Miguel Navarro lleva trabajando en el aparcamiento de la plaza de toros de Córdoba desde hace casi 20 años. Su labor, comúnmente conocida como gorrilla (pertenece a una empresa y tiene todos los papeles en regla), tiene los días contados. El parking de Los Califas será pronto de zona azul y naranja, esta última para residentes. Miguel está recogiendo firmas para que no instalen el aparcamiento de pago y, asegura, ya lleva más de 2.000. Relata que no lo hace por quedarse sin trabajo, es más, tenía pensado jubilarse en agosto de este mismo año, pero a la vista de lo que iba a ocurrir ha decidido continuar. «Aquí vienen criaturas a trabajar desde Alcolea, El Higuerón, Almodóvar e incluso de Hornachuelos», cuenta Miguel, que cree que no es de recibo cobrar por minutos el aparcamiento a quien «viene a echar tres o cuatro horas para ganar unos pocos euros». Tampoco entiende la reserva de plazas para residentes, porque son bastante más reducidas que el número de vecinos que se prevé haga uso de las mismas.
Aunque su trabajo de gorrilla consiste, básicamente, en cobrar al que aparca (un euro), afirma que «no es obligatorio». Defiende además dar un servicio personalizado y conocerse a la mayoría de los conductores, que incluso le dejan las llaves de sus coches para que se los aparque cuando queda un hueco libre. «Ha llegado una empresa, le han dado el dinero y ya están instaladas las máquinas», comenta en referencia a los parquímetros. Mucha presión social hará falta para que la zona azul no sea realidad de aquí a unos meses.
Los vecinos tampoco ven la zona azul con buenos ojos
Y es que el Ayuntamiento ya ha asfaltado el parking y ha pintado las líneas azules y naranjas, pero todavía no confirma cuándo comenzará a funcionar, a la espera de mantener una reunión con los vecinos. Una reunión que, según comenta el presidente del Consejo de Distrito Poniente, Francisco Porras, ni ha producido ni está programada.
Porras valora la intención de recoger firmas para intentar que no se instale la zona azul, pues el cobro por aparcar al lado de la plaza tampoco es una idea que apoyen los residentes. Sí solicitaron, y así lo tendrán, una reserva de plazas para los vecinos a coste cero, aunque todavía desconocen cómo se van a repartir.
La idea de poner zona azul en la plaza de toros no es nueva. En el anterior mandato ya se anunció la intención de llevarla a cabo, pero no se formalizó. Hace años se planteó, incluso, construir un edificio de aparcamientos que tenía su correspondiente plan de viabilidad. Ahora, Miguel observa las líneas azules mientras pide firmas y los vecinos se preguntan cuándo activarán los parquímetros.
