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La terminación de la reforma del Palacio de Congresos de Córdoba, prevista para marzo

Complicaciones con las últimas licitaciones retrasan la conclusión, que estaba anunciada para este ejercicio

Galería que rodea al patio Mudéjar, alrededor del que están las estancias en las que se interviene.

Galería que rodea al patio Mudéjar, alrededor del que están las estancias en las que se interviene. / OSCAR BARRIONUEVO

Isabel Leña

Isabel Leña

La Junta de Andalucía prevé tener totalmente acabada la reforma del Palacio de Congresos de Córdoba para el primer trimestre del 2023. Esos son los nuevos plazos que baraja después de que no se hayan podido cumplir por distintas circunstacias los anunciados en febrero pasado, cuando el entonces consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, aseguró que la finalización de la remodelación del 20% del espacio que aún sigue cerrado se produciría a final de este mismo año. Fuentes de la empresa que tiene la concesión del edificio confirman que la última fecha de finalización que se le ha comunicado es marzo. El CEO de este espacio, el empresario Juan Salado, ya informó en la visita de Velasco a Córdoba para la apertura de nuevos espacios del edificio de la calle Torrijos de los perjuicios económicos que estaba sufriendo por el retraso, y se encontraba en negociaciones con la Junta para lograr alguna compensación.

Según la explicación dada por la Junta a este periódico, el hecho de que hayan quedado desiertos varios contratos de suministro y nuevas complicaciones surgidas durante la ejecución de las obras ha repercutido en que se hayan retrasado de nuevo. En estos momentos quedan por finalizar los trabajos que afectan al entorno del patio Mudéjar.

La segunda fase de la reforma se inició a principios del 2020, año y medio después de la finalización de la primera, que también necesitó para su culminación cinco ejercicios no exentos de complicaciones, ya que las obras estuvieron un par de años paradas. Los resultados de esa primera fase se pudieron observar en octubre del 2018, cuando el edificio de la calle Torrijos reabrió sus puertas, aunque aún quedaban tareas pendientes.

Al igual que en la primera fase y, según subraya la Junta, la segunda viene marcada “desde el principio por diversas vicisitudes y situaciones adversas sobrevenidas que en la mayoría de los casos son imposibles de controlar ni planificar”.

En primer lugar, y según recuerda la Junta, los trabajos se vieron afectados por la paralización de dos semanas provocada por el estado de alarma por el covid, que trajo consigo la falta de proveedores y la desaparición de algunas empresas que suministraban material. A ello se sumó "la aparición de restos arqueológicos y construcciones que había que proteger, como los artesonados en los techos". Esto hizo que la segunda fase se subdividiera a su vez en dos, una, que, una vez acabada implicaba poner en funcionamiento hasta un 80% del edificio; y otra, que afectaba el 20% restante.

A principios de este año la Junta abrió todos los espacios que rodean al patio Italiano, incluyendo la cafetería. Las salas que envuelven al patio Mudéjar quedaron para una fase posterior.

Sin embargo, “el aumento de la inflación sobrevenida este año ha encarecido todo tipo de materiales de construcción" y "ha supuesto un freno en los plazos de esta obra”, admite la Junta, que avisa además de las “dificultades que el mercado está imponiendo en relación con las licitaciones a parte de las obras, que, por su complejidad, transforman en únicas, y, por lo tanto, fuera de los estándares de mercado”. Esto ha hecho que “algunos contratos licitados para la terminación de las obras, como vidrios, carpinterías y mobiliario, entre otros, quedaran desiertos”. Hay que sumar, además, según la Junta, la reprogramación de trabajos para no afectar al normal funcionamiento del edificio.

Tareas afectadas

Las tareas que se han visto afectadas son el refuerzo estructural de la galería superior y las restauraciones a realizar en la zona de la capilla, que son el retablo principal, el lateral, el púlpito y la vidriera de la sala Julio Romero.

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Aspecto que presenta el patio Mudéjar. / OSCAR BARRIONUEVO

Para agilizar los trabajos, la empresa adjudicataria ha realizado tareas preparatorias y actividades que quedaron sin licitar para que, una vez adjudicadas, los tiempos se reduzcan.

Con la primera fase, que afectó a la iglesia de San Sebastián, al patio Azul, al adarve, al salón plenario y a las salas Hernán Ruiz, Averroes, Luis de Góngora y Céspedes, el Palacio de Congresos consiguió un aforo de 900 plazas. Dentro de la segunda fase, en la primera etapa se actuó en el patio Italiano, la cafetería y las salas Ambrosio de Morales y Julio Romero de Torres. En la segunda etapa, que es la que está en marcha ahora, se interviene en el patio Mudéjar, la capilla y las salas Beatriz Enríquez, Ramírez de Arellano y Juan Bernier. Cuando la obra esté totalmente acabada, el edificio tendrá un aforo de más de 1.500 personas y en él la Junta habrá invertido más de 11,5 millones de euros.

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