CONSUMO

10 consejos para ahorrar en el recibo de la luz

Cambiar algunos hábitos de consumo, invertir en aparatos más eficientes, revisar la potencia contratada y elegir la mejor tarifa puede mejorar la factura | Algunas herramientas te ayudan a calcular tu gasto para rebajarlo

Una persona recibe su factura y su contador de la luz.

Una persona recibe su factura y su contador de la luz. / A.J. GONZÁLEZ

Irina Marzo

Irina Marzo

La explosividad del mercado energético, las continuas subidas de precio, unas empresas que a veces confunden más que ayudan al consumidor o tarifas que no se ajustan a nuestro perfil. El consumo de la luz es inevitable pero un estudio concienzudo de nuestras necesidades y la adopción de sencillos hábitos como programar el uso de los aparatos eléctricos y algunos trucos pueden ayudarnos a reducir el precio de la factura de la luz. 

1. Cambiar algunos hábitos básicos del consumo

El ahorro puede comenzar por gestos sencillos vinculados a hábitos que sin saberlo nos están costando dinero. Por ejemplo, no deje televisiones o aparatos electrónicos en standby y apáguelos del todo. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recortarás en un 10% su consumo energético, que para un consumo medio (de 3.500 kWh/año) supone más de 50 euros anuales. Use regletas con interruptor para apagar de modo más fácil y a la vez varios aparatos y no mantenga enchufado el cargador del móvil mientras no esté cargando. Gasta como si lo hiciera.  

2. Use los aparatos electrónicos de modo eficiente

Puede ahorrar usando de manera eficiente los electrodomésticos y con gestos obvios como ponerlos solo cuando la carga esté completa. Elija programas de lavado Eco o los de temperaturas más baja, con eso recortará en un 10% su consumo energético. Si va a adquirir lavavijllas, lavadora o frigorífico apueste por los de alta eficiencia energética más económicos al medio plazo (los mejores, los A+++, es decir, la etiqueta tiene color verde oscuro y presentan un consumo de energía inferior al 25%).  

3. Invertir en artículos de bajo consumo

El catálogo de artículos de bajo consumo es cada vez más extenso, aunque lo más básico es sustituir los halógenos por bombillas led. Se pueden adquirir también termostatos para controlar la temperatura y dispositivos que se enchufan al cuadro eléctrico. Dentro de estos existen por ejemplo tomas de corriente conectadas a internet vía wifi que se controlan de un modo muy sencillo vía app para conectar o desconectar los dispositivos del hogar de forma remota. 

4. Regular el termostato del hogar

Es fundamental que el termostato de las calefacciones esté regulado a temperaturas entre los 19 y los 21 grados centígrados (tener la casa a esa temperatura en vez de a 24 recorta en un 20% el consumo energético), mientras que se aconseja que el frigorífico esté a 5º y el congelador, a .18º.

5. Aislar bien la casa con pequeños gestos

Es difícil ahorrar en el consumo eléctrico si el calor de la casa se escapa por las ventanas y las puertas. Un remedio muy sencillo y de fácil colocación es el aislante para ventanas, de espuma y disponible en varios colores para adaptarse a las ventanas. También se pueden colocar burletes en las puertas y utilizar cortinas opacas de poliéster que permiten conservar el calor interno de las habitaciones y evitar que entre el frío). En invierno se aconseja ventilar unos minutos por la mañana, dejar las cortinas descorridas para dejar entrar el sol y echar persianas a partir de la tarde. 

6. Estudiar el consumo doméstico

Para empezar a ahorrar hay que conocer de dónde se parte; conocer nuestras necesidades y las de nuestra familia y saber si podemos recortar o debemos hacerlo por imperativo. Conviene, además, comparar las ofertas de tarifas que nos ofrecen las eléctricas y elegir aquella que mejor se adapte a nosotros.

7. Revisar la potencia eléctrica contratada

La factura de la luz depende en parte de la potencia que se tiene contratada. En internet hay varias herramientas que permiten saber la potencia que necesitamos en función de los electrodomésticos que tenemos y el uso que hacemos de ellos (o si usamos varios a la vez saltan los plomos). Conviene saber que cada 1 kW de potencia supone casi 50 euros al año y que la media de potencia contratada en un hogar medio es de 3,45 a 4,6w kW. Puede consultar su potencia en las páginas de la OCU, Facua, que dispone de una calculadora en la que puede introducir los datos desagregados por aparato eléctrico, o Selectra, una de las empresas consultoras del sector, ofrece una herramienta parecida. 

8. Contratar la tarifa más beneficiosa para cada casa

Las asociaciones de consumidores recomiendan pararse y estudiar concienzudamente qué tarifa es la que mejor se adapta a su caso. ¿Tarifas de PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) o mercado libre?; Tarifa fija o una tarifa indexada cuyo precio cambia día a día?; ¿Gas y luz en la misma tarifa o por separado? «Depende de muchos factores. Hacer una buena elección supone un ahorro determinante pero la confusión del mercado, la falta de transparencia, la información confusa que reciben los consumidores hace que en realidad muchos de nosotros no tengamos claro ni cuánto pagamos, ni a quién, ni por qué conceptos», recomienda la OCU.

9. Saber si somos beneficiarios del bono social

El bono social puede ahorra hasta 150 euros al año, por lo que si usted es un potencial beneficiario no debería dudar de solicitarlo (web de la Secretaría de Estado de Energía). El bono social solo pueden solicitarlo para la vivienda habitual las familias numerosas y los hogares con bajos ingresos económicos.

10 ¿Y por qué no energías renovables?

Cada vez son más las personas que apuestan por las energías renovables no solo porque son más limpias con el medio ambiente, sino porque sus precios son ya más competitivos (por ejemplo, el de los paneles fotovoltaicos). Hay varias calculadoras que le ayudan a tomar la decisión de apostar por las renovables; además de poder contar por ejemplo con simuladores de paneles fotovoltaicos.

Suscríbete para seguir leyendo