ENTREVISTA | José Carlos Gómez Villamandos Consejero de Universidad, Investigación e Innovación

«El nuevo modelo de financiación no perjudicará a la UCO, como hizo el del PSOE»

José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad de la Junta de Andalucía.

José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad de la Junta de Andalucía. / MANUEL MURILLO

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Lleva cuatro meses en el cargo y, de momento, no parece que le pese. Aunque como rector de la UCO insistió en separar la política de la Universidad, creando incluso un código ético para evitar los saltos, al ahora consejero de la Junta, José Carlos Gómez Villamandos, se le ve como pez en el agua. Asegura que cuando el presidente lo llamó para ofrecerle el puesto dijo que sí sin ser muy consciente de lo que suponía. Vive a caballo entre Córdoba y Sevilla con el propósito, afirma, de «llevar a cabo todo lo que reivindicaba como rector».

En cuestión de días, pasó usted de la Universidad a la política. ¿Le gusta estar al otro lado?

Yo no he cambiado de lado, sigo haciendo exactamente lo mismo que hacía antes, con los mismos principios y el mismo discurso.

Usted dijo en 2014, en su primer mandato como rector, que nunca se le vería en un acto político. ¿Cambió de opinión?

Así ha sido, nada político hasta dejar de ser rector. Además, he trabajado muy bien con dirigentes de todos los partidos con resultados excelentes y sin prejuicios por ninguna de las partes.

Ahora es usted quien reparte el bacalao.

Cuando me dicen que tengo que repartir, respondo lo que le decía a mis vicerrectores, que el dinero no es un problema, el problema son las ideas. Trae ideas y verás cómo las cosas salen.

¿Ese es su mensaje a los rectores, que le planteen buenas ideas si quieren más dinero?

Claro, en los tiempos que corren no podemos seguir haciendo siempre lo mismo. Hay que cambiar, evolucionar, liderar a las comunidades universitarias aunque eso suponga un riesgo y un desgaste. Los rectores son elegidos para que lideren y gestionen. Ese es el deseo que tiene que tener cualquiera que se presente a rector. El objetivo debe ser mejorar la comunidad, si esa no es la prioridad, tenemos un problema. Yo voy a huir de la búsqueda torticera de más dinero por más dinero porque no tiene sentido en Andalucía con la crisis y los problemas que tenemos.

¿Prefiere ser consejero de la Junta o rector?

Para mí, la mejor etapa, sin duda, ha sido la de rector. Ahora he pasado a ser vicerrector de Juanma Moreno. Como rector, tienes más capacidad de maniobra, puedes hacer cambios rápidos, ver si te equivocas y modular. Aquí los procesos son eternamente largos, sacar un decreto son cinco o seis meses...

En una de sus primeras intervenciones como consejero dijo que la Junta llevaba demasiados años sin hacer política universitaria, que no se trata solo de dar dinero sino de marcar objetivos. ¿Qué objetivos ha marcado usted?

En mis años de rector y antes como vicerrector, solo se hablaba de dinero. Yo quiero resolver cuanto antes este tema para diseñar estrategias. Hay que aumentar la capacidad de internacionalización de las universidades, la capacidad de investigación, de transferencia del conocimiento al sector productivo. Vamos a elaborar la estrategia universitaria de Andalucía para ver, en ese orden, qué necesita Andalucía de sus universidades, y no qué necesitan las universidades de Andalucía, para contribuir al desarrollo económico.

Siento hablar de dinero, pero están negociando el nuevo modelo de financiación universitaria. El de Rogelio Velasco beneficiaba a la UCO. ¿El nuevo también lo hará?

Lo que está claro es que no le perjudicará. Hay principios básicos que todos compartimos. Queremos una universidad moderna, que apueste mucho por la investigación, por la transferencia y la internacionalización y esos parámetros junto a variables como la experimentalidad de las titulaciones hacen que la UCO esté en muy buen punto de partida. Por eso no saldrá perjudicada como con el modelo del PSOE en 2006. No podemos hacer un modelo lineal porque no todas son iguales, hay que usar criterios que garanticen la suficiencia financiera y otros a través de contrato programa para que las universidades se comprometan a mejorar y mejoren. Yo nunca haré nada en contra de mi universidad, esta sigue siendo mi universidad, aunque tampoco tendré favoritismo. Los indicadores de la UCO son objetivamente buenos y estoy convencido de que aplicando un modelo lógico y razonable, saldrá beneficiada.

Usted ha dicho que falló la aplicación del modelo de 2021. ¿No bastaría con aplicarlo bien?

El modelo se aplicó mal, con ponderaciones que dieron como resultado crecimientos que hicieron que entre la que más crecía, que era la UCO, y la que más perdía, hubiera una diferencia de un 20%; ahora hay que buscar un sistema no lineal y variables que no generen distorsión. En el 2021, a la UCO no se le regaló nada, se le había quitado mucho desde el 2006 con el modelo socialista. En el 2021, se le dio lo que merecía por sus indicadores.

Los rectores creen que, sea cual sea el modelo, hay que insuflar más dinero.

Esa es la solución fácil. Si yo hubiera actuado así siendo rector, no habría avanzado esperando más dinero. La cantidad de dinero es importante, pero más importantes son las políticas, saber aprovechar cada euro. Quizás haya que poner sobre la mesa políticas y medidas que no son populistas y pueden generar algún rechazo, por ejemplo en política de personal, que son las que hoy necesitan las universidades para que dentro de pocos años se pueda haber generado un cambio importante. Ahora estamos en un proceso de negociación, estamos estudiando indicadores. Aunque metiésemos mucho más dinero, con cualquier modelo, siempre habría una universidad que ganaría más que la otra y quejas de la que recibiera menos, pero no es justo que todas reciban el mismo dinero. Insisto, no es cuestión de cantidad sino de establecer medidas y marcar objetivos claros. Si las universidades cumplen sus metas seguirán recibiendo lo que necesitan y si por algún motivo no cumplen, habrá que analizar qué ocurre.

Para el rector de la UCO, Manuel Torralbo, el presupuesto de la Junta no puede limitarse a garantizar la subida de sueldos.

A mí me sorprende que el rector de la UCO diga eso cuando la Universidad de Córdoba ha recibido en 2022 una cantidad considerablemente mayor de la que tenía desde 2006. Siempre hemos reclamado dinero, pero los argumentos hay que ponerlos con números y yo conozco los números de la UCO, al menos hasta junio. La UCO tiene ahora dinero para invertir en infraestructuras, en el mandato anterior dejamos licitado el Vial Norte 2, también había dinero reservado para la Zona, estaba prevista la urbanización del campus de Rabanales. Desde el 2020, hay dinero para inversiones. En el 2023, puedo asegurar que las universidades tendrán el dinero que necesitan para funcionar, hay 1.695 millones, una cantidad superior a la que los rectores nos pedían para este año. Lo que no quiero es entrar en un juego de trileros, espero lealtad institucional para buscar soluciones. Si entramos en otro terreno, iríamos a un juego político más parlamentario y eso no es lo que la sociedad espera de nosotros.

El rector Torralbo le instó en una entrevista a hacerse cargo de Rabanales 21 como ha hecho con Cartuja en Sevilla. ¿Lo hará?

Lo que no sé es por qué no se puso él al frente de Rabanales 21 cuando fue secretario general de Universidades. Hay cosas que no acabo de entender porque su consejero asumió la presidencia de Cartuja y él no lo hizo. La Agencia IDEA es la accionista de Rabanales 21, no la Consejería ni la Junta. Estamos trabajando con ellos para que, de sus dos representantes, uno sea de la Consejería. El problema es que IDEA ha estado en fase de disolución con la creación de la Agencia Trade y mientras no acabe el proceso va a ser complicado, pero mi idea es tener a una persona ahí. Yo aquí no sería presidente. Ojo, si hay un acuerdo entre todas las partes para que sea la Consejería la que asuma la presidencia, yo encantado, pero, si no es como presidente, no. No por nada, es una cuestión de formalismos.

Dada la situación económica del parque, ¿se plantearía la Junta condonar parte de la deuda de Rabanales 21?

Que yo sepa, la situación de Rabanales 21 ahora mismo es buena. Me consta que tanto el presidente como el equipo de Rabanales 21 están trabajando y consiguiendo inversiones y lo que hay que planificar es un proceso a medio plazo. Hasta que Trade no quede constituida es muy difícil hacer nada. Condonar deuda no se puede, lo que se podría hacer es una capitalización de la deuda, pero en el actual estado de liquidación no es posible porque supondría incrementar su activo. Hay cuestiones legales que imposibilitan hacer nada hasta que Trade esté constituida, pero tenemos una batería de opciones que estamos trabajando con IDEA.

¿Qué necesita Rabanales 21 para despegar de una vez?

Lo que necesita es un compromiso de todas las instituciones con el parque, un proyecto que no pude concluir, que la Oficina de Transferencia de Resultados, la OTRI, esté en Rabanales 21, que tiene un espacio reservado. Y que otras instituciones que se dedican a innovación se instalen allí. Ese es un elemento dinamizador, como lo ha sido en otros parques. No hay que inventar nada, solo hay que ver lo que hicieron otros. Esos otros eran poco más o menos lo que hoy es Rabanales 21 y es cuando entran los agentes que se encargan de la gestión y la Universidad cuando se produce el cambio. Yo lo intenté durante ocho años pero no fue posible.

Usted planteó vincular la base logística y Rabanales 21 para asentar a muchas de esas empresas. ¿Eso le daría impulso?

La base estará operativa en 2027, el convenio se iba a firmar de forma inmediata y se va a retrasar por problemas de agenda, pero me consta que ya hay oficinas técnicas que quieren venir a Córdoba porque son suministradores de todo lo que significa Defensa. Si eso lo unimos a que estamos trabajando en que Andalucía sea un nodo de innovación de la Defensa con Córdoba y la UCO como epicentro, todo esto tiene que redundar. No son cosas de un día para otro, pero no hay que cejar en el empeño, esta es una carrera de fondo y con obstáculos. La idea es trabajar en esa línea y la UCO tiene que mantener el liderazgo en la base logística.

La Consejería prepara un nuevo mapa de titulaciones. ¿Cómo afectará a la UCO?

Nosotros vamos a generar un marco para que las universidades, en función de sus capacidades y de las necesidades de formación de la sociedad y del sector productivo, hagan propuestas de títulos. Pedimos que las universidades lideren el proceso. Si empezamos a hacer títulos por ocurrencias tendremos un problema. Los equipos de gobierno tienen que hacer propuestas lo más innovadoras y disruptivas. Nosotros haremos un mapa dinámico, crearemos unos criterios para que las universidades cada dos o tres años puedan modificar su oferta académica, pero si repetimos lo que tiene la universidad de al lado, no vamos a avanzar. Hay que proponer algo acorde con los tiempos.

Hay 8 proyectos de universidades privadas para Andalucía. ¿Qué me puede decir del de Córdoba?

Estamos aplicando criterios de calidad exhaustivos en todas las universidades privadas para comprobar que lo que están montando es una Universidad, no es otra cosa, Eso es lo que haremos en todas, tanto en las que ya existen como en las que se puedan crear, también iremos título a título aplicando criterios de calidad.

¿Hay hueco para tantas universidades privadas en Andalucía?

Somos la comunidad con menos universidades privadas. Murcia tiene proporcionalmente más, Madrid, Cataluña y País Vasco, también. Y gobernadas con distintos colores. Lo que vamos a vigilar es que se cumplen los criterios de calidad. Si no, estaríamos engañando a la gente y se generarían dudas sobre un sistema universitario como el andaluz, con prestigio y solvencia.

Loyola Andalucía quiere incorporar un nuevo grado de Medicina. ¿Le parece viable teniendo en cuenta las pocas plazas de MIR que se convocan?

A las universidades se nos reclama continuamente que incrementemos las plazas, pero no oigo al Ministerio diciendo que va a aumentar las plazas MIR, algo que debería ir de la mano. Hay que tener en cuenta que lo que hagamos ahora tendrá una repercusión de aquí a seis años. Yo confío en que se amplíen las plazas MIR, pero también hace falta un cambio de mentalidad. Ahora mismo, los médicos en Córdoba se forman en el hospital Reina Sofía y no sé hasta qué punto conocen la Atención Primaria. Se han quedado muchas plazas MIR libres en Atención Primaria. Para ampliar plazas de Medicina, lo que tenemos claro es que no es cuestión de que entren más alumnos sino saber dónde vamos a meterlos en la formación práctica. Por eso, hemos pedido un informe a Salud para que nos diga su capacidad de formación en las mismas condiciones que ahora, sin bajar el listón.

Investigadores postdoctorales de la UCO y otras universidades andaluzas con contratos Margarita Salas y María Zambrano están reclamando condiciones laborales dignas. ¿Qué va a hacer la Junta?

Hay una dotación económica del Ministerio para una convocatoria que, desde que salió publicada, ha generado a las universidades más dolores de cabeza que otra cosa porque se empezó hablando de ayudas, luego de contratos y no se sabía cómo hacerlo. El modelo de Andalucía prevé un sueldo de 1.700 euros al mes y el resto es Seguridad Social. Con ese dinero, los investigadores tienen que ir al extranjero y es insuficiente. Estamos en la línea de colaborar con las universidades. Vamos a reunirnos con los vicerrectores de investigación y aportar posibles soluciones.

Si no mejoran las condiciones salariales de los investigadores, seguirá habiendo fuga de cerebros. ¿Eso va a cambiar?

Los investigadores no se van porque cobren poco, aunque eso es un problema, sino porque no hay certidumbre, no se garantiza una carrera académica si cumples una serie de pasos. Eso es lo que queremos hacer en Andalucía, que en las convocatorias haya compromisos de estabilización y que los que vengan de fuera se puedan quedar. Ya lo advertimos. Ahora que hay mucho dinero europeo, no nos volvamos locos sacando convocatorias porque si no está prevista su incorporación al sistema, se crearán bolsas de frustración, hay que hacer la cadena entera.

Usted ha sido muy crítico con la LOSU (Ley Orgánica del Sistema Universitario). Ahora que va camino del Congreso, ¿cómo la ve?

Decía el ministro Subirats que entraba un documento y esperaba que no saliera un dromedario. Yo digo que entró un dromedario y ha salido otro con 25 jorobas. La LOSU es un atentado, una falta de respeto más al sistema universitario, que un rector pueda ser personal laboral atenta contra la autonomía universitaria, y además no va a mejorar el sistema, lo va a dejar estancado en el mejor de los casos. Espero que en un futuro no muy lejano tengamos un gobierno, del color que sea, que derogue esa ley y haga una que sea la que llevan pidiendo las universidades desde el 2018. Esta ley no le gusta ni siquiera al PSOE, no le gusta a su gente más sensata, con experiencia de estado y de gestión.

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