SOLIDARIDAD

Córdoba ayuda a Ecuador

El sacerdote cordobés Francisco Amor Acedo, misionero en la nación sudamericana desde hace 30 años, preside una fundación que impulsa proyectos educativos, de empleo y sociales en este país | Entre los nuevos objetivos, abrir una fábrica de té

Francisco Amor, sacerdote cordobés, que realiza labores humanitarias en Ecuador desde hace décadas.

Francisco Amor, sacerdote cordobés, que realiza labores humanitarias en Ecuador desde hace décadas. / FRANCISCO GONZALEZ

M.J. Raya

M.J. Raya

El sacerdote cordobés Francisco Amor Acedo, que desarrolla su labor religiosa y humanitaria en Ecuador desde hace más de 30 años, impulsó en el año 2001 la fundación María José Acedo, (fundacionmariajoseacedo.org). que lleva el nombre de su madre, para llevar a cabo en esta nación diversos proyectos educativos, de empleo y sociales. 

Durante estos 20 años de trabajo solidario, Francisco Amor, que ha contado en todo este tiempo con la ayuda de personas y empresas de Córdoba, ha puesto en marcha iniciativas como la cría de gallinas y de tilapias, granjas agropecuarias, concesión de microcreditos para iniciativas empresariales o ayuda a niños con discapacidad. «En Ecuador no hay ayudas para los niños con discapacidad, sobre todo si residen fuera de Quito, la capital. Esos pequeños están prácticamente abandonados», se lamenta este religioso, que se encuentra estos días en Córdoba. «Acabamos de iniciar un proyecto piloto con 30 niños con discapacidad que están recibiendo terapias, para lo que contamos con la colaboración de Avatar Psicólogos", expone este sacerdote.

Para la puesta en marcha de tres escuelas y la concesión de becas escolares la fundación ha contado con la colaboración de Manos Unidas.

Para seguir realizando todos estos proyectos, la fundación María José Acedo acaba de abrir una delegación en España con el objetivo de poder concurrir a financiación y subvenciones con las que poder incrementar la ayuda a la población desfavorecida de Ecuador, que malvive en muchos casos con apenas dos dólares al día. Entre las nuevas metas de esta fundación se encuentran poder abrir una fábrica de té para madres solteras, «que es un colectivo que tiene más dificultades aún para encontrar trabajo», construir un centro de día para niños con discapacidad o un proyecto para emprendedores en el ámbito de la apicultura. 

La fundación cuenta con distintos voluntarios, tanto en Ecuador como en España, pero necesita más ayuda porque las necesidades en este país son muchas, sin apenas carreteras, ni industria. Francisco Amor ha estado muchos años en la parroquia de Esmeralda, pero ahora está en la de Guayllabamba.

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