El refranero español es sabio y que, como se dice, del dicho al hecho hay un trecho solo muestra la dificultad de pasar a la acción. Por ese mismo motivo, porque, a veces, materializar una idea supone sortear una gran resistencia o constatar que de boca es todo fácil, Diario CÓRDOBA ha querido premiar este jueves, por tercera vez en tres años, a quienes han pasado a la acción en la lucha contra el cambio climático

Y, haciendo referencia a esa misma idea, a los hechos en lugar de las palabras, el director del periódico, Rafael Romero, ha querido alabar, por una parte, la propia iniciativa emprendida para poner en el foco de la información el desarrollo sostenible y, por otro, el trabajo que desempeñan numerosas empresas, iniciativas y personas en la provincia de Córdoba. Porque si algo ha unido, este jueves, a representantes de importantes entidades, miembros de asociaciones, investigadores y estudiosos, representantes políticos o alumnos de instituto en el Centro de Recepción de Visitantes de Córdoba ha sido el empeño que los mueve, cada día, a frenar el impacto humano en el planeta. Y, cómo no, la recogida de los premios al Desarrollo Sostenible de Diario CÓRDOBA que han merecido por tal afán. 

Y, como en esta materia de poco valen las palabras, solo basta con ver las trayectorias trazadas al respecto por quienes recogieron los galardones. Un camino que nace de las consciencias individuales y que confluye en un mismo recorrido hacia la sostenibilidad. Un viaje arduo -como se ha referido el catedrático emérito de la Universidad de Córdoba Clemente Mata, premio especial, a su caso en concreto- pero que marcha a buen ritmo en una provincia que, a lo largo de la historia, se ha nutrido constantemente de la tierra de la que floreció. 

Autoridades de distinto signo, familiares, compañeros de trabajo y amigos han compartido un momento especial con sus allegados, que, sin grandes algarabías, han enfilado hasta el escenario, ante la mirada atenta de un público expectante, para recoger los reconocimientos. 

La gala de entrega de los premios ha supuesto una pausa a un trabajo constante por el medio ambiente, desde distintos ámbitos (empresarial, educativo, político...). Una pausa que no hace más que lanzar un mensaje de consciencia respecto a un proceso que, quizás, desempeñen de una manera casi automática. Así, Diario CÓRDOBA, quiso detener el tiempo un instante para que los galardonados escucharan los aplausos que les han sido entregados por una labor nada desdeñable, iniciada sin más ánimo que el propio del compromiso con una causa compartida y universal. 

En ese espacio común que ha ofrecido el Centro de Recepción de Visitantes, el catedrático de la UCO y experto en ganadería extensiva Clemente Mata ha regalado un discurso que, partiendo del estudio concreto sobre el que ha girado la trayectoria profesional de este veterinario, llega a un punto que atañe a toda la sociedad. Mata ha alertado de los riesgos a los que se enfrenta la humanidad y, concretamente, España, al mirar hacia otro lado con problemas como la desaparición de las dehesas. Un problema que podría parecer menor, pero que es una pieza natural de una cadena que conduce a la alteración de las condiciones de la naturaleza. El mensaje, apoyado en datos e interesantes aportaciones académicas, fue ampliamente aplaudido por unos asistentes que pudieron conocer los beneficios de una tradición casi olvidada como la ganadería extensiva.

Momentos antes, el director de Diario CÓRDOBA ha plantado un espejo frente a cada oyente, que se traslada a cada lector. Ese espejo muestra un reflejo, la imagen de cada persona y de sus actos con una Tierra que le fue heredada y que, a día de hoy, a un problema de dimensiones enormes. Concretamente, Romero se ha referido a los 90.000 estudios relacionados con el clima y el calentamiento global que muestran la influencia de la mano humana en el cambio climático que afecta al planeta. Un problema no solo medioambiental, sino social. Prosiguiendo con ese discurso, el director del periódico ha citado a Intermón-Oxfam, de cuyos datos ha extraído que el 1% de la población más rica del mundo «es la responsable de más del doble de los gases de efecto invernadero» que los emitidos por «los más de 3.000 millones que conforman el 50% más pobre». «La brecha social no solo genera desigualdad, sino que también contamina más», ha concluido. 

Podría resultar cusioso que, en un problema que afecta a todos por igual, exista tal desigualdad de responsabilidad. De este modo, podría decirse que el trabajo que, diariamente, realizan quienes luchan por el medio ambiente, quienes se han planteado la sostenibilidad como objetivo, desempeñan una valiosa función social, apostando por la igualdad. Una igualdad que ha podido divisarse en la unión que se ha mostrado entre los invitados al acto de entrega de los galardones dedicados a proyectos de desarrollo sostenible. 

Quienes se plantan ante el cambio climático podrían considerarse, además, rebeldes. Al menos, «inconformistas» para el director de Diario CÓRDOBA. Porque equivale a pararse ante la propia sociedad. «Al final, los Gobiernos, las empresas, los ciudadanos acomodados a este lado del mundo somos la imagen de nuestra sociedad», ha dicho Romero. 

«Sin embargo, aquí estamos», ha apostillado. Y allí han estado, un año más, los representantes de un cambio en pro de un mundo más sostenible. Representantes de distintos estratos de la sociedad que, afincados en Córdoba, ponen su grano de arena en una batalla de inconmensurables dimensiones. Pero quizás la gran noticia sea esa: Año tras año, desde hace tres, hay ejemplos en la provincia de que cada acción es importante y de que pasar de las palabras a los hechos es el primer paso.