El Consejo del Movimiento Ciudadano de Córdoba y los distritos Sur y Poniente Sur han rechazado el diseño de los tramos de carril bici previstos por el Ayuntamiento porque no quieren que la construcción de estas vías reste espacio a los peatones. «Eso es una línea roja», asegura el presidente del CMC, Juan Andrés de Gracia, que lamenta que el trazado se haya diseñado sin consensuarlo antes con los vecinos.

En concreto, se niegan a que el carril del Puente de San Rafael (paralizado tras su presentación en el gobierno de José Antonio Nieto e incorporado después al Plan de Movilidad Urbana Sostenible, «que aún no ha sido aprobado») se construya recortando acerado y que el carril de la avenida de Manolete prevea recortar un metro de jardín a ambos lados. «Queremos que si hay que se recorte espacio a la calzada, a los coches, no a los peatones», insisten.

Del carril de El Arenal, no saben si se ha coordinado la obra del tanque de tormentas de Emacsa para que una vez acabado no haya que levantarlo y reclaman ver el proyecto del trozo de travesía A-431. «Sabemos que son fondos Edusi, con plazo máximo de ejecución, y hay poco margen de maniobra, pero hay que hacer cambios», recalca Gracia, a lo que el delegado de Movilidad. Miguel Ángel Torrico, contestó este jueves en el Pleno y dijo que cuando se adjudiquen las obras hablarán con las empresas y los vecinos «para ver si se pueden incorporar sus peticiones». 

Respecto a los proyectos de la Junta de Andalucía, llaman al Ayuntamiento a que les informe de los trazados para que puedan realizar sus aportaciones antes de licitar las obras.