Diario Córdoba

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PLAN ANDALUZ SOBRE DROGAS

Salud detecta un «grave aumento» en la adicción a los teléfonos móviles en Córdoba

Un 60% de los pacientes de Acojer y un 75% de LAR tienen dependencia de las redes sociales, líneas eróticas, apuestas deportivas y otras relacionadas con este aparato

Tres jóvenes consultan sus teléfonos inteligentes. CÓRDOBA

La Consejería de Salud y Consumo ha detectado un «grave aumento detectado en la población en lo que respecta a la adicción al móvil» en Córdoba y explica que en el 2022 han recibido tratamiento diez pacientes, de acuerdo con los datos sobre adicciones a teléfonos móviles en la provincia recabados por el Sistema de Información del Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones (Sipasda).

Estos pacientes son siete hombres y dos mujeres que han sido atendidos en el sistema público, y un hombre que ha recibido ayuda en la Asociación Cordobesa de Jugadores en Rehabilitación (Acojer). Sobre el perfil de estas personas, Salud detalla que los siete hombres atendidos en la sanidad pública tienen entre 15 y 25 años de edad, y el tratado en Acojer tiene más de 25 años, al igual que las dos mujeres referidas. 

Salud advierte que se trata de «cantidades pequeñas, son muy pocos pacientes tratados en comparación con el grave aumento detectado en la población en lo que respecta a la adicción al móvil».

Fracaso escolar

De hecho, el presidente de Acojer, Salvador Secilla, afirma que «hemos detectado el problema y lo estamos tratando. Hay personas que tienen que dormir con el móvil encendido. La adicción ya repercute en el fracaso escolar. Gran cantidad de gente la está padeciendo, le falta el móvil y parece que le falta algo», explica. 

Esta experto en adicciones comenta, además, que la adicción se está registrando entre los menores de edad, que «cada vez exigen más y móviles de más alta gama. Incluso llegas a detectar la agresividad cuando se le quita el móvil o la tablet. Llegan muy agresivos, han llegado a agredirse entre hermanos por quitarse el móvil. Es alarmante. Se esta denunciando desde hace mucho tiempo», asegura.

El presidente de Acoger apunta que tienen alrededor de 150 pacientes presenciales y en torno a un 60% tienen adicciones a móviles y a las apuestas deportivas, y el 40% es adicto al juego presencial. De este modo, señala que «hoy se da más el juego individual, a través de internet, de móviles y de ordenadores», y opina que «la pandemia ha tenido mucha culpa y también la falta de regulación. Y habría que pedir más información a las entidades que tratan a estos pacientes», reivindica. 

Salvador Secilla coincide en subrayar que «en los últimos años, está creciendo la adicción al móvil. Parece que no saben andar sin él. Tenemos varios menores que estamos atendiendo en presencia de sus padres», precisa. En cuanto a las causas que llevan a los adolescentes a engancharse al uso de estos teléfonos, comenta que, entre otras, se encuentran la falta de control por parte de las familias, el acceso a internet y la búsqueda de dinero fácil.

En este sentido, explica que en ocasiones comienzan realizando apuestas pequeñas, «pero van a más hasta que no pueden salir. Los padres ya tienen que pedir ayuda porque el niño fracasa en el colegio. Algunos llegan a no dormir y al otro día están hechos polvo», destaca.

Casi todos los menores tratados por esta entidad deben su adicción al teléfono móvil a los juegos, mientras que en el caso de los mayores sobresalen las apuestas y los juegos online. Sin embargo, Salvador Secilla puntualiza que algunos menores también llegan a apostar y que en ocasiones son ayudados por adultos para hacerlo. 

La mitad de los jóvenes

Por su parte, Antonio Montserrat, técnico y vicepresidente de Ludóptadas Asociados Rehabilitados (LAR) estima que la mitad de los jóvenes cordobeses «perfectamente» podrían ser adictos a los teléfonos móviles. Este experto señala que cuando visitan institutos de enseñanza Secundaria «preguntamos a los alumnos sin son capaces de estar sin el móvil 48 horas y la respuesta es tajante: No. Tienen la necesidad de estar siempre conectados y pendientes de todo. Dejan el móvil en casa y parece que les falta la vida», lamenta. 

Antonio Montserrat precisa que el teléfono móvil es la vía para llegar a otras adicciones como las relacionadas con las redes sociales («hacen cualquier cosa por triunfar en ellas», asegura), los selfies, los casinos virtuales, los juegos de rol, las líneas eróticas y las apuestas deportivas. De este modo, afirma que algunos profesores «dicen que les cuesta mucho que los atiendan porque no están pendientes, los alumnos usan el móvil en clase». 

Sobre las posibles soluciones, comenta que en LAR «estamos intentando promover la educación dirigida a los padres para limitar el uso del móvil en niños y adolescentes». El escenario es complicado si se tiene en cuenta que, de acuerdo con sus estimaciones, en el caso de los adultos «de los 40 años para abajo, hay un problema general de adicción al móvil en la población. Hay personas que llegan tarde al trabajo porque vuelven a casa si se les olvida», refiere a modo de ejemplo.

Antonio Montserrat defiende que «hay que educar a los padres en que a los niños con cierta edad no se les puede meter en las tecnologías. No se les puede regalar un móvil cuando hacen la comunión ni dejarles las tecnologías para que no molesten. Antes nos llevábamos a los niños a los parques a jugar. Con nuestra actitud, creamos un problema», asegura. En torno al 75% de los pacientes atendidos en LAR han adquirido su adicción a través del teléfono móvil. 

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