CONTROL DE PLAGAS
Sadeco tira de Pavlov: quiere acabar con las ratas usando perros con un cascabel
La empresa de limpieza comienza el lunes en Isla Fuerteventura y el Jardín de los Poetas un novedoso proyecto experimental que busca provocar el regreso de los roedores a las alcantarillas
Sadeco inicia el lunes un proyecto piloto de desratización de la ciudad (proyecto Hamelín) habida cuenta del incremento de ratas en zonas superficiales de Córdoba como jardines, terrizos, solares y alcorques de árboles. Desde estas ubicaciones los roedores acceden a la vía pública de forma recurrente y fácil para alimentarse, generando, por un lado, alarma social y, por otro, un problema a la hora de planificar y ejecutar las medidas de control necesarias para acabar con ellas.
Ratas fuera de las alcantarillas
Son varias las causas que han llevado a las ratas a perder el miedo y abandonar las alcantarillas, aunque al parecer los confinamientos derivados de la pandemia han colaborado decididamente a este cambio de conducta de los animales y su mayor salida a los exteriores. También se aprecian nuevos focos de rata negra (Rattus rattus), una especie distinta a la habitual de alcantarillado (Rattus norvegicus) que tiene como hábitat natural el arbolado, donde construyen nidos semejantes a los de los pájaros y desde donde se mueven por las alturas, a través de cableado eléctrico o telefónico, bajando ocasionalmente para buscar alimentos. Antes, la localización de esta especie estaba muy limitada a determinados jardines públicos (en las palmeras y naranjos de Duque de Rivas, Agricultura, Conde Vallellano y Colón) y en otras localizaciones públicas o privadas (sobre todo en chalet de la zona norte de Córdoba), pero actualmente se ha visto una expansión por toda la ciudad.
Nuevos problemas, nuevas soluciones
Ante la nueva situación, Sadeco propone nuevos métodos. En concreto, va a emplear a perros no para que le den caza sino para «la creación de una ficción que potenciada por el instinto de supervivencia de los roedores» los devuelva a sus ubicaciones tradicionales (alcantarillas). El procedimiento propuesto por la empresa de limpieza pasa por aplicar el famoso descubrimiento de Pavlov, es decir, aprovechar la capacidad de aprendizaje de la rata introduciendo un estímulo significativo para el animal (el perro=predador=pánico) asociado con un estímulo neutro (un cascabel). De este modo, se pretende que la rata termine reaccionando al estímulo, esto es al cascabel, aunque ya no lo lleve puesto un perro.
Un experimento en dos zonas
Para empezar, Sadeco ha elegido dos zonas de la ciudad con un problema más acusado de ratas: la calle Isla Fuerteventura y el Jardín de los Poetas y las calles aledañas. Se contratará el servicio a propietarios de animales sanos, debidamente documentados y de características adecuadas, que deberán realizar dos turnos diarios de ronda en las zonas elegidas. Los turnos se realizarán entre las 23.00 y la 1.00 de la madrugada, y entre las 5.00 y las 7.00.
Cada uno de los perros llevará un cascabel en el collar, de forma que el propio movimiento del animal provoque un sonido nítido. Los animales irán sujetos con correa, permitiendo el acoso de los roedores o sus madrigueras, pero no su captura. «Se pretende que la rata asocie el ruido del cascabel con la presencia del perro/predador hasta que induzca en el roedor un reflejo condicionado, por el que, pasado el tiempo de aprendizaje necesario, bastará con el ruido del cascabel para provocar el pánico en las ratas», dice el proyecto al que ha tenido acceso este diario. Al mismo tiempo, se dotará de este tipo de cascabeles al personal de limpieza viaria y de jardines de Sadeco para que en su labor cotidiana (mañana, tarde y noche) reproduzcan exactamente el mismo sonido que los perros en su acoso a las ratas.
Cambio de comportamiento de los roedores
La empresa de limpieza espera que estas medidas descritas provoquen un cambio de comportamiento de los roedores, que debería provocar un regreso a la red de alcantarillado buscando su seguridad. El retorno a estos lugares facilitaría la aplicación de tratamientos y el control de las plagas, que ahora se ve más dificultado al estar los roedores campando a sus anchas por la calle. El proyecto piloto tiene inicialmente una duración de dos semanas y su extensión a otras zonas dependerá de los resultados.
En cualquier caso, este programa piloto será siempre complementario a las labores habituales del servicio de control de plagas.
Suscríbete para seguir leyendo
- Doscientos perros, cien gatos y una cabra enana
- El Ayuntamiento deniega la prórroga del contrato al pub Kamaleónika 84 tras cuatro años en situación irregular
- La Sacristía se defiende: asegura que sus montaditos de pringá se consumieron en una casa de hermandad fuera de su establecimiento
- Salud confirma que los montaditos de pringá causaron la intoxicación alimentaria con decenas de afectados en Córdoba
- Vueling ofrecerá a partir de septiembre dos vuelos semanales a Barcelona desde el aeropuerto de Córdoba
- Y tras el frío vuelve la lluvia (y mucha) a Córdoba: estos son los días con precipitaciones
- Incendio en el Parque Figueroa: dos evacuados al hospital y un bloque desalojado por el humo
- Comienza el mercado temático de Córdoba con 150 puestos y la mirada puesta en el cielo