servicio. Serrano ha asegurado que, de no lograrse la remontada económica, se llegaría al concurso de acreedores. El presidente, de momento, anuncia que serán unas navidades de mucho trabajo y que, en todo momento, quieren mantener las tres líneas asistenciales de la entidad: residencia, centro de día y talleres.