Diario Córdoba

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FESTIVIDAD DE SAN RAFAEL

Los peroles con fuego vuelven a San Rafael por derecho

El parque periurbano ha sido en este día un escenario cotizado para celebrar el día festivo

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Los peroles con fuego han sido hoy los grandes protagonistas en Los Villares FRANCISCO GONZÁLEZ

Nada sabe mejor que un perol hecho con candela en Los Villares (este año por fin sí). Esa es la esencia pura del día de San Rafael, tan genuinamente de esta tierra que aquí se celebra tal día como hoy, 24 de octubre, aunque en el Santoral se registre el 29 de septiembre. La festividad del Arcángel custodio de la ciudad se festeja a bombo y platillo, porque no hay mejor reflejo de nuestra idiosincrasia que esta celebración.

La tradición manda, ahora más que nunca. Aquellos encorsetamientos pandémicos (ya casi olvidados) dejan volver a lo de siempre, a la 'cuchará y paso atrás', en un perol hecho con mimo y buen ambiente y mejor compañía en el paraje indispensable de Los Villares, cuna del peroleo cordobés. El año pasado los que vinieron a celebrar se aclimataron a unos imperativos donde todo venía ya listo de casa para comer. Pero el sabor, la sensación, no era la misma. La tradición manda y hoy se ha tenido que madrugar para ir a coger sitio. Como tiene que ser. Un juego de estrategia donde el que llega primero pone la pica en Flandes y de ahí a la gloria de un día que, aunque comenzó nublado, ha terminado con un sol de los que hacen justicia, compitiendo con el calor de las brasas.

Hoy este parque periurbano huele a humo de leña. Hay quienes como Rafael, se han levantado a las 6 de la mañana para poder coger un buen sitio en el que disfrutar con el resto de la familia, que ha llegado unas horas después. "Yo vengo de avanzadilla, cuando he llegado no se veía nada" aseguraba el homenajeado mientras hacía unas tiras de panceta en una plancha. "El arroz lo haremos para las cuatro, pero mientras hay que llenar el estómago" decía sentado en su silla de camping, disfrutando un bien logrado reposo.

Una de las numerosas familias que hoy se podían ver en Los Villares celebrando San Rafael FRANCISCO GONZÁLEZ

Un poco más allá, un grupo de amigos y compañeros de trabajo, empezaban con los preparativos del plato principal. "De momento nos estamos tomando una cervecita y un picoteo" decía una de ellas presidiendo una mesa en la que las risas protagonizaban la escena.

Alberto y María, una joven pareja, decidieron ayer que hoy se vendrían al campo a celebrar San Rafael. "Nos gusta venir todos los años", apuntaba él mientras removía el sofrito de la sartén como antesala del plato estrella. "Hemos venido a las doce y no hemos tenido problema en coger este sitio que está bastante bien" afirmaba María sentada en su silla plegable mirando de reojo el quehacer de su novio. Unos metros a la derecha se extendía la gran familia de Rafaela, ataviada con una camiseta roja, "para que me vean" afirmaba entre risas. Como dicta la tradición, este año han vuelto a Los Villares a celebrar el santo de la matriarca por todo lo alto, "vamos a hacer arroz pero antes les hemos preparado a los niños la comida, porque no aguantan hasta tan tarde" explicaba. Las ascuas estaban preparadas y en el punto perfecto para empezar a cocinar.

El escenario en esta jornada ha dado para mucho. Ha habido quien, a modo de plan alternativo casi improvisado, ha optado por tirar de snacks y comidas ya preparadas, como Sara, Victoria y Sara, tres amigas que llegaban sobre las 13.30 vestidas más para ir de marcha que a un perol. También los niños son grandes protagonistas en este día festivo gracias al cual no han tenido cole. Como Darío y Carlota, que se afanaban por echar palos a la hoguera ya encendida. Su padre, José Manuel, docente de profesión, señalaba que "nosotros traemos el arroz ya hecho pero en el fuego vamos a hacer unas butifarras primero" apuntaba justificando el fuego encendido.

A juicio de Carmen y Rafael, un matrimonio acompañado de más familiares, este año Los Villares han estado menos masificado que otras veces, "yo creo que es porque hay mucha gente que ha cambiado el lunes por el domingo y vinieron ayer, por eso hay más hueco, nosotros hemos venido a las 12 y hemos cogido este sitio sin problema". Caso contrario pasaba con Rafael, un hombre mayor que se afanaba junto a uno de sus nietos en preparar el fuego y engrasar la paellera para el arroz. "Nos hemos venido a las 6 de la mañana así que desde esa hora llevamos comiendo huevos fritos" bromeaba su hija.

Un grupo de amigos muestra el perol de migas que tenían preparado para la comida FRANCISCO GONZÁLEZ

Al otro lado de la carretera, en una pérgola de madera, un gran grupo de amigos animaba el ambiente con cante y palmas. Ellos, a diferencia de la mayoría, han celebrado San Rafael con un perol de migas en vez de arroz. Porque sobre gustos no hay nada escrito y aquí, cabe todo.

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