Diario Córdoba

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REPORTAJE

El afán de superación de Mariló Lozano

Una celadora con discapacidad intelectual demanda que haya mejoras educativas, laborales y sociales para personas como ella

Mariló Lozano Cobos trabaja como celadora en Consultas Externas del hospital Reina Sofía de Córdoba. Óscar Barrionuevo

Dentro de poco hará dos años que Mariló Lozano Cobos logró su plaza de celadora en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Esta cordobesa de 25 años trabaja en el hospital Reina Sofía. Es de las profesionales más jóvenes del complejo sanitario en aprobar una oposición y está muy volcada con su labor. 

El camino hasta llegar aquí ha sido de mucho esfuerzo. El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se conmemora el 3 de diciembre, pero algunas personas lo tienen presente a diario. Mariló tiene reconocida una discapacidad intelectual, pero con los apoyos adecuados ha podido obtener el título de la ESO (después de estudiar primero en el colegio Eduardo Lucena y a continuación en el IES Alhakén). Además, después hizo el ciclo de grado medio de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) en el IES Fuensanta, por lo que posee esa titulación también. 

Para completar los citados estudios ha contado con profesores de apoyo por las tardes y ha recibido el respaldo de toda su familia, en especial el de su madre, maestra ya jubilada. «Mi madre siempre me recalca que tengo capacidades distintas, pero que eso no equivale a que no pueda conseguir metas. De hecho, hoy en día estoy en posesión del carnet de conducir y del B1 de inglés. Además, soy también voluntaria de Cruz Roja», señala. 

Con el objetivo de que las demandas de las personas con discapacidad intelectual sean atendidas, Mariló ha impulsado la Agrupación Cordobesa para Personas con Discapacidad Intelectual (ACDI Córdoba), a través de las redes sociales, como Facebook o Instagram, y también se puede contactar con el colectivo mediante el correo acdicordoba@gmail.com.

Ha impulsado la agrupación ACDI, con el lema «nada frena si el corazón es el motor»

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«Busco a personas que quieran colaborar conmigo, porque a mí me gusta ayudar en especial a personas con capacidades distintas, como es mi caso, y abarcar también a quienes tienen síndrome de Asperger, TDAH u otros trastornos», expone. 

«Nos proponemos muchos objetivos. Administraciones y sector privado deberían adaptar los puestos de trabajo a personas con distintas características, para que no se den situaciones de acoso laboral o de frustración. En el caso concreto del Reina Sofía, compañeros con capacidades diferentes queremos reunirnos con la dirección-gerencia para lograr en el hospital mejoras en la adaptación de los trabajos a personas con discapacidad intelectual y para que todos los que estemos en esta situación nos conozcamos y apoyemos», resalta. 

Por otro lado, «los centros educativos deberían contar con los máximos apoyos de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, Orientación Educativa y con monitores para que los niños puedan avanzar», añade.

Más plazas para opositar

Otro punto que, según Mariló Lozano, debería solucionarse es el poco porcentaje de plazas que en las oposiciones se reservan para aspirantes con discapacidad intelectual. Esta celadora se presentó a las oposiciones por ese cupo, pero estima que, como afortunadamente cada vez más personas con distintas capacidades logran formarse y aspiran a aprobar una oposición, el número de plazas para discapacidad intelectual debería aumentar.  

Además, ACDI ve necesario que las administraciones impulsen viviendas tuteladas públicas, para que personas con discapacidad intelectual puedan vivir solas con cierta supervisión.

A Mariló siempre le acompaña la frase: «Nunca hay que rendirse, ni tirar la toalla» y, a su vez, el lema de ACDI es «nada frena si el corazón es el motor». Seguro que las personas como ella seguirán avanzando.

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